Visto y Oído
Broncano
Domantas Sabonis, erigido ya en el jugador franquicia de los Indiana Pacers, sube más escalones en el escalafón en este arranque de temporada en la NBA. La nominación como mejor jugador de la Conferencia Este en la primera semana de competición es sólo una señal de que el canterano del Unicaja ha roto amarras y va ampliando catálogo en su juego, que ya le valió ser All Star el año pasado.
Con 24 años, hará 25 en mayo, entra el lituano de Torremolinos en una espléndida madurez. Su equipo ha arrancado con un balance de 4-1, sólo perdió un ajustado partido con los Celtics. Y, en la última noche de 2020, volvió a realizar un partido de mucho nivel en la clara victoria de Indiana sobre Cleveland (119-99). Con 25 puntos (unos grandes números de 8/12 en tiros de dos, 2/2 en triples y 3/3 en libres), 11 rebotes y siete asistencias dijo adiós a 2020.
En su evolución hacia jugador total, repartiendo y creando juego y culminándolo, promedia en este arranque de temporada 22.4 puntos, 11 rebotes y 7.2 asistencias (ya hizo un triple doble y extendió su récord anotador en un partido a 32 puntos en este inicio), con un 57% en tiros de campo y un 53,8% en triples. Cifras de acierto difícilmente sostenibles, pero que hablan de cómo se ha preparado Sabonis para el arranque de temporada. Después de perderse la burbuja por una fascitis plantar que le impidió jugar algún partido en Florida, se preparó a conciencia mientras daba a conocer su compromiso para casarse.
El cambio de entrenador no ha afectado al rol de Sabonis en la franquicia de Indianápolis. Se marchó Nate McMillan y llegó Nate Bjorkgren, una apuesta por un técnico joven (45 años) que formaba parte, junto a Sergio Scariolo, del staff técnico de los Raptors campeones de la NBA en 2019. Hay un cambio de filosofía. Con McMillan había posesiones más controladas y menos triples (era el equipo que menos tiraba en la liga). Con Bjorkgren se cumple lo que anunciaba cuando llegó. "Quiero un estilo disruptivo, agresivo y libre. Cuando todos miren a Indiana Pacers, lo verán con un equipo divertido. Verán mucho movimiento en ambos lados del campo, verán a varios jugadores con el balón en sus manos, creando juego y marcando el ritmo. Nos verán buscando más posesiones, atacando el aro y tratando de llegar a la línea de libres, usando el triple y tomando los lanzamientos que queremos en nuestro ataque", decía el técnico cuando tomó las riendas. Una de las primeras cosas que hizo Bjorkgren fue viajar a Los Angeles para reunirse con Domas, al que ve jugando minutos con Myles Turner, el otro pívot, de la misma edad que Domas, que parecía la gran apuesta interior hace un par de años y que se ha visto relegado por la explosión del jugador criado en Málaga. "Cuando hablas de ellos, no sólo son dos hombres grandes. Son muy dinámicos y se complementan muy bien. Domas impone mucha presión y sabemos de su capacidad para los bloqueos y lo físico que es. Y sabemos lo versátil que puede ser Myles Turner en cuanto a generar espacios y defender el aro", analizaba.
“El entrenador nos está dando mucha libertad para tomar decisiones”, dice Domas sobre el nuevo juego que le propone Bjorkgren, que le da confianza, por ejemplo, para jugarse el balón decisivo en la victoria ante Boston: “A veces me deja sacar el balón o encontrar muchachos abiertos y realmente confía en nosotros para lanzar más triples o hacer cosas a las que no estoy acostumbrado, como poner el balón para la última jugada en mis manos. Es bueno para explorar nuestras habilidades. El entrenador es un genio. Tiene un sistema diferente para todo. Confía en todos nosotros y eso hace la vida más fácil a los jugadores. Nosotros confiamos todos en él e intentamos hacerlo lo mejor que podemos".
Los Pacers intentan sobreponerse a las bajas de Lamb y Warren, de larga duración. Pero el perímetro con Brogdon y Oladipo, ya recuperado de su lesión y a alto rendimiento, ofrece garantías. Hay mucho nivel en el Este, con Miami, Milwaukee, Boston o Philadelphia en un teórico plano superior a los Pacers, que no se bajaron del play off en los últimos años, pero que ahora aspiran a llegar más lejos. Con un malagueño de adopción y formación, Domantas Sabonis, al comando.
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