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Domantas Sabonis, un chico de apellido muy ilustre que desde los cinco a los 18 años se formó en Los Guindos, primero en la EBG y después en el Unicaja, hizo historia en la NBA la pasada madrugada con un récord soberbio. Enlazó 54 partidos consecutivos firmando un doble doble (más de 10 unidades en dos estadísticas) y rebasó el récord que ostentaba Kevin Love. Son 67 en una temporada. 11 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias registró un Sabonis histórico que además llegó a su triple doble número 25 en la campaña, cifra a la que sólo habían llegado hasta ahora cuatro jugadores en la historia (Russell Westbrook en cuatro ocasiones, Oscar Robertson tres veces y Wilt Chamberlain y Nikola Jokic en una campaña cada uno). Hablamos de cuatro MVPs de una temporada y tres jugadores con anillo. Dimensiona la atmósfera en la que se mueve Domas. Hay quien debate ya si es mejor que Arvydas, su padre, acaso el mejor pívot de la historia del baloncesto europeo. En carrera NBA no hay color para Domas. Es cierto que el impacto FIBA de Arvydas fue brutal y ahí Domas aún no ha conseguido llevar a Lituania a grandes cotas. Los dos mejores jugadores, él y Valanciunas, comparten posición.
Sabonis consiguió cada uno de estos dobles dobles con puntos y rebotes, exceptuando lo hecho el 25 de enero ante los Warriors, cuando se quedó en solo ocho rechaces, pero logró acompañar sus 18 puntos con 13 asistencias, manteniendo así la secuencia con vida. Hasta esta racha de Sabonis, el récord de doble-dobles consecutivos desde la fusión NBA-ABA le pertenecía a Kevin Love, quien entre noviembre de 2010 y marzo de 2011, llegó a los 53 encuentros seguidos, representando a los Timberwolves. El único otro jugador en conseguir más de 50 doble-dobles seguidos fue Moses Malone, otro mito, entre diciembre de 1978 y octubre de 1979, con una marca de 51.
"Es un honor”, dijo Sabonis. “Estás en los libros de historia de la NBA, la mejor liga del mundo. Entonces, obviamente, es asombroso. Es un gran sentimiento, pero al mismo tiempo estoy feliz de que haya terminado. Estas últimas semanas, todo el mundo lo ha mencionado y yo simplemente estoy ahí afuera tratando de jugar este juego y ayudar a este equipo a ganar. Es bastante impresionante la afición. Agradezco a los fanáticos su apoyo. Es fantástico recibir ese apoyo y sentir amor aquí. Por eso me encanta aquí y quiero seguir jugando aquí”. Sabonis firmó los números en la victoria de Sacramento sobre Philadelphia (108-96). Desde su llegada, los Kings se han convertido en un equipo serio. Completa su segunda temporada entera tras llegar al final de la 21/22. El año pasado rompió una racha de casi dos décadas sin pisar los play off, un récord negativo en el deporte americano. Ahora su equipo tiene un récord de 42-29 con 11 partidos por jugar. Ocupa el sexto lugar, el último que da paso directo al play off en la Conferencia Oeste. La próxima madrugada hay un Dallas-Sacramento. El equipo de Doncic iguala con los californianos y es un duelo de trascendencia máxima.
Resulta un tanto inexplicable que no fuera All Star en febrero, una distinción que da caché (y dinero en bonus) en la liga, pero el baloncesto de Domas dista del show. Es la competitividad extrema, juego muy físico. Duro pero con una cabeza privilegiada, con toda la pista en la cabeza, no es casualidad que sea uno de los mejores pasadores de la Liga. Seguramente el segundo mejor pívot tras Jokic en esa faceta. "Qué año tan fenomenal, fenomenal está teniendo", dijo el entrenador de los Kings, Mike Brown: “Obviamente debería haber sido un All-Star. Obviamente, se debería hablar de él para el primer, segundo y tercer (equipo) All-NBA. Y debería estar en la discusión sobre el Jugador Más Valioso por su forma de jugar”. “Siento que tengo mucha experiencia en este juego y he visto algunas cosas al más alto nivel y algunas de los más grandes de todos los tiempos”, prosiguió Brown: “Tim Duncan, he sido afortunado, bendecido, afortunado, como quieras llamarlo, de estar cerca de él durante tres años consecutivos, y estás hablando de un récord que ni siquiera un tipo de esa magnitud tiene. Es difícil expresarlo con palabras, principalmente porque hace que parezca muy fácil, pero su ética de trabajo y su determinación son insuperables. Él lucha con todo su trasero por cada rebote. Lo golpean en la cabeza, lo empujan y todo eso, y es como el conejito de Duracell. Él sigue viniendo y viniendo y viniendo”.
Desde el Unicaja se ve con satisfacción los récords de Domas. Y es que en su formación intervinieron muchos entrenadores y compañeros. Uno de sus técnicos, Manolo Bazán, que entrena al equipo infantil desde hace más de una década, recordaba que "Domas es un trabajador bestial. De pequeño era competitivo al máximo, un físico que luego ha cambiado totalmente, porque no era de los más grandes por aquel entonces del equipo. Y, sobre todo, luchador, algo que ya se le veía de pequeño. Y por eso en la NBA va creciendo poco a poco. Cuando yo lo entrenaba, físicamente no era algo especialmente llamativo, pero trabajaba como nadie. Nadie le ha regalado nada. Y ha sabido además aprender y mejorar a base de currar. Tampoco técnicamente era el mejor. Pero tampoco me sorprende la trayectoria que está teniendo porque su actitud es impresionante. El físico le ha ayudado también, lógicamente; se ha puesto muy grande, fuerte. El resto es insistiendo y trabajando", decía uno de los mejores formadores del club. Ahí está un producto de Los Guindos haciendo historia en la NBA.
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