La sensación que tendrá el Unicaja en la pista led de Belgrado: "Es como estar en un videojuego"

Elena Moreno, jugadora del Unicaja, testó ese novedoso AGB Glass Floor, parqué de la Final Four de Belgrado, durante el pasado Mundial sub 19 en el WiZink Center

Explica sus peculiaridades en 'Málaga Hoy' y una curiosa consulta de Juanma Rodríguez

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Elena Moreno, durante el pasado Mundial sub 19 / FEB

El Unicaja jugará la Final Four de BCL sobre el moderno AGB Glass Floor, una pista de luces led que dará un incentivo visual importante al Belgrado Arena, ya de por sí grandioso. La FIBA lo introdujo por primera vez en el pasado Mundial sub 19 femenino. Allí estuvo Elena Moreno (Málaga, 2004), jugadora del Unicaja Mijas, que además de colgarse una plata en el WiZink Center, sumaría esa experiencia hasta el momento inédita. La malagueña analiza las variables de ese parqué en 'Málaga Hoy'. "Cuando nos enteramos que íbamos a jugar el Mundial en una pista led, la verdad que nos hizo bastante ilusión porque era algo súper novedoso, y como jugadora dices 'qué guay el disponer de esto', más cuando era una de las primeras veces que se usaba. No son luces como puede haber en el Carpena, con focos desde el techo o el videomarcador, sino que las luces salen de la pista, entonces la primera sensación fue chula. Hicimos un entrenamiento antes del Mundial y nos hicieron un show de presentación, donde nos pusieron un vídeo proyectado en la pista. Nosotras estábamos sentadas en la grada. La verdad que súper bien. Sí que pienso que está hecha para el público, porque mientras juegas, estás en un tiempo muerto, o en el descanso, no eres plenamente consciente de todo lo que se está proyectando, cualquier grafismo o lo que sea. Luego cuando ves los vídeos, clips que hay en redes sociales, o fotos desde la grada, nosotras decíamos que parece un videojuego. Era impresionante. Una iniciativa súper chula".

La selección española sub 19, sobre la pista led del WiZink / FEB

La pista va cambiando sobre la marcha, animaciones si hay canasta o cualquier acción del juego, y hasta de color. "No te llega a despistar. Sí es verdad que la primera sensación es un poco rara. Yo por ejemplo lo noté cuando me caí al suelo, de algún rebote o balón dividido (risas). Y es verdad que es extraño porque se te ilumina la cara. Pero no es incómoda como tal, sino diferente. Nosotras veíamos las líneas con normalidad. A lo mejor metíamos un triple, un tiro libre... No piensas que la pista se está iluminando. Desde la grada, se tenía que ver chulísimo. En la pista, como algo normal. La luz se ve y se nota, pero nada de marearte ni nada de eso. En cuanto a dimensiones, no parece que la pista sea más pequeña o más grande, igual. Era todo más grande porque estabas en el WiZink, que es un pabellón enorme. Me impresionó ese pabellón, pero no por el nuevo concepto de la pista", explicaba la joven malagueña. Tanta innovación, pero Elena Moreno prefiere el parqué tradicional "porque es en el que llevo jugando toda la vida. El sonido de botar el balón es incomparable a cuando lo haces sobre una pista de plástico, o más artificial, ya sé que esto va a sonar un poco friki (risas). Más bien de goma, con una luz dentro. Pero aún así, me encantó probarlo y sobre todo jugarlo. Una pasada jugar en esa pista... Pero jugar en el tradicional no lo cambio por nada", bromeaba.

También diferente la textura de esa pista. "La sensación es como de goma, una especie de moqueta pero dura, unas baldas cuadradas. En el tradicional son rectángulos muy bien puestos; pero este eran baldas enormes, de más de un metro incluso de largo y ancho Agarra bien. Acumula un poco más de polvo, pero no resbala. Y eso los que jugamos a baloncesto se nota. Hay veces que llegas a una pista y piensas que te va a dar muchos problemas, al sentir que te vas a resbalar todo el rato y ya juegas con un poco de miedo. Esta no es el caso. No tenías la sensación de estar patinando, se nota esa calidad", otros detalles que ofrecía Elena Moreno. No solo a este periódico, sino también a Juanma Rodríguez, director deportivo del Unicaja, que contactó en los últimos días para tomar nota. "La verdad que me sorprendió, me llamó cuando estaba en la universidad. Me llega una llamada de Juanma y pensé 'uy, qué raro'. Hablamos y me estuvo preguntando algunas cosas: si resbala, cómo influye la luz, incluso si molesta, mis sensaciones o la respuesta cuando se bota el balón. Fue algo corto. Me dijo que era para comentárselo a los jugadores. Nadie más me ha llamado, al menos de momento". Anécdota curiosa.

Moreno lanza a canasta / FEB

"Otra cosa importante, al menos en el WiZink, es que la pista led la colocaron encima de la que usan frecuentemente, por lo tanto conlleva una altura. Recuerdo que la distancia entre la línea de banda y el final de la pista de leds era como de un metro; entonces me acuerdo, y pasó varias veces, que te lanzabas a tratar de salvar un balón, muy habitual en un partido de baloncesto, y debías tener cuidado porque había un escalón a la pista normal del WiZink. Estaba montado de esa manera. No sé si en Belgrado se hará igual, quizá sí. Nos lo prepararon de forma especial para el Mundial, supongo que la BCL tendrá su temática. Me acuerdo de ir a por una pelota y pensar 'hostia, que me caigo al vacío' (risas). Tampoco es un drama, pero hay que tenerlo en cuenta si vas en carrera y no te da tiempo a frenar, esa inercia de penetrar a canasta por ejemplo". Ese detalle para los Perry, Carter y todos los correcaminos del Unicaja.

Elena Moreno, durante el Mundial / FEB

Desde la órbita del Unicaja Mijas, satisfecha Elena Moreno por la temporada del equipo de Jesús Lázaro, con algunos dientes de sierra pero se habría firmado hace unos meses. "Contenta porque el objetivo lo hemos cumplido, que era la permanencia. Tenemos que estar súper orgullosas, a pesar de todos los altibajos que hemos tenido, una temporada que no ha sido nada fácil. Ya de por sí estar en una categoría superior es un gran cambio, pues si encima nosotras que hemos tenido tantos hándicaps (cambio de entrenador, lesiones y todas esas circunstancias de una temporada complicada). Muy contentas y orgullosas de todo el trabajo que hemos hecho todas. Personalmente, me ha servido de aprendizaje el saber que las temporadas hay que competirlas hasta el final. El año pasado nos estábamos jugando algo hasta el último día de temporada. Pero tener un año, donde ya en las últimas jornadas no te juegas nada, tienes que aprender a manejarlo, saber gestionarlo. Es verdad que estábamos en tierra de nadie, pero nos ha supuesto una lección: que las temporadas pueden darse así y no significa que haya sido un fracaso o nada de eso. Simplemente es el fruto del trabajo que se ha hecho durante la temporada", certera en ese análisis.

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