Enfado y huida de Mirotic

Contenía la posesión el Unicaja en los últimos segundos del partido, ya con todo sentenciado mientras se saboreaba la victoria en el Palau, cuando Nikola Mirotic se marchaba a los vestuarios, sin esperar a que acabara el partido y sin saludar a los rivales tras la derrota. Se fue enfadando con el paso de los minutos, cuando el Barcelona se mostraba impotente para remontar, el interior de origen montenegrino. El Unicaja consiguió mantenerle ligeramente por debajo de sus cifras habituales, aunque llegó hasta 17 puntos y cinco rebotes.

Disfrutó Mirotic de 10 tiros libres, que metió sin error, algunos de ellos tras faltas dudosas. Pero la jerarquía de un jugador de su dimensión tiene también sus beneficios en momentos así. Cuando Alberto Díaz le sacó una falta en ataque y también le pitaron otra por cargar sobre Carlos Suárez en un rebote fue torciendo el gesto con los árbitros, protestados por el Unicaja durante el grueso del partido aunque tuviera la concentración para no dispersarse.

Mirotic acabó desquiciado, como parte del Barcelona, por el gran partido del Unicaja. Hasta el entrenador, Svestislav Pesic, admitía que el equipo malagueño había jugado un duelo y que su equipo no tenía respuestas.