“El baloncesto en Europa es como una partida de ajedrez”

Brandon Jameel Davies (Philadelphia, 1991) es uno de los pívots de la gran batería que tiene a su disposición Sarunas Jasikevicius y que hoy se enfrentará al Unicaja. Tiene una historia personal curiosa detrás y ha encontrado en Barcelona un lugar para ser feliz, otra vez a las órdenes del técnico con el que triunfó en Kaunas. Allí coincidió con Deon Thompson, con el que trabó una buena amistad. Atiende con amabilidad a Málaga Hoy para hablar del último partido de cuartos de final de la Copa.

–¿Cómo afronta el partido ante el Unicaja?

–Estoy expectante, nos hemos preparado bien, hemos hecho buenos entrenamientos. Descontando las horas para que llegue el partido, con ganas de jugar

–¿Es extraño jugar una Copa sin aficionados en las gradas?

–En el pasado, los aficionados jugaban un rol básico en la competición. Traen mucha energía y excitación a los partidos. Es duro decirlo, pero conforme va avanzando la temporada te vas acostumbrando a jugar sin aficionados. Es duro, pero es lo que toca ahora.

–Tiene un buen amigo en el Unicaja, Deon Thompson, desde que coincidieron en el Zalgiris Kaunas.

–Sí, somos buenos amigos, estamos en contacto. Nuestras mujeres también son buenas amigas. Pasamos tiempo juntos durante el verano. Será divertido competir contra él. Hace un tiempo que no hablamos, pero sí. Solemos jugar a videojuegos juntos y será bonito encontrárselo en la pista. Dentro de las líneas del campo ambos somos competitivos, profesionales y daremos lo mejor de nosotros para que nuestro equipo gane. Una vez acaba, volveremos a ser amigos.

–¿Cómo lo definiría como jugador y persona?

–Es un gran jugador, competitivo, tiene grandes armas, distintas, para atacar. Puede tirar, postear, es fuerte. Pero con todo lo buen jugador que es, es aún mejor persona. Somos buenos amigos, es uno de los regalos de la vida haberle conocido.

–No jugó contra el Barcelona en el partido de ACB, pero está teniendo un rol importante en el equipo ahora mismo el joven Yannick Nzosa. ¿Qué opinión le merece?

–Sí, hemos estudiado a los jugadores del Unicaja y él juega en mi posición. Estoy preparado para competir con él. Tiene un enorme margen de progresión, pone muchísima energía en la pista. Y hace lo que tiene que hacer para su equipo siendo tan joven.

–¿Qué destacaría del Unicaja?

–Son un gran grupo de tiradores, muchos jugadores distintos te pueden anotar desde fuera. Nuestro plan de partido pasa por evitar sus tiros de tres puntos cómodos. Si lo conseguimos e imponemos nuestro juego, estaremos más cerca de la victoria.

–Tuvo a Sarunas Jasikevicius como entrenador en Kaunas y ahora otra vez. ¿Qué destacaría de él?

–Es un gran entrenador, sabe cómo llegar a los jugadores. Te demanda el máximo esfuerzo y la concentración cada día. Para jugar para un entrenador como él no te puedes guardar nada, tienes que dar lo mejor de ti cada día. Tenía grandes recuerdos con él de la etapa en el Zalgiris y ahora estamos en camino de conseguir incluso cosas mejores. Es una de las mentes especiales para el baloncesto que conocí, especialmente en Europa. Conoce cómo llegar a cada detalle del juego y explicarle a cada jugador muy concretamente lo que quiere. Es un orgullo jugar para él.

–Su general manager es Nacho Rodríguez, un malagueño. ¿Qué opinión tiene de él?

–Es una persona con la que es fácil entenderse, para un jugador eso es importante. Tuvimos varias conversaciones cuando él quería que yo viniera aquí Barcelona. Él jugó un papel importante en que yo tomara la decisión de venir, me hizo sentir que era una gran decisión venir, como así ha sido. Es una persona esencial para que yo esté en Barcelona.

–¿Cómo se siente en este baloncesto moderno?

–Creo que mi juego cabe bien en lo que se demanda ahora en el baloncesto. Me siento cómodo, pero tengo que continuar desarrollándome y ser cada vez mejor. Tengo que mejorar aún.

–¿Cómo de difícil es tener protagonismo en un equipo con tantos buenos jugadores?

–Tenemos en un equipo en el que todos pueden anotar 20 puntos en una noche concreta. La clave es poner el equipo primero, por encima, y es lo que estamos haciendo ahora. Cuando encuentras un grupo de tíos con esta disposición para el trabajo y con la mente en ganar, sientes que todos vamos en la dirección correcta y el cielo es el límite. Y por eso estoy expectante por lo que nos depara el resto de la temporada.

–Jugó en Italia, Francis y Lituania antes de llegar a la ACB. ¿Qué tiene de especial la competición?

–La ACB es la mejor Liga en la que jugué en Europa. Es muy duro competir en la ACB y en la Euroliga al mismo tiempo, es muy exigente. No es fácil, cada equipo aquí es complicado de batir, sólo tienes que ver los equipos que la ACB tiene en la Euroliga y eso muestra la naturaleza competitiva que tiene.

–Jugó dos años en la NBA con los Sixers. ¿Hay mucha diferencia con Europa?

–El baloncesto en Europa es más como una especie de partida de ajedrez. Hay muchos pequeños detalles que hay que comprender para hacer bien tu trabajo. Obviamente, la NBA es muy grande y hay tantísimos grandes jugadores allí... Pero en Europa hay un gran baloncesto también.