“Será bueno para mí y para el equipo jugar más tiempo de cinco”
Entrevista con Deon Thompson
El jugador americano es una pieza clave para el buen funcionamiento en su readaptación a un rol distinto al del año pasado
Piensa que hacer una pretemporada completa le puede ayudar a dar su mejor versión
Deon Thompson (Torrance, California, 1988) se siente muy cómodo en Málaga. Andalucía le recuerda a su tierra natal, a través de las redes sociales ha exhibido su admiración por estas latitudes en un verano atípico. Ante su segunda temporada en Málaga, el ala-pívot pasa a ser básicamente pívot como posición de partida. No respondió a las mejores expectativas en su primer curso, pero se ha preparado para dar el do de pecho en el segundo. En una extensa charla con Málaga Hoy, Thompson se explica y muestra sus sensaciones en los primeros compases de esta intrigante temporada 2020/21.
–¿Qué tal el verano? Le hemos visto trabajando en Los Guindos y disfrutando de diferentes ciudades de Andalucía y España.
–Fue un verano diferente, con toda la situación generada por el Covid. También tenía que arreglar los papeles de la residencia en España y decidí quedarme aquí y trabajar para que se solucionara. Y sí, he podido disfrutar de muchos lugares espectaculares en Andalucía y España, es un lugar ideal para pasar el verano. Con mi mujer hemos aprovechado la ventaja de quedarnos. También he entrenado, mezclando con el descanso.
–Parece que le gusta España.
–Sí, es un país muy bonito. He estado tres años ya. También conocí estando, en Burgos, la región de Castilla-León, con montañas, viñedos, buena gastronomía... Andalucía es muy diferente, con muchas playas, mucho mar. Soy de California y me recuerda mucho Andalucía al sur de California. El tiempo, las playas, también la forma de comportarse de la gente... Es una sensación familiar y es algo bueno.
–Ha jugado en nueve países. ¿Piensa que es bueno conocer la historia, la comida, el sitio donde vive para adaptarse?
–Hay jugadores que tampoco se benefician de eso, que no se sumergen y pueden rendir bien y tener éxito en la pista, yo creo que es posible. Sí es verdad que hay jugadores americanos que pueden tener una mente cerrada, de pensar que todo el mundo en Estados Unidos, pero obviamente no es verdad. Hay tantas culturas, comidas, creencias... Yo intento sumergirme y aprovechar la experiencia. Nunca sabes qué viene el día después, dónde estarás y qué puede servirte más tarde. Intento aprovechar cada oportunidad, también para conocer a la gente. Estoy contento por aprender a hablar español.
–¿Qué diferencias ve entre el baloncesto en España y el resto de países en los que estuvo?
–Fuera de la NBA, también por debajo de la Euroliga, la Liga Endesa es la mejor del mundo. Hay mucho talento en España. No sólo de jugadores extranjeros, sino de los de aquí. Es increíble. Sólo tienes que mirar cómo ganó el Mundial España el año pasado. Es impresionante, juegan juntos, ellos se llaman la Familia y es así, desde fuera se ve esa unión. Ese nivel que te da el jugador español eleva el de la Liga en general. A los entrenadores les gusta jugar rápido, un ritmo alto, buen movimiento de bola. A los aficionados les gusta el baloncesto. Es evidente que en Europa el fútbol es muy, muy dominante, pero es bonito ver que en un país como España en el que el fútbol tiente tanta presencia, con Real Madrid, Barcelona, Sevilla con esa final que ganó en la Europa League... Es bonito para un jugador extranjero venir a un país en el que el baloncesto es valorado.
–¿Y se siente cómodo en ese tipo de baloncesto?
–Sí, sí. Yo me siento que encajo bien. En North Carolina, mi universidad, estaba acostumbrado. Hacíamos uno de los baloncestos más rápidos de la NCAA, mucho vértigo y ritmo. Es diferente el baloncesto profesional, pero también hay que correr rápido. Jugué bien en Burgos, tuve éxito allí, también me sentí cómodo en Málaga. Tengo que trabajar para ser más constante y seguir mejorando.
–¿Cuáles son las primeras sensaciones en el trabajo colectivo?
–La sensación es que se le dio al pause hace un mes y poco y que ahora se dio al play. Seguimos muchos del año pasado más Tim [Abromaitis]. La manera en que jugamos en Valencia en la burbuja fue muy buena. Fuimos desafortunados en ese partido contra el Baskonia, la manera en la que el partido terminó en la prórroga... A veces en el baloncesto hace falta ese poco de suerte para ganar. Pero tuvimos sensaciones, la forma en que jugamos nos gustó. Hay jugadores que no volvieron, como Josh Adams, Melvin Ejim, Frank Elegar o Axel Toupane, pero tenemos un grupo de buenos tíos, conocemos el sistema, sabemos lo que el coach Casimiro quiere de nosotros y seguimos en ese camino de hace un mes.
–¿Es difícil trabajar con la situación actual del coronavirus?
– Para mí, ir al gimnasio o a la pista es la manera en que desconecto del mundo. El baloncesto es para mí mi vida. Cuando estoy en la pista me siento a salvo. Obviamente, cuando sales de la pista estás en el mundo real y ves la incertidumbre que hay en todo el planeta. Hay momentos duros, pero no podemos manejar mucho lo que va a pasar, si vamos a ir mejor, a peor... Para mí, ir al pabellón es una liberación. Además, hay una gran química en el grupo que te hace disfrutar de la experiencia.
–Jugaron en Valencia sin público. ¿Cómo es la experiencia? ¿Cuesta concentrarse por el ambiente frío?
–Para mí no tanto porque como jugador de baloncesto lo que amamos es jugar. Obviamente, jugar con aficionados te da algo más, es una mejor experiencia. Pero hacemos nuestro trabajo, no es un sentimiento tan especial, es una atmósfera extraña, pero jugar 5x5 es lo mejor. Lo prefiero, claro, a estar en casa encerrado.
–Por la configuración de plantilla, parece que jugará esta temporada más de cinco que de cuatro, ya lo admitió Casimiro. ¿Habló el entrenador con usted de ello? ¿Se siente preparado?
–Sí, el primer día de entrenamiento me comentó que tendría un rol diferente esta temporada. Yo sólo quiero jugar, me da igual de cuatro o de cinco, quizá pueda tener más minutos de cinco. Durante la pasada temporada ya jugué algún momento como cinco, pero siempre practicaba como cuatro. Ahora entreno como cinco y voy entendiendo lo que el entrenador demanda ahí. Con tiempo estaré más cómodo y lo comprenderé todo mejor. Aunque también te digo que, hoy en día, en el baloncesto jugar de cuatro o de cinco es casi lo mismo. Lo principal es a quién tienes que defender, es lo que puede cambiar más. Pero, en ataque, hay que hacer cosas muy parecidas.
–¿Tiene que cambiar su cuerpo para jugar más de cinco? ¿Más músculo y peso?
–Tengo que ser más fuerte, obviamente, los jugadores son más pesados y altos. Pero también creo que puedo ser más rápido como cinco undersized. Para mí, antes de que comience la temporada, mi reto es estar más fuerte sin perder mi rapidez. Hay una pretemporada en la que perder peso y ponerme fuerte sin perder velocidad.
–Jugó algunos buenos partidos el año pasado, pero el aficionado esperaba más continuidad, más impacto en el juego. ¿Está preparado para dar un paso adelante?
–La pasada pretemporada fue muy difícil. Respeto muchísimo a los jugadores que juegan la temporada, van con la selección, vuelven a su club otra vez, juegan a buen nivel... Es mucha exigencia. La pasada pretemporada no pude hacer la preparación correcta. Este año está siendo muy buena. En Los Guindos he estado trabajado durante todo el verano y eso me ha permitido prepararme muy bien para empezar la pretemporada en un punto alto. Mi principal reto es ser continuo y consistente. He podido hacer buenos o grandes partidos, pero separados, pero tengo que ser consistente, cada día, cada partido, cada entrenamiento. Es mi objetivo este año, la consistencia. Si seguimos a este ritmo de trabajo, veréis ese paso adelante, seguro.
–Vimos que en el Zalgiris sólo lanzó una vez de tres puntos y que aquí tuvo que hacerlo mucho más. ¿Le costó ajustarse?
–Es un asunto de la posición o el rol. En Zalgiris ocupaba el puesto de cinco y no estaba en el perímetro para lanzar de tres. El año pasado sí estaba más y estuve en el 35% de acierto lanzando bastante. En baloncesto, todo depende del rol en el que estés, cualquier rol depende del trabajo que te encargues. Es como en cualquier trabajo en cualquier aspecto de la vida. Si eres escritor o periodista o escribirás del tiempo o de los crímenes según estés encargado. Según el rol que te den debes hacerlo mejor. Aquí en España, en el sistema del coach Casimiro, es diferente. En el puesto de cinco tendré opciones de tirar desde fuera, de continuar hacia la canasta y acabar cerca. Creo que tengo una ventaja respecto al año pasado jugando de cuatro. Como cinco tengo las mismas cualidades y opciones que tenía de cuatro y puedo mantenerlas y añadirle otras distintas. Será bueno, seguro, para mí y para el equipo.
–¿También le tocará crear más juego desde el poste bajo?
–En baloncesto nunca puedes predecir. Es algo así como la poesía, fluye. En baloncesto no puedes decir ‘haz esto, haz eso, tú aquello’... Porque después el partido puede ir por otro sentido. Es una habilidad que tengo, jugar en el poste bajo y ver a mis compañeros. Abromaitis es un tirador impresionante, tenemos muchos tiradores buenos. Y jugar en el poste bajo como cinco teniendo buenos tiradores alrededor puede ser una gran ventaja para mí.
–¿Le ayuda a los pivots tener un base puro como Gal Mekel?
–Definitivamente. Todo el mundo sabe qué pasador es Gal. Le vimos en ese partido en Badalona antes de la cuarentena y también en Valencia, en la fase final. A mí, Rubén, Volo, Tim, Carlos... Y a todo el equipo en general. Maneja el spacing muy bien. Si estás abierto y en una buena posición, Gal te va a encontrar.
–Hubo cambios durante la temporada, pero la plantilla es casi la misma que acabó. ¿Es una ventaja?
–Sí, tener buenas sensaciones, y acabamos con buenas, es importante. En el baloncesto europeo los equipos cambian mucho tras los play off. Pero ves al Barcelona, al Madrid, Valencia y Baskonia que hay buenos núcleos de grupo formados durante años. Las relaciones en la pista, cómo les gusta jugar, dónde le gusta el balón para tirar, cómo se abre... Para nosotros es una buena noticia que podamos trabajar juntos otra vez. Debemos continuar creciendo sobre esa base.
–Es un poco arriesgado por lo delicado de la situación, pero ¿cuál es el objetivo del Unicaja esta temporada?
–Es difícil decirlo cuando ves partidos suspendidos. Esperemos a que empiece la temporada. En Eurocup debemos tener el mismo objetivo que el año pasado, llegar lo más lejos posible para escalar a la Euroliga. Un club como el Unicaja es donde se merece estar. En la Liga Endesa pudimos ver lo duro que es estar ahí, con equipos como Tenerife, Zaragoza, Bilbao metidos en el Top 8, Burgos ahí cerca. Debemos estar en la mejor posición posible en el play off y ahí tener el factor cancha, ojalá que con nuestros aficionados en la pista.
–¿Ve los play off de la NBA?
–Los veo, aunque los últimos no llego porque es muy tarde. Cada noche hay muchos partidos para ver. Crecí viendo a Kobe Bryant y Shaquille allí en California y era de Los Angeles Lakers. Además, está allí ahora uno de mis mejores amigos, Danny Green, estuvo en mi boda. Coincidí varios años e North Carolina con él. Soy fan en el Oeste de los Lakers y en el Este de Milwaukee Bucks porque tengo allí otro gran amigo, Marvin Williams. Así que quiero ver una final Lakers-Bucks, estaría muy feliz por uno de ellos ganando el anillo.
–¿Cómo ve las diferencias entre Europa y Estados Unidos?
–Creo que son diferentes baloncestos. En la NBA hay muchos tiros de tres y bandejas o mates. La razón es por la distancia a la que está la línea de tres, eso provoca más espacios para penetrar, hay más spacing. En Europa la línea de tres está más cerca y no se castigan los tres segundos defensivos. Hay menos espacios, tienes que ser muy táctico, estudiar la manera en la que pasas el balón o atacar, hay menos espacio que en la NBA.
–Una de las personas que más ha contribuido a este cambio es Stephen Curry. Le conoce bien, jugó un Mundial sub 19 con Estados Unidos con él de compañero.
–Curry es un gran tipo. Éramos chicos jóvenes, jugamos ese Mundial en Novi Sad, en Serbia. Perdimos contra Serbia [jugaban Markovic, Marjanovic o Macvan en aquel equipo] precisamente la final, ganamos la plata. Como dices, Stephen ha cambiado el baloncesto para siempre. Como dices, es impresionante su rango de tiro, desde dónde puede meter la bola. Desgraciadamente, no podemos verle en estos play off y nos hemos perdido muchos partidos con lesiones. Pero es un jugador al que todo el mundo adora ver. Disfrutas, él disfruta, siempre sonriendo, transmitiendo buenas sensaciones... Ojalá le podamos ver pronto.
–Jugó en North Carolina, pocos lugares más sagrados en el baloncesto. ¿Cómo es jugar allí?
–Para mí fue muy especial. Soy de California y North Carolina está en la otra punta del país. Son cinco horas de vuelo, para mí fue dejar mi casa, mi familia y hacer una vida nueva. Jugar para el coach Williams, beber de esa tradición de baloncesto, de esa cultura, es algo que no había experimentado antes. Ganamos en 2009 la March Madness, jugamos otros torneos. Conocí a mi mujer en la universidad, conservo el contacto con amigos de aquella época. Me ayudó a ser la persona y el hombre que soy hoy.
–Hablaba de ese título en 2009. ¿Anhela un título en Málaga?
–Afortunadamente he podido ganar títulos en varios países en los que he jugado, ligas domésticas y copas. Pero no he ganado un título europeo, una Euroliga o una Eurocup. Es un objetivo en mi carrera, ganar un título a nivel europeo. Es realista ganar la Eurocup. Y en la Liga Endesa debemos estar ahí. Cada partido, cada semana, importa.
–Ha entrenado con entrenadores míticos como Roy Williams o Svetislav Pesic. También con algún joven, como Jasikevicius, pujante. ¿Qué aprendió de ellos?
–He intentando aprender y llevarme un poco de cada entrenador que tuve. Pesic, por ejemplo, me hizo alcanzar una mentalidad muy fuerte. Para jugar para entrenadores como él, tan exigentes, tienes que ser muy duro. Es un reto cada entrenamiento. Jasikevicius es una mente increíble de baloncesto, superlativa. La manera táctica de preparar los partidos, de atacar a los otros equipos, es impresionante. Pide mucho a sus jugadores, hacerlo de una manera concreta. Pero es una manera increíble de ver el baloncesto la que tiene. Del coach Williams fue, sobre todo, la manera de construir un equipo, de hacer que sea una familia, con lazos. El respeto por los compañeros dentro y fuera de la pista. Tienes que coger y llevar contigo lo que cada entrenador te enseñe.
–¿Lo hará bien Jasikevicius en Barcelona?
–Ves el roster, con Calathes, Higgins que sigue, también Mirotic, Davies, los jugadores españoles... Tienen un roster increíble. Tiene todas las piezas necesarias para tener éxito, pero en baloncesto nunca sabes cómo las cosas pueden funcionar. Muchas veces un gran equipo sobre el papel no funciona en la pista. Nunca sabes, pero le deseo lo mejor. Jugar para él fue un placer y un honor. Espero encontrarme con él esta temporada.
–¿Y ve esa química en el vestuario del Unicaja?
–Sí, la veo. Ves la manera en que trabajamos, hay ambiente bueno trabajando duro. Disfrutamos en el gimnasio, en los entrenamientos en pista, en el vestuario. Ponemos música, nos reímos... La química es importante, sobre todo en estos momentos de incertidumbre en el mundo. Tener un vestuario sano ayuda a llevarlo mejor. Venir al Palacio y ver a todos con ganas de trabajar..
–¿Qué tal con los jóvenes?
–Francis ha tenido un buen verano trabajando, he estado mucho con él y seguro que nos ayudará. Jaime no empezará la temporada y tendrá una gran oportunidad para demostrar y ayudar. Con Yannick Nzosa también estuve, en el gimnasio y en la pista. Tiene algo que no se puede enseñar, su altura y su capacidad atlética. Tiene hambre, quiere trabajar duro. Y Pablo me gusta mucho también. Ha estado trabajando en Valencia con España. Él año pasado nos ayudó en momentos difíciles. Trabaja duro.
–Se le ve con buena sintonía con el núcleo español.
–Son grandes compañeros. Alberto, Jaime, Carlos, Rubén... Ahora que hablo más español, mejor (risas). Son grandes compañeros, pasas mucho tiempo con ellos y es bueno tener conexión.
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