“Sé que este año luego me lo va devolver el baloncesto”

Entrevista con Francis Alonso

El jugador malagueño del Unicaja explica cómo es la adaptación a un rol bastante distinto al que tuvo antes

Admite que en otro club distinto hubiera rechazado la proposición, pero quiere triunfar en su casa

Las fotos de la entrevista a Francis Alonso
Francis Alonso, frente al Carpena. / Javier Albiñana

Francisco Fernando Alonso Martínez (Málaga, 1996) está en una temporada que es un reto para él. De ser desde niño protagonista ofensivo de sus equipos a otro rol distinto, al que se adapta poco a poco para que Katsikaris le vaya dando más minutos. Habla con calma durante más de media hora con Málaga Hoy.

–Especialista defensivo, nadie lo vio venir.

–Este año estoy madurando como jugador en ese aspecto, sabía las circunstancias, mi rol cuál iba a ser. Me comprometí con Fotis sabiendo que quería quedarme en casa, me dijo cuáles iban a ser las circunstancias, que los minutos iban a ser complicados. He tenido que encontrar otra manera de tener mis minutos. Siempre intento ayudar al equipo en lo que necesite. Todo el mundo sabe que puedo anotar, que puedo ser una amenaza de tres. Si el equipo necesita ahora un plus defensivo, pues lo voy a dar. Durante varios años ha sido mi debilidad y he estado trabajando para mejorarlo y ha dado la casualidad de que este año la clave para tener minutos es ésa. Para mí ha sido un test muy grande. No estoy conforme, quiero seguir mejorando en ello, veo que me está dando minutos para al menos encontrarme en la pista e intentar ser el Francis Alonso que todo el mundo conoce, pero quiero seguir haciéndolo mejor.

–Siempre ha sido el anotador del equipo, desde que estuvo en Los Guindos, en Greensboro, incluso en su primer año en el primer equipo. ¿Es un proceso mental duro?

–Es muy duro, pero es ser un profesional, así lo veo. No todas las veces vas a tener el rol que quieres, no todas las veces el equipo necesita que hagas 20 tiros, habrá veces que el equipo necesite otras cosas. Intento ser flexible para ser un profesional completo. Me baso en ganar. Si yo sé que saliendo los minutos que sea, siendo sólido en defensa y moviendo el balón e intentando dar esa alegría, o ir duro contra un tío y hacer dos o tres faltas duras para que salga del partido, lo voy a hacer, aunque ese no sea el jugador que he sido durante mucho tiempo. Eso es un ser profesional y es el rol que tengo ahora. Me veo desde fuera y estoy satisfecho con mi mentalidad y de la manera con que estoy afrontando este reto. Tengo la conciencia tranquila.

"En otro club no hubiera aceptado este rol; yo voy a dar lo que sea por el Unicaja y por Málaga”

–¿Lo entiende como un crecimiento integral como jugador?

–Totalmente. Cada uno se puede tomar este año de diferente manera. Yo me lo tomo por el lado positivo. Sí, podía haber buscado otro equipo, donde podía tener 20 tiros por partido o haber tenido esa libertad. Pero decidí quedarme porque veía esto como un reto, quería demostrarme a mí mismo y a todos que lo que digo es verdad, que sólo me importa ganar. Desde que gané ese oro con selección española sub 20 mi mentalidad cambió, me di cuenta de que lo que importa es ganar. Y quiero buscar ese tipo de retos, que haga que mi conciencia esté tranquila porque miro por lo colectivo y no por lo individual. Sé que este año, por lo que estoy pasando, luego me lo va a devolver el baloncesto. Seré un profesional más completo, conoceré más el juego, dominaré más lo que pasa en los dos lados de la pista.

Francis Alonso, durante la entrevista.
Francis Alonso, durante la entrevista. / Javier Albiñana

–¿Se fija en alguien para intentar defender mejor?

–Tengo al lado a uno de los mejores, Alberto, que siempre lo ha demostrado. No me fijo en algún jugador concreto, pero sí en la forma de defender. No puedes defender a todos igual. Me apoyo en los entrenadores, que hace un gran scouting para conocer a los rivales. Parte de la defensa viene de ese estudio previo a los partidos, creo que hacemos un buen trabajo. Veo vídeos con Paco, Ángel o Alberto. Intento ser sólido, conocer a mi jugador, saber cómo puedo pararle, sean 10 minutos, cinco o dos. Habrá veces que tendré que salir y ser físico gastando faltas, otras no. Intento que ese tiempo que me gane en defensa me permita encontrarme un poquito más en ataque. Esperemos que siga así.

"El partido ante el Fuenlabrada lo acabé con un gran dolor de cabeza, no me había pasado antes”

–Está encontrando más situaciones de tiro en los últimos partidos. ¿Viene consecuencia de lo que decía?

–Sí, es muy difícil para un jugador en un periodo corto encontrarte a ti mismo. Necesitas mucho la pelota. Sabía mi rol desde principio de temporada e intenté sacar esa energía desde la defensa. De hecho, creo que en ciertos aspectos estoy más contento por la defensa que por el ataque. Se está trasladando poco a poco y también me están encontrando más los sistemas, me estoy involucrando más en el ataque y ver qué necesita el equipo. Habrá veces que mi responsabilidad sea darle ritmo al ataque y otras veces que mi rol sea salir y castigar. Creo que estoy ayudando al equipo.

–Siempre tuvo mucho balón, ahora le toca ser más concreto.

–Es un reto, sí. A final de temporada lo pasé mal porque es un proceso difícil. Es complicado entrar en la fluidez del juego si no te sientes partícipe y no tienes balón. Fue un proceso en verano, tras hablar con Fotis sabía cuál era el objetivo. Ser el mejor jugador defensivo posible para poco a poco tener más opciones ofensivas. Intento ser eficaz a la hora de castigar, ser productivo, pero también intento recuperar las sensaciones con el balón en las manos para no perder lo que tenía. Me gustaría tener más responsabilidad y tener esas otras sensaciones, por si hace falta poner la carne en la brasa estar preparado.

"Cederle el número a Cabezas me salió natural, era uno de mis ídolos de pequeño y se lo merecía”

–¿Hubiera aceptado ese reto que decía de no ser en Málaga?

–No, no lo hubiera aceptado, hubiera buscando otro lugar. Yo voy a dar lo que sea por el Unicaja y por Málaga. Es lo que siento, me tira mucho, este club me tira mucho. He pasado muchísimas experiencias, desde que venía de niño cuando mi padre entrenaba y jugaba con Carlos o Berni tras el entrenamiento. Tengo ese lazo de conexión, que nunca se va a romper. Entonces, la mayor parte de haber aceptado este reto es porque estaba en este club. Para un anotador que siempre ha tenido el balón en la mano es un reto, madurar. A medida que pasa veo también crece la ambición por ser mejor jugador.

Francis Alonso, en el Carpena.
Francis Alonso, en el Carpena. / Javier Albiñana

–Hablaba de Carlos Cabezas. ¿Cómo vivió cederle el número?

–En cuanto me reuní con Juanma y me lo dijo fue un honor. Supe de la idea y de natural me salió que claro, que por supuesto. Desde pequeño, como te decía, iba a los entrenamientos, jugaba un rato con él y con Berni cada día. Son ídolos para mí. Tenía que hacerlo, Carlos se lo merecía. Para un niño que ha visto a esos jugadores crecer, que Carlos ha sido uno de sus ídolos es natural que cuando te lo digan pienses en esa persona que veías de pequeño. Fue un orgullo. Después me lo encontré muchas veces y hemos tenido la oportunidad de hablar y conectar un poco más y es una alegría que esté en casa y tener conversaciones con él.

"Es complicado entrar en la fluidez del juego si no te sientes partícipe y no tienes el balón”

–¿Con gente en la grada saben mejor los triples?

–Tener la oportunidad de por fin compartir esto con los aficionados de Málaga es siempre que tenía en mente. Tenía ganas de tirarme por un balón, sacar una falta en ataque o meter un triple y compartirlo con la gente. De pequeño era el primero que saltaba cuando lo veía. Intento hacer lo contrario ahora y es algo muy especial para alguien de aquí y que siempre disfrutó viéndolo.

–¿Se nota el público?

–Totalmente, muchísimo. Cuando necesitamos esa chispa, positividad o alegría siempre están ahí. Responden, son fieles, es un plus, el factor Carpena. Es muy difícil ganar aquí y más con una afición así.

–Le está costando al equipo ser regular.

–Estamos en un bache, lo importante para salir es enseñar el carácter, quitarse lo que haya externo que pueda llevar a lo negativo. Hay que salir y dejarnos todo, si hacemos eso, se contagia. Cada uno mira las cosas de un lado positivo o negativo. He sido aficionado y lo que quiere es que el equipo esté bien. Tiene todo el derecho a pitar, como hizo el sábado anterior, al descanso. Ellos son parte de nuestro éxito. Para un jugador malagueño eso te entra en la sangre. En el partido contra el Fuenlabrada acabé con un dolor de cabeza tremendo, como jugador nunca había tenido esa sensación, acabé el partido frustrado y nervisio de la rabia que tenía dentro. Es tiempo de sacar el carácter, desfogarse en la pista y mostrar el orgullo de pertenece a este club. Es trabajo de todos, unas veces será uno el que ponga el listró y otras veces otro. Como equipo todos tenemos que llegar a una y hacerlo.

–¿La química es buena?

–Sí, habrá baches individuales y cada uno tendrá sus problemas, pero en la pista somos uno. Tenemos que tirar uno del otro. Cuando somos positivos y no nos dejamos afectar por un ataque malo o una defensa malo, si limpiamos las mentes, vamos mejor. Puede ser que Alberto nos reúna y contagie, que Carlos diga algo. Tenemos que mostrar esa piña y ese carácter vamos a salir adelante. Es la actitud y más ahora. No nos podemos llevar por lo negativo.

Francis Alonso, en las afueras del Carpena.
Francis Alonso, en las afueras del Carpena. / Javier Albiñana

–Al equipo le cuesta más lejos del Carpena.

–A partir de ahora no hay excusa ninguna. Cualquier desliz que haya es culpa de todo el equipo. Soy responsable de cualquier error o falta de carácter que haya. Es trabajo de los 12 y los entrenadores. Cualquier fallo será colectivo. Tenemos que salir los 12 juntos de esto. Hay que ser mejor jugador conectando con los demás. Como malagueño es lo que tengo que hacer. 5 o 10 minutos, pero si hay que tirar del carro a nivel mental y ser positivos, ahí estaré. Es muy fácil caer en ese bache, sabiendo que hay nervios y tensión.

–¿Cómo ven la Copa?

–Es un reto, está ahí y está en nuestra mano. Sería más difícil si no dependiera de nosotros. Está en nuestra mano y tenemos que ir a por ello con la cabeza limpia. Es trabajo nuestro y el club y la afición se merecen que estemos en Granada.

–¿En qué se trabaja en estas dos semanas de parón?

–Mejorando nuestra condición física, manteniendo nuestra forma, nuevas jugadas que se implanten cuando vengan todos, conceptos, detalles que necesitamos pulir para que todo sea más fluído. También a nivel personal intentar recuperar cosas que no hay tanto tiempo para trabajar. Esta semana venía bien este parón para limpiar las mentes y afrontar los siguientes partidos de una manera positiva.

–¿Qué tal los chavales de la cantera?

–Lo están haciendo muy bien, con muy buena actitud. Siempre intentando escuchar, siempre intentando mejorar. Están haciendo muy buen trabajo. Como canteranos pueden tener momentos de nervios, pero se nota la mentalidad de querer hacerlo bien y de demostrar. Tienen una oportunidad bonita y la están aprovechando.

"Norris Cole es un grandísimo profesional, él viene de otra cultura e intenta marcar su territorio”

–¿Cómo es Norris Cole en el día a día?

–Muy buen tío, muy alegre, todo el rato hace bromas. Tiene sus cosillas a nivel competitivo, pero todo jugador que ha estado en Estados Unidos, lo hablaba con Rubén el otro día, sabe que son así. Lo que pasó en el tramo final con el Fuenlabrada, por ejemplo, es marcar el territorio. Ellos tienen otra cultura, cuando vas allí te tienes que adaptar a eso. No indica que él sea mal tipo ni nada por el estilo. Él se cría así, tiene esa cultura. Es trabajo de todos, del equipo, también controlarlo, pararlo, decirle ‘oye, ahora no’. Pero no se le puede juzgar por esa acción. Aquí se ve de una manera y allí de otra. Los que estamos con él cada día sabemos que es un grandísimo profesional, que es un currante. Tenemos que ayudarle, es su primer año en ACB.

"Estoy intentando ser eficaz en algo concreto, me estoy centrando ahora en las salidas de bloqueo”

–No entró en la lista de la selección esta vez. ¿Es algo más de motivación trabajar duro para volver?

–Mi deseo hubiese sido ir, pero las cosas no salen como quieren. Lo entiendo perfectamente, mis minutos han bajado respecto al año pasado, he jugado menos. Lo veo como una oportunidad para mejorar. Aprovecho esta semana para recuperar cosas, explotando cosas que no había trabajado antes.

Francis Alonso posa para 'Málaga Hoy'.
Francis Alonso posa para 'Málaga Hoy'. / Javier Albiñana

–Decía que trabajaba por sensaciones el tiro la cuestión de volumen del lanzamientos.

–Ahora mismo, sabiendo la situación del equipo, estoy intentando ser eficaz en algo concreto. Me estoy centrando en las salidas de bloqueo, perfeccionando, porque sé que es en lo que ahora más puedo ayudar, lo que se me pide. Que tenga ese control de la s situaciones. Me estoy dedicando mucho a salidas de bloqueos y las lecturas de las defensas rivales para ver qué necesita en cada momento el ataque. Esta semana trabajo mucho el pick and roll, el manejo de balón también, preparado para lo que se me pueda pedir. Al tener menos balón tienes que leer más el juego, estar más frío, tiendes a acercarte al balón pero igual lo recibes en mejores condiciones alejándote de él. Es un poco ese proceso que decía antes, a nivel mental cómo estar preparado. Es difícil, pero para eso un jugador completo tiene que tener un buen nivel mental y físico. No tocas el balón en tres posesiones, pero cuando lo toques debes ser eficaz. Esta temporada es la primera vez que me pasa que salgo al partido por primera vez al partido en el tercer cuarto. Estás en el banquillo y tienes que hacer lo que sea para estar caliente y salir. Quiero ser ambicioso, no quiero conformarme.

–¿Ha cogido más volumen de hombros?

–No lo sé, la verdad, sí me siento más fuerte para frenar a gente más poderosa. Ahora soy un tres (risas). Entrenar con Bouteille y Jonathan todos los días me ayuda. A nivel defensivo y físico me estoy encontrando mejor que nunca. De piernas y de movilidad, muy bien. No hay techo, hay mucho espacio para mejorar.

-¿Le costó tras cinco años en EEUU recolocarse en Málaga?

–El camino fue un poco con curvas desde que llegué, con Fuenlabrada, Oviedo, el Covid... No se sabe qué hubiese pasado si me hubiera quedado en Fuenlabrada. El destino es el destino. Estoy aquí en mi segundo año. Cada persona tiene su camino. Estoy contento en mi ciudad, en mi club, con mi afición, con mi familia, mi novia y mis amigos. Hay que estar agradecido, soy un privilegiado porque vivo y mi trabajo es lo que me gusta. Siempre lo tengo en mente, somos unos privilegiados.

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