"Con mis defectos, creo que cumplí lo que el club me planteó"
Unicaja Baloncesto | Entrevista a Joan Plaza, entrenador del Zenit
El entrenador con más partidos en la historia del Unicaja regresa esta semana con el Zenit ruso para jugar el Costa del Sol
Repasa en ‘Málaga Hoy’ su etapa cajista
Joan Plaza (Barcelona, 1963) se medirá esta semana al Unicaja por primera vez desde que abandonó Málaga en 2018. Será en el marco del Trofeo Costa del Sol. Estará con su Zenit de San Petersburgo unos días, entrenando en el Carpena y en Los Guindos, en la que dice que es “mi segunda casa”. Antes de una temporada ilusionante, con un proyecto que debuta en Euroliga, atiende con amabilidad a Málaga Hoy y hace un extenso repaso a su etapa en Málaga, un lustro que dio para mucho.
–Cuéntenos un poco, Joan, cómo le va por San Petersburgo, como ciudad, y cómo es el proyecto del Zenit, cuáles son los retos.
–La ciudad es una de las más bonitas que nunca haya conocido, pero... hay que venir en verano y así evitar los 22 bajo cero de media que tenemos en invierno. La llaman la Venecia del Norte por sus canales, sus museos, iglesias, catedrales, galerías, teatros y parques que inundan una ciudad de casi seis millones de habitantes, confirmando que es la capital cultural rusa. El proyecto es muy nuevo. La política utilizada durante años era equivocada, pues sólo se dedicaban a fichar a buenos jugadores, sin invertir demasiado en todo lo que debe rodear a un equipo (Marketing, Media, Ticketing, Área Técnica, Cantera, Prevención Lesiones, Infraestructuras...), pero con el nuevo General Manager todo ha dado un giro espectacular y se intuye un bonito futuro para la entidad, pero ahora nos tocará sufrir y mucho.
–Desde la distancia se ve que se ha confeccionado una plantilla competitiva, con muchos jugadores con pasado ACB.
–Bueno, no engaño a nadie cuando hablo del nivel de competitividad de la Liga ACB, del talento de sus jugadores, de la gran calidad de los entrenadores y de la mayoría de directores técnicos. Es por ello que, si debía jugármela en esta última temporada, quería hacerlo con gente seria, eficaz, contrastada y emocionalmente solvente. También he podido traerme a algunos de los mejores asistentes que hay en España y en Europa (Samaniego, Riera y Andrín), y con todo ello, intentaremos hacer una “buena” temporada, acorde con nuestro presupuesto y experiencia.
–Uno de sus fichajes es Will Thomas, al que conoció bien en Málaga. ¿Qué espera de él?
–Will Thomas siguió creciendo tras dejar Málaga y ha demostrado ser uno de los ala-pívots más solventes en Europa. Su talento, experiencia y forma de ser pueden ser fundamentales en esta temporada tan compleja que debemos jugar. Es de este tipo de jugadores que querrías tener siempre a tu lado.
–Será su octava temporada en Euroliga con cuatro clubes de tres países distintos. Imagino que es una motivación especial.
–Sí, no lo puedo negar. Para mí, honestamente, es muy temprano para una entidad como el Zenit tener el privilegio de jugar esta competición por primera vez en la historia del club. Pero quien me conozca sabe que voy a dejarme la vida, por sacar lo mejor del grupo humano que hemos armado y ofrecer a esa gran ciudad, un espectáculo al alcance de muy pocos en Europa. Es un honor competir de nuevo contra los mejores entrenadores del continente y me trae grandes recuerdos de mis etapas en el Real Madrid, Zalgiris Kaunas y Unicaja.
–Tienen a varios jugadores en el Mundial. ¿Cómo llegarán al Trofeo Costal del Sol?
–Vendré con 10 jugadores, más Khvostov (lesionado) y dos juniors. Albicy, Ponitka y Zubkov estarán peleando en el Mundial. Llegaremos con 10 días de trabajo y por tanto, lejos, como todo el mundo, de cómo esperamos llegar al primer partido oficial.
–Ha participado varias ediciones de este torneo como entrenador del Unicaja. ¿Qué le parece el evento?
–Es un hecho que hay pocos torneos que, en un formato de triangular, puedan jugarse partidos con este nivel. Muchos de los mejores equipos de Europa han pasado por la historia de este Costa del Sol y es un placer inscribir nuestro nombre ahí y sacar buenas conclusiones del mismo.
–No es un partido de competición oficial, pero imagino que contento por regresar a Málaga y estar unos días. ¿Qué le marcó más de su estancia aquí personalmente?
–Bueno, queda fuera de toda duda que Málaga me acogió durante cinco años y eso me marcó profesional y personalmente. Yo creo que más allá del emplazamiento en sí, por el que comprendes que muchos extranjeros se queden a vivir aquí, fueron las personas quienes me cautivaron. Me adapté, aprendí y maduré en muchos aspectos.
–¿Le cambió algo el carácter vivir ocho años en Andalucía?
–Como siempre digo, hay que salir de tu entorno natural, de tu zona de confort, para entender mejor las cosas y valorar las que ya tienes. Para alguien curioso como yo, con ganas de seguir aprendiendo y acumular experiencias que me mejoren, estos ocho años me han abierto más las miras, me han hecho aún más tolerante si cabe. Me han reafirmado que los estereotipos son algo añejo y retrógrado que en poco o nada se corresponden a la realidad. En definitiva, aquí me contagiaron otra forma de entender la vida.
–Si mira hacia atrás, con la distancia del año que transcurrió desde su salida del Unicaja, ¿cómo valora ahora esos cinco años?
–Estoy muy orgulloso de mi etapa en Unicaja. De pequeño soñaba con poder entrenar algún día, si me lo merecía y como mucho, al Joventut de Badalona, tan siquiera veía asequible al Barcelona. Pero nunca imaginé poder dirigir a los equipos profesionales/seniors a los que me enfrentaba en categorías inferiores. El Unicaja era uno de ellos y para mí es un privilegio tenerlo en mi currículum.
–Un título europeo, entrenador con más partidos en la historia del club, recuperar competitividad... ¿Con qué momento o logro se queda?
–Cuando llegué aquí los retos eran: llenar el Carpena de nuevo; asentar al equipo otra vez en la zona alta participando de nuevo en Copa del Rey y play off en ACB, además de llegar lo más lejos posible en Euroliga/Eurocup; volver a tener jugadores malagueños y de la cantera al primer equipo; y crear una línea de trabajo lejos de cambios de jugadores a mitad de temporada. Creo que, con todos mis defectos, cumplí (gracias a todos y cuantos me rodearon y creyeron en mí), con los objetivos que el club me planteó. De eso es de lo que estoy más orgulloso.
–¿Tiene la sensación de que duró el tiempo preciso su etapa en Málaga, que debió acabar antes o que pudo prolongarse?
–Pudo acortarse, pudo alargarse, pero lo hecho, hecho está. La vida no es si no una sucesión de etapas y de retos, en los que tu eres válido mientras aportes y mejores el entorno en el que vives o trabajas. Yo estoy satisfecho con mi contribución a esta casa y ojalá quienes me contrataron piensen lo mismo.
–Se le acabó imponiendo la insignia del club, ¿acabó bien la relación con la entidad?
–Tomar decisiones siempre es complejo y hay que ponerse en la piel de quien las toma para entenderlo. No somos robots y, como seres humanos, las despedidas siempre son duras por ambos lados, especialmente si te han hecho sentir como en casa. Es un honor tener esa insignia de un club al que considero mi segunda casa.
–¿Le queda algún contacto o lazo con aficionados del Unicaja?
–Sí, muchos. Quedan aún jugadores de mi época, muchos miembros del staff técnico y gran parte de la directiva y personal de oficinas. Vivimos algunos momentos mágicos y eso nunca lo olvidaremos. Te puedo confesar que, en algún viaje por el extranjero con Zenit, incluso andando por Barcelona, me han parado algunos aficionados, rememorando alguna fecha histórica, y me halaga arrancarles una sonrisa a todos aquellos malaguistas que me encuentro por el mundo.
–Le vimos pendiente de la actualidad del Unicaja, mandando ánimos antes de un partido de Eurocup a través de las redes. ¿Cómo ve la plantilla que se ha confeccionado este año? Se enfrentó a algunos jugadores el año pasado como Melvin Ejim.
–Siempre estaré al corriente de lo que suceda en esta casa y siempre que me han necesitado o pudieran necesitarme sabrían dónde encontrarme para ayudarles en la distancia en lo que fuera preciso. Ejim es un extraordinario jugador que va a dar muchísimas alegrías a este club. Su polivalencia, talento y físico hacen de él un jugador de máximo nivel en Europa. El Unicaja ha hecho un grandísimo equipo y apuesto a que estará muy arriba en todas las competiciones. El caramelo de volver a la Euroliga para los dos equipos que jueguen la final de la Eurocup es una gran noticia.
–¿Cómo es la VTB? Hubo algún momento en que pareció acercarse a la ACB por inversión y calidad de jugadores.
–La VTB es una competición distinta a la ACB. Ha mejorado de cuando la jugué entrenando al Zalgiris Kaunas y espero que siga haciéndolo. Hay muchas cosas en las que debe avanzar, pero la calidad de los jugadores queda fuera de toda duda. Muchos son los que tras jugar en España, incluso NBA, han dado el salto a CSKA, Khimki, Lokomotiv o Unics. Las distancias entre ciudades son enormes y las diferencias horarias también dificultan mucho el trabajo. Si encima juegas Euroliga y no puedes disponer de un chárter siempre, todo ello acentúa más la dureza, pues muchos equipos, como aquí, tan sólo juegan un partido semanal, por los tres o cuatro partidos que algunas semanas debemos, por suerte, jugar nosotros.
–Siempre tuvo inquietud por lo que se hacía en EEUU. Durante unos meses que estuvo sin entrenar le vimos viajar por Estados Unidos y estar con Popovich o Brad Stevens. ¿Cambió algo su percepción de hacia dónde va el baloncesto?
–El baloncesto, el deporte en general, premia a quienes crean una línea clara de trabajo y ahí la figura de un entrenador “completo” es fundamental. También se tiende a usar y disponer cada vez más de grandes datos que, debidamente analizados, dan una información incalculable al entrenador, de la que hasta ahora no disponíamos la mayoría de nosotros.
–¿Ese tiempo sin entrenar también le valió para reciclarse y afinar ideas sobre el baloncesto que quiere para sus equipos?
–Tener la fortuna de haber estado siempre en activo es un tremendo privilegio, pero a veces te impide reciclarte. Lejos de parar y lamentarme, y más si eres una esponja, si quieres seguir aprendiendo, si tienes respeto por cualquiera que desarrolle una filosofía contrastada, siempre puedes absorber ideas y por lo tanto ajustarlas y aplicarlas en tu futuro. Celtics y Spurs lo son, pero también Boston College o Texas University, a las que también asistí. Intercambié mucha información con todos ellos y eso me satisface muchísimo.
-Le reprochábamos habitualmente que no diera más cancha y protagonismo a Kuzminskas. Seguramente sea con usted con quien mejor ha rendido, con más regularidad. ¿Qué necesita?
–Kuzminskas es un tipo de jugador especial, con gran talento y aún mejor personalidad. Necesita sentirse querido e importante para el equipo y el entrenador. Mantengo una gran relación con él y apostaría a que es capaz de volver a dar un salto de calidad este año. Espero que la vida nos permita volver a trabajar juntos.
–¿Qué le dice ver ahora a Domas Sabonis como un jugador importante y titular en un equipo NBA?
–Creo que Unicaja como club, quienes dirigieron la cantera en su día y en menos y último término yo, por haberlo hecho debutar en ACB con 17 años (¡recuerdo su titularidad en campo del Barcelona!), debemos sentirnos muy orgullosos del trabajo hecho con él. Él es una persona íntegra, seria, estable y con una idea clara de lo que quiere. Merece cuanto lo sucede y creo que aún está lejos de su techo.
-Ha vuelto este verano al Unicaja un colaborador suyo, Antonio Herrera, como director técnico de la cantera. Le conoce muy bien, ¿qué cree que puede aportar en ese papel?
–Antonio es un gran profesional, de amplia experiencia, que sabrá cómo estructurar y sacar lo mejor de ese gran plantel de jóvenes malagueños. Un acierto.
-Una vez salido de la burbuja que, de alguna manera, es estar cinco años en un club, ¿cuál es la percepción del Unicaja en el mundo exterior?
–El Unicaja es más conocido de lo que en Málaga la gente cree. Grandes jugadores y grandes entrenadores pasaron por aquí y ello hace que la gente, cuando habla de este club, lo haga con respeto e incluso con el deseo de volverlo a ver entre los grandes equipos europeos, como le corresponde.
–¿Se arrepiente de algo de lo que hizo o dijo?
–No. Seguro que alguna cosa pudiera perfilarse mejor en ambos campos, pero soy alguien apasionado que se deja la vida por aquello en lo que esta inmerso, y que defiende a los suyos (en este caso jugadores y staff) como si fueran sus hijos. Pero también soy un entrenador de club, que araño cuando alguien lo ataca sin razón desde el exterior. En cualquier caso, espero seguir puliendo mis defectos.
–Por último, ¿algún mensaje para la afición del Unicaja?
–Tan sólo decir que me alegra mucho volver a Málaga, mi conexión con la afición y la ciudad fue extraordinaria. La simbiosis que tuvimos, en la mayoría de las ocasiones, fue magnifica, para enmarcar. Supongo que cuando se me hará un nudo en la garganta será cuando vuelva en un futuro con cualquier equipo rival al Martin Carpena con 11.000 personas en las gradas, pero ahora mismo, lo único que quiero es dar lo mejor de mí mismo, vivir el momento y hacer que cuantos viven aquí y me tuvieron a su lado se sientan orgullosos de haberme tenido defendiendo sus colores, aunque esté en otro equipo. Ahora intentaré disfrutar de estos días de stage en Málaga, para que me ayuden a cargar las baterías para un año que se aventura dificilísimo.
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