“Noté más el contacto que me desequilibra que el agarrón”
Entrevista con Tim Abromaitis
El americano de raíces lituanas e italianas relata su experiencia en la Málaga, la progresión del equipo y el polémico episodio en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Barça
Timothy James Abromaitis (Waterbury, Connecticut, Estados Unidos, 1989) cumple su primera temporada en Málaga. Hace unas semanas fue protagonista en la Copa del Rey, con esa canasta casi sobre la bocina en los cuartos de final ante el Barcelona que no fue acompañada con el tiro adicional que podía haber dado el pase a semifinales. Relata cómo vivió aquella jugada. Y también hace un repaso a la situación en la que está el equipo en esta entrevista en Málaga Hoy en un más que correcto castellano. Conoce a Katsikaris de su etapa en Tenerife y cree que el equipo aún tiene margen para acabar la temporada con buena nota.
–¿Cómo ve al equipo? ¿Qué sensaciones hay en el vestuario?
–Sí, creo que tenemos mejores sensaciones últimamente, pero tenemos que seguir mejorando hasta el final de la temporada.
–Se pasó un momento muy duro en enero con tantos partidos perdidos. ¿Qué cree que pasó?
–Creo que faltó confianza, fuimos a partidos preparados y con ganas, comenzábamos bien pero llegaba un momento en que las cosas se ponían mal y no podíamos cambiarlo. No sé exactamente cuál fue el problema, pero no conseguíamos cambiarlo, fue un momento duro
–¿Qué ha traído nuevo Fotis Katsikaris?
–Un cambio de energía. He tenido varias veces un cambio de entrenador en mi carrera y cuando viene alguien nuevo es un cambio de energía. Ha cambiado un poquito las normas de defensa y sistemas en ataque. Está haciendo las cosas muy bien, pero creo que lo que más se nota es esa energía.
–Vivió una situación parecida en Tenerife con él, cuando llegó con la temporada ya empezada.
–Sí, era un poco antes, tras siete-ocho jornadas de ACB. Pero estábamos en un mal momento, vino, cambió la dinámica y fue bastante bien.
–¿Le vino bien conocerle en el cambio de entrenador?
–Sí, yo me llevé bien con Luis, pero es verdad que cuando conoces a alguien te acostumbras más fácil. En el vestuario había nervios lógicos por el cambio, pero les dije que estuvieran tranquilos, que es un buen tío y buen entrenador y que las cosas iban a ir mejor.
–Es una pena lo de la Eurocup.
–Sí, yo pensaba por cómo comenzó la competición que éramos uno de los favoritos, pero con las derrotas no pudo ser.
–Para la clasificación no fue importante, pero pareció que hizo mucho bien ganar en Badalona.
–Sí, es importante tener esa sensación de ganar y pensar que podíamos ganar sin lesionados, con teórica menos motivación porque ellos se jugaban más. Si hacemos las cosas bien podemos ganar a cualquiera.
–¿Cómo afectó perder la Copa? ¿Fue un palo duro?
–Una pena que no pudimos ganar el partido, pero funcionó para mejorar las sensaciones. Creo que hicimos un buen partido y es otro ejemplo de que si jugamos estructurados y como queremos podemos ganar a cualquiera.
–Le habrán preguntado mucho sobre la última jugada. ¿Cómo la sintió?
–La jugada era para tirar de tres, pensé que podía hacerlo, pero me vinieron dos defensores y después dije, ‘Ok, puedo pasarlos’, pero Davies me cortó el paso. Entonces pensé ‘joder, ¿qué puedo hacer?’. Y cuando llegué al aro sólo pensé en meter la canasta. Me sentí desequilibrado con el contacto, que perdía el balón, pero pensé que tenía que acabar, meter la canasta como fuera, sí o sí. Sólo después pensé que era falta. Los del banquillo me decían ‘and one, and one’ [más uno, más uno]. Yo pensaba que quizá, puede ser, pero en esas situaciones no busco la falta. Soy más de no buscar falta y no quejarme por que no me pitaran, es mi educación.
–¿El agarrón lo nota?
–Noté más en el contacto cuando iba a tirar que el agarrón. Mi equilibrio estaba ya torcido, pero noté más el contacto lateral de Davies cuando lanzo, que hace más difícil meterla. En el momento no me quejé, no dije nada, pero viendo el vídeo y todo lo que pasó... Me hubiera gustado tirar ese tiro libre.
–¿Lo hubiera metido?
–Yo creo que sí (risas). Yo creo que en esas situaciones soy bastante bueno, pero nunca se sabe.
–Esa noche fue dura, imagino.
–Sí, era un partido tan grande para nosotros... Habíamos perdido muchos antes y nos costó asumir que no habíamos ganado.
–¿Qué piensan cuando ven al Barça campeón?
–Si no el mejor, el Barça es uno de los mejores equipos de Europa. Y fue una pena no ganarles, pero jugaron muy bien ese fin de semana y resultó así, ganaron el título.
–Desde fuera se ve más fresco al equipo, más redondo. ¿Cómo se ve desde dentro?
–Estamos recuperando lesionados, es importante que vuelvan jugadores. La salud del equipo es básica. Pero estamos haciendo las cosas bien. Estamos jugando con la defensa más estructurada y con las ideas más claras, quizá. Pero tenemos ganas de terminar la temporada con una buena nota. Sabemos que queda mucha ACB aún y tenemos posibilidades de lograr buenas cosas. A ver qué pasa.
–El play off está difícil. ¿Se ven con opciones?
–Claro que sí. Estamos bien posicionados para acabar ahí. Tenemos que ganar muchos partidos para mejorar posiciones. Con el equipo que tenemos es posible meternos en el play off y después hacer un poco de ruido ahí.
–Conociendo ya más al equipo. ¿Tiene más potencial del que ha mostrado hasta ahora?
–Sí, seguro. Tenemos muchos buenos jugadores en todas las posiciones. Si seguimos en una buena línea podremos demostrar lo mejor de nosotros.
–¿Cómo ha sido su llegada a Málaga?
–Me gusta mucho la ciudad, la zona, me gustaría explorar un poco más Andalucía, pero por la situación no se puede. Pero me encanta Málaga, la gente, el clima, todo. Vivo ahí en Benalmádena. Es verdad que me recuerda algo a Tenerife, es una sensación relajante. Levantarte por la mañana, ves el mar, el clima. Y piensas ‘tengo una buena vida’.
–Ha jugado en Francia Alemania, Rusia y España. ¿Le parece la ACB la mejor Liga?
–Sí, creo que sí. Por cómo se juega, la intensidad de cada partido. En Rusia no es parecido en la VTB. Hay partidos, ahora no hay nadie en la grada, pero falta la energía que hay aquí. Aquí en España hay un orgullo de que es la mejor liga de Europa y todos los equipos compiten todos los partidos. Y eso es diferente aquí.
–Jugó el año pasado Euroliga. ¿Se nota mucho el salto a jugar en ella? Por ejemplo, ¿este equipo, con dos o tres refuerzos, podría jugar ahí?
–Para mí el salto no es la calidad. Es la competitividad. Si no compites cada día, puedes perder por 30. No sales concentrado a un partido, estás fuera. Para mí, esa es la principal diferencia. Creo que no estamos tan lejos de ese nivel. Claro que no hemos tenido una temporada excepcional, pero tenemos calidad de jugadores y estructura de club, es un un club de ese nivel.
–¿Ve esa estructura?
–Creo que sí. Por lo que vi, por ejemplo, en el Zenit, tenemos aquí esa capacidad. Ahora no podemos pero ojalá en los años que vengan lo hagamos.
–Hay aquí un núcleo de nacionales importante. ¿Es bueno para el jugador que llega?
–Sí, es algo importante. Tener jugadores locales es importante. En Tenerife, por ejemplo, también lo teníamos y eso te ayuda a tener estabilidad. Aquí también se está construyendo el equipo así. Allí teníamos a Fran, Beirán, Bassas, Rodrigo San Miguel... Es bueno.
–¿Más cómodo de tres o sufre un poco ahí?
–Me siento bien también. Quizá cuando jugué de tres este año no lo hice con la misma agresividad y es algo que tengo que corregir. Pero el año pasado jugué casi igual de tres que de cuatro. En la universidad jugué de tres. Si el entrenador me lo pide juego de tres, claro, pero lo más normal es hacerlo de cuatro. Es verdad que cuando llegué a Europa alguien como yo era más tres. Pero, como evoluciona el baloncesto, quizá es más normal y se adapta más al juego de cuatro.
–Su padre le entrenó de joven, antes jugó a principios de los 80 en el Real Madrid.
–Sí, él me entrenó en los equipos en los que yo jugaba cuando era niño. Realmente nunca elegí al baloncesto, el baloncesto me eligió a mí. Mi hermano también jugó hasta la universidad, es cuatro años mayor, y siempre jugábamos en la calle, en el gimnasio. Siempre era parte de mi vida. Me gusta jugar, por suerte.
–¿Qué le dijo su padre antes de venir a España?
–Él sólo estuvo aquí un año y sin mi madre, pero sólo hablaba cosas buenas. Le gusta mucho Madrid, todo el país. Y me recomendó venir a España.
–Tiene raíces lituanas.
–Eran los bisabuelos del lado de mi padre, a los que yo llegué a conocer, quienes nacieron allí. Intentamos mirar por el pasaporte, pero vinieron a los Estados Unidos demasiado pronto, antes de que Lituania fuera país independiente. Entonces no se podía obtener. La familia de mi madre es de raíces italianas. Sólo estuve para jugar en los partidos.
–¿Qué compañero le sorprendió más? ¿Nzosa quizá?
–No le conocía, al principio casi ni era parte del equipo, no tenía ni taquilla en el vestuario. Ver cómo ha crecido y ha enseñado su talento es increíble. Es una pasada. Es increíble cómo tiene una madurez como la que tiene, con 17 años, y parece que lleva 10 años jugando como profesional.
–¿Cambia mucho estar ahí abajo sin público?
–Ya llevamos casi un año sin público y nos parece casi normal jugar sin nadie. Pero veo algunos partidos en Rusia, como el Zenit-Madrid del otro día, y pensaba en la suerte que tienen. Lo veía con mi novia y ella me decía ‘¡Que nos dejen ir ya!’ (risas). Es algo que echo de menos, claro. Pero ahora mismo es la salud lo primero.
-¿Cómo está la situación en su Connecticut?
–Ha mejorado mucho, pasó el peor momento en fin de año. Mi abuela y mis padres ya recibieron la vacuna. Están haciéndolo bastante bien, algo mejor que aquí. Los números están bajando y ojalá siga así.
-Tiene un año más de contrato. ¿Es feliz aquí? ¿Tiene ganas de continuar?
–Sí, muy contento. Hasta ahora los resultados han sido un poco decepcionantes, pero aún podemos acabar la temporada con buena nota y crecer para el año próximo.
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