"No estamos en la Euroliga, pero este club es de Euroliga"

Dejan Musli · Jugador del Unicaja

Era el mejor pívot de su edad en Europa durante varios años, pero el cajista padeció la otra cara del baloncesto. Maduro, en un gran inicio de campaña, disfruta en Málaga del baloncesto como soñaba.

"No estamos en la Euroliga, pero este club es de Euroliga"
José Manuel Olías

13 de octubre 2016 - 13:02

Dejan Musli (Prizren, 1991) era el pívot más dominante de Europa en categorías inferiores, desde los 15 a los 20 años. El choque con el profesionalismo fue bastante duro. Con 25 años conoce ahora la otra cara, no todo era color de rosa. Fue una de las razones por las que Joan Plaza apostó por él, haber estado en la oscuridad. Habla español bien, pero prefiere el inglés en la entrevista para estar más seguro. Y sus frases desprenden convicción y felicidad por estar en Málaga. Su comienzo de temporada, con 16 puntos y 8 rebotes de media, lo corrobora. Con ocho años supo lo que era un traslado de una familia por la guerra.

-Parece que llevara tres o cuatro años en Málaga y no sus primeros partidos.

-Es porque conozco la ACB. La primera vez que vine era como un niño, con 18 años, a Vitoria. Después estuve la pasada temporada en Manresa. Conozco muy bien la Liga, la mejor de Europa. Estoy feliz por seguir aquí, en un equipo mejor. El entrenador me da confianza, él cree en mí. Me siento feliz y disfrutando en la pista.

-Dijo que llegó como un niño a España. ¿Ahora es un hombre?

-Sí, puede ser. Cambié mi cuerpo, cambié mi mentalidad y cambié completamente mi juego. Estoy orgulloso de ello y he aprendido que puedo mejorar hasta el final de mi carrera, en cada entrenamiento y en cada partido.

-Era el mejor pívot de Europa desde sub 16 a sub 20, pero no funcionó en sus primeros años como profesional. ¿En qué momento hizo el 'click' para jugar mejor?

-Para los jugadores grandes es complicado. Pasas de jugar contra gente de tu edad, con un cuerpo similar, a hacerlo con gente de 24, 25 o 30 años, más formada, con más músculo. Y eres un niño aún. En ese momento no tenía una oportunidad real de demostrar en la pista lo que podía hacer. Pero he seguido trabajando sin parar. La primera oportunidad perfecta, en el sitio ideal, para mí fue en Manresa el año pasado. Y ahora sigo. Demostré que puedo jugar en esta Liga. Y ahora quiero hacerlo en el Unicaja, un nivel superior. Este club ha jugado 15 años seguidos en Euroliga , es respetado en todo el continente. Y sólo por cosas que han cambiado en la organización ahora no juega la Euroliga . Es un equipo de Euroliga , segurísimo. Un club, no un equipo. Cuando cumplí mi año en Manresa sabía que tenía que crecer. Tuve otras ofertas, pero pensé que era el sitio ideal Málaga para seguir creciendo.

-Está de moda el smallball. ¿Siente que los hombres grandes ahora lo tienen más complicado?

-Seguro que los hombres grandes seguirán siendo importantes. Es verdad que en el baloncesto moderno hay interiores undersized (pivots bajitos). Pero si tienes 2.13 metros siempre será mejor que 2.00 para jugar de pívot, siempre que sepas hacer lo que el entrenador quiere. También tenemos que aprender a hacer cosas nuevas. Depende del equipo, del técnico. Hay quienes quieren undersized, otros a más grandes. Hay estilos diferentes, pero podemos convivir.

-En Málaga va a entrenar con otros siete pies cada día, N'Diaye y Okouo.

-No jugamos de la misma forma, un club no firma a dos jugadores iguales para la misma posición, busca características distintas. Seguro que podemos mejorar todos. Hamady es más rápido y salta más que yo, pero yo puedo hacer otras cosas mejor. Es bueno competir. Viny es joven, pero tiene talento. Será un gran jugador.

-Se le ve una conexión especial con Nedovic en la pista.

- Normal, jugábamos ya de niños en la selección, después en la absoluta de Serbia. Es natural, alguien de tu país, que conoce tu juego. Estoy mucho tiempo con él, pero aquí la química es muy buena con todos los demás, de verdad. Hay muy buen ambiente.

-Decía que cambió su cuerpo. ¿Ganó mucho peso?

-No es un asunto de peso. Es músculo y un proceso natural, tu cuerpo va cambiando y endureciéndose con la edad, con el trabajo. Es un asunto de madurez. Y cada cuerpo es distinto. A algunos pivots les viene mejor ganar peso. Pero a otros hacerlo le puede hacer perder rapidez, que hoy se necesita... No sé, cada cuerpo y cada pívot es distinto. Con 18 años seguro que no estaba preparado para jugar 20 minutos en ACB. Pero eso es pasado, es parte de un proceso en el que aprendes. Ese proceso es de un jugador concreto, yo mismo, en otro jugador puede ser distinto. Sólo puedo decir que estoy orgulloso de estar aquí, a esta altura de mi carrera, en Málaga.

-Tiene buena capacidad de pase. ¿Le pide el entrenador que distribuya juego?

-Sí, quiere que juegue como base (risas). Es una cuestión más para él. Me gusta pasar la bola, claro. Es más fácil jugar así. Dar una asistencia a un compañero me encanta. Es como una máquina, cuando adquieres mecanismos, sabes donde está cada compañeros, todo fluye mejor. Y para el público es más atractivo ver así el baloncesto. Es más bonito cuando el balón corre.

-El equipo metió 17 triples en Fuenlabrada, pero usted ejerció de contrapeso en la anotación. ¿Le viene bien que haya tantos jugadores capaces de anotar desde fuera?

-Depende mucho de la manera en que los equipos rivales defienden. Hay algunos que prefieren proteger el aro y colapsar la zona. Entonces hay alternativas si el balón llega dentro. Si jugamos buena defensa es más fácil anotar corriendo. El equipo quiere correr, pero siempre hay que tener otras alternativas. El objetivo es conseguir siempre tiros cómodos, sea una bandeja o sea un triple. Si lo conseguimos es que lo hemos hecho bien. Pero lo primero es jugar duro en defensa.

-Serbia es vigente subcampeona olímpica y mundial. ¿Es un objetivo volver al equipo nacional?

-Ahora, sinceramente, no pienso en eso. No digo que es un sueño porque ya jugué con la selección absoluta, pero seguro que es un privilegio enorme. Durante 10 años jugué para mi país. Si me llama el entrenador voy seguro, pero es una pregunta para él. Jugar para tu país en unos Juegos, un Europeo o un Mundial es lo mejor para un jugador. Espero que sí, pero no iré si no lo hago muy bien en Málaga, que es en lo que está mi mente. Nada más.

-Hablaba antes de la Euroliga . No está el equipo en ella, pero sí en la Eurocup.

-Es una competición mejor que en los últimos años, hay grandes equipos. La Eurocup era buena y ahora es muy buena. Debemos concentrarnos, pero ahora tenemos muchos partidos. Pensar más allá del Gran Canaria es inútil. Sólo así podremos hacer algo grande. Todo lo que no sea pensar en Gran Canaria no vale.

-¿Cuándo empezó a jugar al baloncesto?

-Sobre los 10 años. Yo nací en Prizren, en Kosovo. En 1999, con la guerra, tuvimos que emigrar y fuimos a Kragujevac, una hora al sur de Belgrado. Allí empecé a jugar baloncesto. Con 14 años me captó el FMP Zeleznik, en Belgrado, y desde ahí...

-¿Qué entrenadores le marcaron en su formación como jugador?

-Dos. Nenad Nikolic y Milos Jokovic cuando era niño. Pero en los dos últimos años aprendí mucho de un entrenador que ahora es ayudante de Scepanovic en el Buducnost, Alexander Materic. Con él he trabajado mucho en los últimos veranos. Puedo decir que me ha ayudado a cambiar mi carrera. Le estoy muy agradecido.

-El año pasado promedió un 70% en tiros libres. Está siendo su principal problema en este arranque.

-Sí, es verdad. He estado confundido, he cambiado cosas, tengo que centrarme mejor. Pero mejoraré, seguro. Depende del partido, pero eso ya es pasado. Seguro que ahora irá mejor.

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