La FEB y el Unicaja trabajan para que Yannick Nzosa pueda jugar con España
Unicaja Baloncesto
Contando con la buena predisposición de todas las partes, avanzan para que el joven pívot del Unicaja, que impacta por su evolución, puede jugar con la selección y ocupe plaza de nacional
La irrupción de Yannick Nzosa es una de las grandes noticias en los últimos tiempos del Unicaja. Llegó a Málaga con 15 años, en el verano de 2019, y en breve cumplirá 17. Y ya es un hombre muy importante en los planes de Luis Casimiro cuando apenas se han jugado 10 partidos oficiales esta temporada. Su impacto en los partidos es altísimo, sobre todo defensivamente. Este miércoles, por ejemplo, aderezaba esa importancia con números: con nueve puntos y siete rebotes en sólo 13 minutos en pista en el partido ante el Germani Brescia. Se asiste a la eclosión de un jugador con cualidades y características especiales, al bautizo en la élite de un jugador con proyección de jugador importante en la NBA, de una dimensión tremenda.
En las gradas del Carpena veía el partido del miércoles Sergio Scariolo, seleccionador nacional, en un partido especial para él entre el Unicaja y el Brescia. Hablaba el pasado martes en estas páginas del potencial del joven pívot y sobre lo que le impactaba su poso en la pista. Evidentemente, un jugador con las herramientas y el techo de Nzosa no pasa desapercibido y desde la Federación Española de Baloncesto (FEB) se le ha hecho un seguimiento. Ya en el proceso de la obtención del transfer para que pudiera jugar con el Unicaja tras el litigio con el Stella Azzurra italiano, donde el jugador estuvo las dos temporadas anteriores a venir, la FEB intercedió con la FIBA para que pudiera solventarse y que jugara con el Unicaja. Y, semanas atrás, ha iniciado los trámites para que Nzosa pueda ser español y jugar con la selección con la ayuda del club malagueño.
Es un proceso que requiere sus tiempos, no es rápido. Pero las bases están puestas. La Federación quiere ir con tacto y contar con la buena disposición de todas las partes antes de emprender un proceso así, empezando por la Federación del Congo, con la que hay buena relación. De hecho, el origen de la historia entre Nzosa y el Unicaja está en el torneo de Málaga al que fue invitado la selección africana en el verano de 2019, en la preparación para el después dorado Mundial de China. Desde ahí, pasando por el propio Nzosa, sus agentes (le representa la poderosa agencia norteamericana CAA) y el Unicaja, que lógicamente ve con buenos ojos la nacionalización del jugador a efectos de flexibilidad en la plantilla, más allá de que reforzaría su vínculo. También trabaja el club malagueño para recabar toda la información necesaria. Y que colabora con la Federación. Una vez obtenido el OK colectivo, se intenta acelerar con los papeles. La proyección internacional y la probabilidad de jugar en grandes torneos crecería para el jugador con la selección española.
El mecanismo que se pretende emplear para que Nzosa obtenga la nacionalidad española está en el artículo 21 del Código Civil. Es la llamada carta de naturaleza que, por ejemplo, se utilizó meses atrás para la nacionalización del futbolista Ansu Fati, que residía en España desde niño pero no tenía la nacionalidad. Y es lo que se hizo en marzo de 2010 con Nikola Mirotic y en julio 2011 con Serge Ibaka, a posteriori jugadores de la selección española absoluta de baloncesto en distintos torneos. También se utilizó esta vía con la jugadora Sancho Lyttle, pieza clave en la también muy exitosa selección femenina. Los tres jugadores de gran dimensión después, como se vislumbra a Nzosa. Hubo otros casos de jures sin tanto recorrido, como el ex cajista Rafa Luz. Es una medida de carácter extraordinario, fuera de las normas generales de procedimiento administrativo. Es el gobierno el que, mediante un Real Decreto, tiene la potestad de concederla de forma discrecional por “la concurrencia de circunstancias excepcionales”, como se recoge la web del Ministerio de Justicia. En este caso, las cualidades deportivas. En los últimos 25 años, casi un centenar de deportistas se han nacionalizado españoles por este procedimiento. Debe ser aprobado por el Consejo de Ministros. Pero, previamente, para llegar a ese punto hay que hacer un trabajo burocrático previo en el que está inmerso la Federación.
Al ser la nacionalización posterior a los 16 años, Nzosa tendría la categoría de naturalizado. Y la FIBA sólo permite un jugador por selección con ese estatus, tanto en las categorías inferiores como en la absoluta. El proceso lógico sería, como hizo Mirotic jugando y ganando un Europeo sub 20 en Bilbao, comenzar por la base. Nzosa, por ejemplo, puede jugar por edad el próximo verano, pandemia mediante, el Europeo sub 18 y/o el Mundial sub 19 de la categoría. No podría jugar con otros jugadores naturalizados. Hubo veranos en los que la selección tuvo que elegir entre Mirotic e Ibaka.
La adaptación de Nzosa a Málaga y España ha sido vertiginosa, pese a que no pudo jugar partidos oficiales durante meses y que por medio ha estado la pandemia, cuando pasó de la residencia en La Térmica, donde viven los jóvenes de la cantera del Unicaja, a estar en un piso alojado con una tutora de parte del club y que se encargaba de que no le faltara de nada. Nzosa habla un español fluido y sus notas han sido muy buenas en el instituto en el que estudia, cerca de Los Guindos. El Unicaja obliga a todos los jugadores menores de 18 años que están en su seno a estar escolarizados y seguir estudiando. En el caso del pívot congoleño, su rendimiento académico es alto. Habla francés, lingala, italiano, español y también inglés.
Sobre el impacto de Nzosa en la pista se ha escrito y hablado bastante en las últimas semanas, desde que debutara con una influyente actuación en la primera victoria de la temporada, en Andorra. Promedia 5.1 puntos, 3.5 rebotes, 1.1 tapones y 1.1 robos para 7.5 de valoración en sólo 14 minutos en pista. Aunque donde más se nota su quehacer es en el aspecto defensivo, condicionando tiros y ataques rivales, con conceptos muy bien desarrollados para un joven que aún no cumplió los 17 años. Los técnicos destacan también su capacidad para procesar la información que se le da y absorber las enseñanzas a gran velocidad. Y su gran actitud en la pista, positiva y entusiasta, se ve en que es el primero que va a levantar a un compañero cuando se cae y en cómo juega cada minuto como si fuera el último. La FEB puede tener informes de primera mano sobre el día a día del jugador con Ángel Sánchez-Cañete y Paco Aurioles, ayudantes de Casimiro y colaboradores habituales suyos. De momento, la innegable atracción que está generando no ha distraído al jugador, que, a decir de quienes le tratan habitualmente, tiene muy claro lo que quiere y dónde quiere llegar y una madurez difícil de ver en su edad.
El Unicaja firmó un contrato hasta 2024 con el jugador, cuyas cantidades deberá revisar en las próximas fechas para adecuarlo a la nueva realidad. Recibe una cantidad baja que aumenta con una pequeña cantidad en cada partido que es convocado. Tiene una cláusula de salida para Euroliga y NBA de 750.000 euros. Su año natural para salir en el draft es 2025, pero en las webs especializadas ya se le ve en un puesto muy alto, como el mejor proyecto fuera de Estados de Unidos de su edad, en el draft de 2022, el primero en el que podría ser legalmente elegido si él da ese paso.
“Me llama la atención la tranquilidad con que juega. Eso es propio de los grandes. No tanto el ataque, la defensa o la técnica. El poso con el que está en la cancha, la capacidad de no cometer apenas errores”, decía sobre Nzosa Sergio Scariolo. “Tiene instinto para defender, tocar balones, ver situaciones del juego antes que el resto. Los balones que toca, que roba o los tapones son anticipaciones que no tiene normalmente un niño de 16 años. Es algo innato y a mi me ha chocado mucho”, señalaba alguien que comparte pista con él, Alberto Díaz. Uno de los mejores pivots salidos de Los Guindos, Fran Vázquez, aseguraba que “tiene errores de un chaval de 16 años, pero es que sólo tiene 16 años. Juega sin presión, transmite que se divierte, que se entusiasma y que lo está disfrutando. Todo lo que hace es increíble, no es normal. Esas manos rápidas cuando sale a los pequeños tras un bloqueo, la velocidad con la que ejecuta los cambios defensivos, de recuperar, puede ser agresivo lejos o cerca del aro...”. “Si sigue así, a ese niño cuando le den el premio de jugador revelación nos va a parecer poco. Qué pasada”, resumía Pedro Martínez mientras veía el partido del Unicaja contra el Valencia. Es la joya Nzosa, que puede también dar días de gloria a la selección española si se consuma su nacionalización.
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