Fin a 20 años entre los mejores de Europa

Desde 2001 compitiendo en la Euroliga, el Unicaja pone fin con su decisión al propósito de estar en la élite continental en su marcha a la BCL

El Unicaja, tras acabar tercero en la Final Four de 2007.
El Unicaja, tras acabar tercero en la Final Four de 2007. / M. H.

El Unicaja ganó su primer título en marzo de 2001, en la Copa Korac ante el Hemofarm Vrsac. Una competición de la esfera FIBA. Fue el último partido antes de que, desde la campaña 2001/02, el equipo se estabilizara de manera puntual en la mejor competición del continente, la de los mejores clubes. Con la decisión de marcharse, con un contrato por tres temporadas, a la Basketball Champions League (BCL), pone fin a ese intento de competir contra la élite. Asume que el futuro es más plano y modesto. El reto es evitar que no sea más mediocre.

Han sido 20 años en los que el mejor baloncesto de Europa pasó por Málaga. Todos los grandes equipos, sin excepción, perdieron alguna vez en el Carpena. De hecho, se enlazaron más de dos años y 23 partidos consecutivos sin caer en un partido de Euroliga en casa entre 2006 y 2009. 11 años seguidos entre los 16 mejores equipos del continente, repercusión e imán para que grandes jugadores vinieran, más allá del dinero, a vestir de verde. El club escoge otra vía ahora. La FIBA no deja de ser una organización con poder y difusión. La BCL ha mejorado y puede tener un nivel de juego y exigencia similar a la Eurocup. Pero ahí se acaba todo, no hay nada más arriba. El Unicaja entiende que ya que no podrá estar en la Euroliga. Traducido, que no habrá la inversión necesaria para competir o aspirar a competir para ser mejores. Y elige ser cabeza de ratón en otra esfera.

Fueron grandes momentos en la esfera Euroliga. La cima histórica del club como entidad fue la Final Four de 2007. Los 1.200 malagueños que pasaron unos días inolvidables en Atenas nunca lo podrán borrar, unas ya irrepetibles sensaciones. Se ganaron títulos antes y después, pero esa percepción de grandeza no tenía parangón. Estar arriba en el marcador en una semifinal para eliminar al CSKA, en un ambiente increíble con los hinchas del Panathinaikos, ver el histórico barrio de la Plaka teñido del verde, como el Partenón, como las noches en Psiri. Aquello fue la cima, con ese tercer puesto tras ganar al Baskonia.

El último subidón histórico de la entidad fue esa Eurocup ganada en 2017 en Valencia, justo el año después de haber sido desposeído de la licencia de la Euroliga. Fue un ramalazo de orgullo, parece que el final. Se regresó a la máxima competición para jugar una dignísima temporada que fue el epitafio en la élite europea del club. Fueron 333 partidos de Euroliga, con 161 victorias y 172 derrotas. Y 73 de Eurocup, con 44 victorias y 29 derrotas. Más de 400 encuentros a los que se pone fin con la decisión de marcharse a la Basketball Champions League.

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