Final Europeo sub 18: España es plata tras sucumbir ante una Serbia pétrea (71-81)
Fue claramente inferior a partir de la segunda mitad (71-81); Saint-Supéry, Folgueiras y Rubén Vicente regresan con una medalla meritoria
España tropezó en la final de Europeo sub 18 (71-81), plata que siempre tiene su valor, cada metal lo merece, pero regresa de Nis con un regusto seguro que amargo, nivel que no dio para igualar una final donde casi siempre fue a remolque. Desperdició esta gran generación el ser campeones de Europa junior, no omite ese gran futuro que vislumbra a un grupo donde tienen un gran peso Mario Saint-Supéry y Álvaro Folgueiras, también Rubén Vicente, quienes suman otra medalla en su etapa de formación. Chiki Gil en el cuerpo técnico. No obstante, el balance del campeonato deja algo de tristeza, transcurso de la semana que no ha favorecido ver la mejor versión de España en las rondas finales, se pudo salvar jueves y viernes; no frente a los balcánicos, superioridad que fue aplastante a partir de la segunda mitad.
Tuvo España una puesta en escena notable, nervios que podían florecer ante una atmósfera adversa, lo que supone jugar en territorio balcánico. Lograban los de Javi Zamora correr, mover con fluidez la pelota y con suficiente actores que aparecían, bien contestaba una Serbia bien estructurada, académica y con suficiente criterio como para competir por el oro. Faltaba dureza en la final hasta el ecuador del primer cuarto, donde España ganaba por 18-13, con Hugo González y Saint-Supery produciendo, el jugador cajista en sus mejores minutos del campeonato a nivel ofensivo. El físico iba aumentado progresivamente, lo más natural. Aprender con el paso de los minutos, aunque un marcador tan estable, y la desventaja de jugar frente al anfitrión podía llevar a sustos. 40-41 al descanso, pero España era superior en porcentajes, asistencias y valoración.
Entro mejor Serbia en la segunda parte, liderado por un Nikola Topic que fue el jugador de la final, de la escuela de Estrella Roja. España quedaba atascada, acierto que decrecía y falto de piezas que tuvieran la llama. Langarita y Hugo González, con poco de Mara, el núcleo de esta selección. Los balcánicos tenían el control, maniatar a esta España tiene mérito, el 44-50 empezaba a preocupar, marcador subsanable aún y mucha final, pero había que hacer ajustes. Hasta el 48-56 se marchó Serbia al final del tercer cuarto, pero un triple de Mario Saint-Supéry salvó una vida, porque se venía un momento crítico.
Seguía España en una espiral tóxica, triple de Langarita que podía suponer un cambio de tendencia, pero contestó rápidamente Serbia con un 2-13 de parcial, se esfumaba el oro y no había indicio de respuesta. 56-69 y aún con seis minutos para el final, un mundo, pero no estaba España en la final, metida en una crisis profunda. Transcurrían los segundos y los serbios mantenían el nivel; enlazar varias accesiones positivas resultaba una utopía y España ya se quedó sin opciones a un par de minutos del final. Sorprendente resolución porque no hubo oportunidad de trono.
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