Florent Pietrus: "No vendí mi casa en Málaga porque sé que volveré a vivir aquí"
El histórico ala-pívot del Unicaja vivió una calurosa bienvenida en su regreso a la Costa del Sol y compartió experiencias con sus antiguos compañeros
El reencuentro de los Pietrus
Resumen del partido
Florent Pietrus (Les Abymes, Guadalupe, 1981) fue pieza importante en el mejor Unicaja de la historia, el del trienio de 2005 a 2007. Copa, Liga y Final Four de Euroliga. Tiempos inolvidables, quizá irrepetibles. Estos días estuvo en Málaga aprovechando la visita del Strasbourg, donde juega su hijo Illan, ahora con 18 años y entonces un bebé que correteaba por la pista y era muy querido por el resto de sus compañeros. Recibió el cariño del club y de la afición y se emociona al hablar de aquellos años. Ahora vive en Metz, a poco más de una hora de Estrasburgo, tras retirarse con 40 años.
-Imaginamos que un momento muy especial para usted y su familia estar aquí viendo a su hijo, que vivió sus primeros años en Málaga.
-Se me hace muy raro volver aquí, es como si nunca me hubiera ido. Sobre todo la gente cuando llegué fuera me daba mucho cariño. Es muy especial para mí, porque ver a mi hijo en la pista donde hemos jugado, donde hemos ganado títulos aquí... Así que fue un día muy especial.
-Se cierra el círculo de alguna manera.
-Sí, mi niño nació aquí, mi niña también, se cierra como un círculo. Cada vez que vuelvo aquí me siento como en casa, así que estoy muy contento de estar aquí, sobre todo por ver a mi hijo en la pista contra el equipo que me ha dado tanto cariño y la afición que me ha dado otra vez tanto cariño.
-Fue su primera experiencia fuera de Francia, con 23 años empezó. ¿Qué recuerda de aquello?
-Estuve cenando con Walter y Carlos la noche antes. Como he dicho, antes éramos compañeros y ahora somos hermanos por toda la vida. No solo por lo que hemos hecho para el club, sino también por el cariño que tenemos uno para otro. Llegué con 23 años y al final es un momento fenomenal para mí y para mi familia también. Siempre tendré cariño. Tengo en el corazón el Unicaja.
-¿Ha seguido al equipo?
-No solo este año, bueno, sigo al equipo siempre, porque como he dicho, el Unicaja es parte de mi vida.
Y la verdad es que estoy muy contento porque la gente ha vuelto a disfrutar del equipo. El equipo está ganando otra vez y al final es lo que importa. Un equipo que lucha, que da alegría. Y creo que la gente está disfrutando mucho.
-Ganó la Liga con el Unicaja. ¿Ve al equipo capaz de pelearla?
-Es difícil, ¿no?. Pero como nosotros, ¿no? Nadie nos esperaba ahí tampoco. Así que bueno, en el baloncesto todo puede pasar, todo puede ocurrir. Pero la verdad es que el Madrid está muy fuerte. Pero el equipo ha demostrado que sí, ha demostrado todo el año que puede jugar contra equipos grandes. Y no tiene nada que perder, ¿no? Así que tienes que ir a todos los partidos y luchar hasta el final.
-Se formó como director deportivo. ¿Qué hace ahora con su vida?
-Disfruto de la vida. Hago viajes y disfruto también de mi hijo. Así que nada, no me quejo. No hay mucho que contar. Solo que estoy disfrutando de la vida. Y me lo merezco (risas).
-¿Qué le cuenta a su hijo de Málaga?
-Él era muy pequeño en aquella época. Sí, tenía dos años. La verdad es que no se acuerda mucho.
Pero bueno, cada vez que venimos aquí le cuento lo que ha pasado aquí. Se me hace muy raro verlo aquí.
Puede conocer a Carlos, a Berna... Disfrutar y estoy muy contento de él.
-¿Cómo ve la ciudad? ¿Ve a Málaga cambiada?
-Muy cambiada, no. Todavía hay sol. Hay sol, hay playa. La gente está muy cerca, es cariñosa. La verdad es que estoy muy contento. Cada vez que vengo aquí me siento de verdad en casa. Y me encanta esta ciudad. Me encanta la afición. Me encanta todo de Málaga. Así que seguro que un día volveré a vivir aquí, seguro. Tengo una casa aquí, está ahora alquilada. Pero la tengo, no quise venderla. Por eso digo que sé que un día volveré aquí, seguro.
-¿Cómo ve a Illan? Es su primer año senior.
-No está jugando mucho este año. Pero le digo que es para su éxito en el futuro también, es aprendizaje, tiene que también aprender. Tiene que ser muy inteligente. Y también tiene que estar en la pista. Así que, bueno, la situación es esa. Veremos el año que viene a ver si encontramos un lugar para que pueda jugar. Porque lo más importante para un jugador tan joven, con 18 años, es que tiene que jugar. Está entrenando muy bien. Y nada, él tiene que seguir luchando y esperar momentos más buenos siendo duro.
-También está destacando Zaccharie Risacher, el hijo de Stéphane.
-Me alegro mucho. Hay buena relación porque él e Illan han jugado juntos desde pequeños y por eso estoy muy contento. Tiene la misma edad de que Illan y he jugado con el padre y está haciéndolo muy bien, le deseo mucha suerte para todos. ¿Número uno del draft? No sé, pero seguro que va a ser elegido y le deseo la mejor suerte del mundo. Si es número uno es fenomenal pero si es el número 2 para mí no eso no importa, cuando llegas ahí tienes que demostrar que puedes jugar, no tengo duda que él puede jugar en la NBA.
-¿Qué ha sentido al ver los títulos y las camisetas ahí arriba de Carlos y Berni?
-Muy orgulloso, le estaba preguntando a Rosa (jefa de prensa) dónde estaba mi camiseta (risas), pero bueno, me ha dicho que había cambiado dos veces de número y que no sabía cuál poner. Así que muy orgulloso de Carlos y Berna, porque han escrito en una página muy grande del club y para mí se lo merecen porque ha hecho tanto por el club y sobre todo vienen de aquí de Málaga, jugaban en el cantera y es normal que retiren sus camisetas.
-¿Cómo ha vivido el reconocimiento de la afición?
-Bueno, tengo piel de gallina porque, como he dicho antes, Málaga ha sido mi casa durante tres años y hemos ganado tantas cosas, hemos vivido tantas alegrías... De verdad estoy muy contento de volver aquí.
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