Fran Vázquez dice adiós: "Ni en mis mejores sueños podía imaginar esto"
El pívot gallego, uno de los mejores canteranos de la historia del Unicaja, anuncia a sus 37 años el adiós cuando acabe esta temporada
De manera particular, telemática a causa de las precauciones por el coronavirus, Fran Vázquez anunció su adiós al baloncesto. Fichado por el Unicaja con 18 años, fueron 19 temporadas como profesional que tendrán colofón si, como se desea, se pueden jugar los partidos que restan para acabar la Liga Endesa. Una carrera muy grande para uno de los mejores pivots españoles y uno de los mejores canteranos que pasó por Los Guindos.
"Hace muchos años, buscando un deporte acorde con mi estatura empecé con el básket y comenzó una relación de amor infinito, en mi querida Galicia, cuando tenía 13 años. Lo que era un juego se fue convirtiendo en una profesión. El baloncesto me eligió a mí. Con esfuerzo, trabajo y un poco de suerte llegué a estar en la mejor liga del mundo tras la NBA. Desde Estados Unidos me llegó la oportunidad a la meca del baloncesto, pero estuve 19 temporadas en la ACB y la selección española. Ni en mis mejores sueños me pude imaginar. He sido muy feliz en todos y cada uno de los equipos. Málaga, que es mi segunda casa. Bilbao, Gran Canaria, Girona, Barcelona, Tenerife y Zaragoza", decía un emocionado Fran Vázquez, acompañado en el tramo final de su alocución por su hijo Aitor.
"Es el momento de decir adiós. El tiempo pasa, todo tiene su fin, cerrar la puerta del vestuario. Precisamente Zaragoza, donde conseguí mi primer título en 2005, la Copa del Rey con el Unicaja, y donde he jugado mis dos últimos años. Me voy contento, satisfecho, sin queja y ni pena. Me gustaría seguir vinculado al baloncesto en la formación de jóvenes. Mi hijo se ha enganchado al básket igual que mi mujer, que me ha acompañado con la maleta siempre lista. Me dejaría algún nombre y sería imperdonable. En primer lugar, mi padre, que sacrificó su descanso por mí. Entrenadores, médicos, físicos, presidentes, jefes de prensa... Compañeros, desde estrellas de la NBA a juniors, me hicieron mejor jugador y persona. He tenido a los mejores junto a mí y ellos me hicieron mejor. A los medios, que siempre me trataron con respeto en estos 19 años de profesional. No me puedo olvidar a la afición, con mi juego intenté agradecerle su gratitud y cercanía. Han sido siempre parte importante. Ojalá pueda disfrutar hasta la última bocina de mi amor por el básket. Gracias a todos", culminaba su carta de despedida.
Mensajes de su hijo, mujer, hermana y madre, mujer emocionaban a Fran. "Fueron 19 años de mi carrera. Todo lo que he conseguido es gracias a los demás, este deporte es colectivo. Mis padres me inculcaron el esfuerzo por el trabajo, mi madre ha estado ahí, mi padre no pudo ser, pero desde arriba me ayudó mucho. Tengo recuerdos muy buenos. Vengo de un pueblo que no seremos más de 30 habitantes, vivimos todos del campo. Estaba a media hora de Chantada, de las escuelas deportivas. Salía de clases y me iba con un profesor a entrenar y mi padre era pintor y trabajaba en la fábrica. Acababa y tenía que esperar a que su hijo jugara dos horas para quitarse tiempo de descanso. Él estuvo ahí esos años", relataba el pívot gallego.
"Como todos vamos a tener un final. Ojalá hubiéramos tenido tu carrera. Máximo taponador de Euroliga y ACB, me alegra mucho no encontrarte en la zona poniendo tapones y rebañando balones, no te voy a echar de menos", bromeaba Carlos Suárez, con el que trabó una gran amistad en sus años en Málaga: "Espero encontrarte cerca aquí en Málaga, has estado estudiando para se entrenador. Eres una gran persona, un grandísimo jugador", decía el ahora capitán cajista. También había palabras de Sergio Aísa, compañero en el Unicaja y ahora íntimo amigo. Había vídeos de todos los campañeros en Zaragoza, de Sergio Rodríguez, compañero en el Siglo XXI, Pedro Martínez, Xavi Pascual o Nico Richotti. También hablaba Alberto Díaz, compañero de habitación en sus inicios en el primer equipo. “Aparte del currículum que tiene tanto colectivo como individual, lo más importante es su capacidad de ayudar al resto de compañeros. A mí me ayudó en mi transición de junior a profesional, siempre estaba ahí para lo que necesitaba”, decía el pelirrojo.
En Málaga disputó en total 7 cursos en tres etapas (2001/02 alternando el equipo EBA y el ACB, 2002/03 hasta que se fue cedido al Bilbao en LEB, 2004/05 y desde la 2012/13 hasta la 20156/16), en los que se consiguió convertirse en el máximo taponador de la historia del club (337), además del 2º jugador que más tiros de 2 ha convertido (993), el 3º en rebotes (1.455), el 4º en partidos (342), el 5º en valoración (2.970) y el 8º en puntos (2.341). Además, con el Unicaja ganó la Copa del Rey conquistada en 2005 ante el Real Madrid.
"Vine de un año de Gran Canaria donde la verdad es que fue el punto en que Pedro me dio confianza y pude demostrar que podía disfrutar en ACB. Volví a Málaga, hace 15 años gané Copa del Rey aquí y aquí me voy a retirar. Tenía 20 años y fue mi primer título y no sabía qué hacer. Me decían 'No te has cansado de bailar'. Tenía tanta adrenalina, me sentí orgulloso de ver a la gente en Málaga como te espera en el aeropuerto y en el autobús. Cuando entrene o consiga cosas diferentes las podré comparar", decía el propio Fran sobre su primera etapa en Málaga, donde llamó la atención de la NBA y fue escogido en el puesto 11 del draft de 2005: "Fue una decisión personal. Primó mi familia y tuve que renunciar a un sueño. No me arrepiento. Podía haber ido y no adaptarme o haber hecho una carrera allí como otros españoles. He cometido errores, muchos, pero no me arrepiento de nada. Por mi forma de ser puedo caer mal. Tuve que tomar esa decisión así, todo lo que está atrás lo considero esfuerzo".
También hubo un mensaje de Jorge Garbajosa, compañero en el quinteto titular de ese equipo del Unicaja que ganó la Copa de 2005 y ahora presidente de la FEB. "Supongo que las emociones se agolpan. Un abrazo muy fuerte, como amigo y ex compañero y ahora presidente de la FEB, Gracias por todo lo que has aportado. Lo has ganado todo, tu huella ha sido intachable. Tu último gran servicio, dentro y fuera de la cancha, con la selección en las ventanas fue un gran ejemplo de lo que has hecho siempre. Tienes mucho que aportar, no dejes el baloncesto", era el mensaje de Garbajosa.
"Jorge fue mi compañero y aprendí cómo ser un ganador, cómo ser mejor cada día. Lo tuve como presidente después. Formar parte de la selección ha sido algo grande. Alguno dirán que si no he ido, que si no me llevaba bien con compañeros, pero no es así. Son decisiones que he tomado. Nos llevábamos muy bien con Sergio y me dijeron él y Jorge que a ver si podía arrimar el hombro y yo encantado. Hemos sido campeones del mundo y estoy muy orgulloso de ese equipo. Disfruté como un niño chico. A Aitor le hacía mucha ilusión ver a su padre vestir la camiseta de España. La ilusión en su cara, ver a su padre con la camiseta de su país. Fue fácil decir sí", cerraba Fran con esa imagen de reconcilación con la selección española en un momento crítico en el que hacía falta su ayuda. Una carrera tremenda.
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