Francis Alonso, ante el Fuenlabrada: un pasado reciente que creó callo

Su cesión en Fuenlabrada no resultó productiva deportivamente pero le valió al malagueño para endurecerse y comprender lo que debía hacer para jugar en Europa a alto nivel

Francis Alonso en un partido con el Fuenlabrada.
Francis Alonso en un partido con el Fuenlabrada. / Acb Photo

Visto su rendimiento en un equipo de mayor exigencia y pedigrí como el Unicaja, cuesta pensar qué pasó en Fuenlabrada para que Francis Alonso no tuviera un mínimo de protagonismo en el ahora Urbas, que mañana visitará el Carpena para jugar ante el cuadro malagueño a las 18:30 horas. Pero así fue. Es cierto que había una situación complicada, que derivó en un cambio de entrenador, porque no se ganaba. En esa coyuntura es más habitual tirar del veterano. También que tuvo una lesión con un derrame óseo que en Fuenlabrada no fue tratada adecuadamente, por lo que regresó a Málaga para evolucionar, y estuvo un par de meses parado. Pero la cesión de Francis Alonso se saldó con apenas cuatro partidos oficiales, en los que jugó 22 minutos acumulados y sólo metió cinco puntos (1/2 en tiros de dos y 1/6 en triples). Hace justo un año, el Unicaja se medía a Alonso y su equipo.

Es imposible que, en un sólo año, cambie tanto un jugador. Tres partidos en Oviedo en LEB Oro, en los que sí exhibió ya un nivel más alto aunque fuera en una categoría más baja, completaron la temporada 2019/20 para el escolta malagueño, apenas siete encuentros oficiales después de que en febrero las partes separaran decidieran que lo mejor es que la etapa de Alonso en Fuenlabrada se acabara. Hace 10 meses apenas de aquello. Hoy, Francis Alonso es ya internacional absoluto, es el jugador que más triples ha metido en la primera fase de la Eurocup y una de las sensaciones en la ACB.

Antes de comenzar la temporada, después ya de una precampaña que anunciaba lo que iba a ser el fuego real, Alonso explicaba una razón que afectó a esa readaptación inmediata al baloncesto europeo tras un lustro en Estados Unidos. “El cambio es más táctico, a nivel de concentración. Mantener la concentración tácticamente es más difícil que ser intenso el 100% del tiempo. Físicamente es más sencillo que mentalmente, a nivel de conceptos y estratégicos. Es más difícil estar atentos a tantas cosas y hacerlo al 100%. Ese cambio ha sido la diferencia más grande, pero me ayudó el tiempo en Fuenlabrada”, apuntaba el malagueño, que agradecía, pese al ostracismo al que le sometió Jota Cuspinera, ese tiempo en el Fernando Martín porque también le abrió los ojos en aspectos concretos del juego en los que debía mejorar: “Veteranos como Tomás Bellas, Nico Richotti y Sergi Vidal me ayudaron mucho a nivel táctico para pillar ciertas cosas más rápido y saber cómo cambiar hábitos malos en buenos”. El jugador asumía que debía mejorar en facetas en las que no había sido exigido en EEUU. Y eso creó callo, una experiencia más para alguien que con 18 años se cruzó el Atlántico.

En suma, aunque en Fuenlabrada no adquirió los minutos de vuelo que sí pudo tener años atrás Alberto Díaz, la experiencia fue útil para Francis Alonso en ese proceso de crecimiento como jugador a este lado del Atlántico después de una experiencia increíble. En Fuenlabrada tocó suelo para propulsarse pocos meses después. Y el Unicaja y toda Málaga lo disfruta ahora.

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