Memorias del WiZink (18:30)

La previa de este Movistar Estudiantes-Unicaja está ensombrecida por el fallecimiento de Robert Archibald. Tres años miembro del Unicaja, todo el cuerpo técnico cajista (Germán Gabriel como compañero, Ángel Sánchez-Cañete y Paco Aurioles como entrenadores) trabajó con el pívot escocés. Son zarandeos que la vida propicia de vez en cuando y que obligan a replantearse prioridades y preocupaciones vitales. El baloncesto cambió la vida de Archibald, que con 17 años se fue de Escocia a Illinois, para terminar el instituto y completar el ciclo universitario. 22 años después, un hombre de 39 se marcha. Y, claro, el cuerpo se queda cortado.

La pelota, no obstante, vuelve a botar en el WiZink Center. Curiosamente, el lugar donde Robert Archibald jugó su partido más recordado con la camiseta verde. Una final de Copa en la que estuvo a un nivel inmenso, como todo ese fin de semana. Tuvo en sus manos lanzar para provocar una prórroga, pero dudó y dio un mal pase a Berni con el reloj ya apagándose. No borra su partidazo, 16 puntos, 13 rebotes y cuatro tapones para minimizar al entonces uno de los pivots más dominantes del continente, Tiago Splitter.Allí comparece casi 11 años después de aquello el Unicaja, en un momento de la temporada de inflexión, con tres victorias consecutivas, en pleno Top 16 y con la Copa a menos de tres semanas de sus celebración.

Con las bajas de Melvin Ejim y Frank Elegar, no se les espera hasta, en el mejor de los casos, la Copa del Rey, la rotación se ha reducido a 10 jugadores. Todos son necesarios en este momento de la temporada. En Andorra se dio un paso adelante a domicilio y, aunque ahora mismo quizá sean más trascendentes los partidos del Top 16, no son menos importantes los partidos de ACB. “Elegir esfuerzos nunca es bueno”, decía Alberto Díaz esta semana.

Enfrente estará el colista de la competición (4-14), en combustión tras el cambio de entrenador, con necesidad máxima de triunfos. Ha mirado hacia abajo el club del Ramiro, al joven y prometedor Javi Zamora, campeón en categorías inferiores con España (por ejemplo, con Ismael Tamba, hoy enfrente, el pasado verano en el Europeo sub 18). Es la tradición de un club de cantera que espera la consolidación de una promoción interesante que viene. Descendió deportivamente dos veces en esta década, pero no se ejecutó en los despachos. Esa red ha desaparecido.

Históricamente, en partidos de temporada regular, el balance es 36-36 entre los dos equipos. En esta campaña son los menos anotadores de la competición (74.1 los madrileños, 77.4 los malagueños). El aviso de la victoria del Estudiantes en el Carpena en la primera vuelta (con Brizuela y Avramovic en el equipo cambiado) está ahí como elemento mentalizador.