Huir de la frontera (17:00)

Aún le quedan al Unicaja siete encuentros –cinco los jugará antes de que acabe el 2020– para completar la primera vuelta y saber si tiene su pasaporte para la Copa del Rey. Hoy recibe al UCAM Murcia con varios problemas en la plantilla: para Luis Casimiro, pero con la opción de huir de la frontera que marca los ocho primeros puestos de la clasificación. Con una victoria menos, los murcianos quieren arrastrar a los malagueños a la pelea cuerpo a cuerpo por el primer objetivo innegociable de la temporada y tienen argumentos para que su visita al Carpena les salga bien.

A pesar de su racha de cuatro victorias seguidas en la ACB y del buen tono general del equipo en las últimas semanas, el Unicaja suma un par de años sin ganarle al UCAM Murcia y aunque parezca lejano el corte copero, el lastre del mal arranque de temporada le mantienen en la zona más apretada de la tabla. Casimiro sólo tendrá uno de los tres elementos de la primera plantilla que usa como bases: Gal Mekel.

El israelí sorprendió por su rendimiento en la ventana de partidos internacionales que afrontó después de casi dos meses sin jugar por lesión con el Unicaja. Ahora, sin Alberto Díaz ni Jaime Fernández, el retorno de Mekel se vuelve exigente y clave para el funcionamiento del equipo. Sin él, 11 de 13 victorias a costa de una sobreexplotación de Alberto Díaz, siempre capaz de rendir de la manera que su equipo necesita. Su ausencia no será sólo una baja más y puede ser peligrosa para un equipo que ha aprendido a recibir del malagueño los intangibles que necesita en los momentos importantes de los partidos.

Además, los problemas de Bouteille en un tobillo amplían los minutos a repartir con los aleros del equipo. El galo aún no tiene segura su participación en la visita del Murcia. Dos ausencias para confirmar que el Unicaja tiene un fondo de armario superior a la clase media de la ACB. Según a quién se le pregunte puede ser mucho decir. Pero sobre el papel, el UCAM Murcia no suele ser favorito en el Carpena.

Los de Sito Alonso asumen el rol de equipo pequeño que quiere sorprender pero no pueden evitar relamerse al mirar la clasificación, en la que son octavos con las mismas victorias que el noveno y a una del séptimo, el Unicaja. Llega a Málaga después de un arranque para enmarcar de la franquicia murciana, con una racha de dos victorias consecutivas y una nómina de partidos ganados en lo que va de campaña en la que se incluyen como perdedores el Baskonia y el Barça.

Frankamp es el artillero más inspirado de un equipo que reparte esfuerzos y se maneja muy bien en el rebote ofensivo –14 por partido por los 9,4 de los andaluces para un total de 37, rebotes por encuentro por los 31 verdes–. Lima, criado en la factoría del Unicaja, se siente cómodo en un apartado en el que su equipo sobresale especialmente y se apoya para marcar la diferencia.

La artillería local puede ser su baza más llamativa contra los murcianos. Choque estratégico para un objetivo que pasa desapercibido si se consigue pero regala un fiasco si pasa de largo. Hay zonas de la clasificación más peligrosas de lo que parecen.