Ibon Navarro: "Este Unicaja está hecho de gente especial a nivel humano"
El hombre del plan, que llevó al título de la Copa del Rey, habla en ‘Málaga Hoy’ de manera profunda sobre lo que sucedió en Badalona y lo mucho que viene por delante
La entrevista, en imágenes
Ibon Navarro Pérez de Albéniz (Vitoria, 1976) es el arquitecto de este Unicaja que asombró al mundo del baloncesto en Badalona para conseguir el título de la Copa del Rey de manera inesperada. En tiempo récord ha ensamblado un equipo campeón. Hombre de moda, recibe el reconocimiento de colegas y la afición le ha encumbrado con su plan. Días después de la culminación de la gesta, se sienta con Málaga Hoy sin prisa y reflexiona lo que ha ocurrido y sobre lo que viene.
P: ¿Le ha dado tiempo a procesar y digerir todo lo que pasado?
R: Es que son muchas cosas. Sí, ya más calmado, después de toda la resaca emocional ya va pasando, ya me ha dado tiempo de ver todos los partidos tranquilamente. Ya estamos en modo Girona.
P: Ha sido muy bonito y especial todo lo que se ha vivido por ser inesperado...
R: Creo que también por ese punto épico que ha tenido, de ganar a Madrid, Barça y Tenerife, los tres primeros de la Liga. Le da todavía un poco más de valor a lo que hemos conseguido. Es un título, pero le da más valor. Claro que no era esperado, aunque siempre dije que los ocho equipos que estaban en la Copa tenían sus opciones, evidentemente nadie pensaba que podíamos ser nosotros.
P: ¿Qué impresión se ha llevado viendo los partidos repetidos?
R: Lo que más me ha llamado la atención es que el partido del Tenerife, sin querer decir que fue malo, pero no estuvimos tan mal como pensaba en la primera parte. En el banquillo pensaba que el equipo no corría, tampoco tenía alegría, no era intenso, pero viendo de nuevo el partido no es así. Tenerife controla el partido, también del minuto 2 al 8 del tercer cuarto, nos dominan porque son muy buenos. Tenemos ahí además un par de pérdidas, tiros que fallamos, y ellos están acertados. Luego tiran de tres dándose varios pases entre ellos y tienes la sensación que vas por detrás, esa frustración de que te dominan, pero es que ellos juegan así de bien. Sí que creo que acertamos en lo que queríamos hacer. El partido se decide con un robo de Dylan tras un intento de pick and rollo entre Marcelinho y Gio, es lo que pretendíamos hacer en todo el partido y lo hicimos en el momento perfecto.
P: ¿Y la victoria ante el Real Madrid?
R: Creo que es un partido donde dominamos a nivel de sensaciones, no de resultado, hasta que enganchamos varios tiros de tres quedando tres o cuatro minutos, pero la sensación sí que estábamos controlando el partido a nivel de rebote, y a nivel de seguir el plan de partido, que te puede salir bien o mal. Se pueden abrir nuestros pívots para tirar, que nuestros cuatros jugasen las caídas de los bloqueos directos, todo eso suena muy bien, pero si nuestros cincos no meten cuatro triples, seguramente ellos se hubiesen cerrado mucho más y nos hubiesen generado más problemas para pisar pintura. Salió muy bien, Dylan y David tienen la capacidad de tirar de fuera, y es un fin de semana donde te sale todo. Hubiera salido cualquier cosa que hubiésemos intentado.
P: Luego una final donde parecía que el destino estaba escrito...
R: Creo que habiendo ganado a Madrid y Barça, te obliga a ganar el domingo sea quien sea. Tenerife llevaba muchos partidos seguidos ganando al Unicaja (cinco), al margen de esa maldición de los ex, que al final suelen hacer grandes partidos contra nosotros, es un bloque muy sólido, que tiene marcado su proyecto, que hacen pocos retoques en verano y todos tienen mucho sentido, coherentes y con una línea muy marcada, y es por eso que nos cuesta mucho jugar contra ellos, es lo contrario. Solemos acelerar el ritmo de los partidos, pese a estar cansados, y ellos hacen lo opuesto, piden un tiempo muerto para seguir descansando, entonces es un partido a nivel de llevarlo e imponer tu estilo, es el más difícil porque además tienen jugadores que no te dejan. Marcelinho sabe en cuánto tiene que cruzar el mediocampo y cruza, en el momento que puede generar una ventaja. Muy estructurado, bien construido. Nosotros somos energía, correr a campo abierto, y ahí ellos tienen jugadores que saben frenarte.
P: El equipo compite igualmente jugando a media pista, se vio contra Barça y Tenerife...
R: En los dos últimos meses hemos incidido mucho en eso, sobre todo en las tres últimas semanas. Si queríamos tener opciones reales, teníamos que mejorar mucho a mediocampo porque nos iban a obligar a ello, y el equipo ha dado un paso adelante en este periodo, mejor de lo que estábamos haciéndolo. Es difícil cuando los jugadores rivales tienen la experiencia para saber cuándo hay que hacerlo, es una cuestión de jugadores, no de entrenadores. Los que entienden el baloncesto consiguen llevar el partido a pocas revoluciones, en hacer parones, beber agua, atarse las zapatillas, salir en el último segundo de los tiempos muertos, del corrillo entre cuartos; aunque todo esto parezca una tontería, hay jugadores que lo saben hacer muy bien.
P: Will Thomas aparece en el poste frente a Madrid y Barça, Kalinoski por todo lo que genera; todo ha cristalizado en la Copa, en el momento preciso ha cuadrado todo, tanto a la hora de atacar, también en rebote...
R: Lo que luce es Will pasando el balón y Tyler tirando. Pero la clave son los otros moviéndose, cambios de ritmo, poniendo bloqueos, haciendo las lecturas y ejecutando. Hay dos situaciones en partidos anteriores que son muy importantes para nosotros porque nos reflejan que cuando hacemos las cosas con disciplina y bien hechas, tenemos jugadores para hacerlo y funcionan: uno es el triple en Manresa de Tyler, y el que mete frente al Baskonia para forzar la prórroga. Es el mismo quinteto. Hay un jugador que es clave para que todo funcione, que solo se lleva los focos a nivel defensivo, pero es la clave en ataque, que es Melvin Ejim. Los mejores dos bloqueos que nos sirven para tirar los pone él. En este partido (Barça) no es Ejim porque está Will jugando al poste bajo, pero el nivel de bloqueo de David y Dylan, hace que todo encaje para que pueda salir la jugada, luego no vale de nada si Tyler no la mete, pero hay más detalles del día a día que tú insistes y el equipo mejora.
P: ¿Cómo surge el recurso de Will Thomas en el poste bajo?
R: Sabíamos que no podíamos jugar contra el Barça cuarenta minutos con una defensa de cambios porque te ahogas, y cuando las piernas van cansadas y también la cabeza, es muy difícil irte de ellos en el uno contra uno, empiezan a colapsar más, entonces tenemos otras formas de generar ventajas, y una muy clara es la de Will, no podíamos acabar el partido jugando a pick and roll porque es ante una defensa de cambios, una moneda al aire. Jugar uno contra uno ante Vesely, Mirotic, jugar interior ante gente de mucha experiencia... entonces no les dejamos que hicieran cambios. Es uno de los motivos que nos hizo traer aquí a Will: su capacidad en el poste bajo. Le ha costado, pero desde diciembre ya está al nivel que queríamos que estuviese, necesitaba ese tiempo, se lo dimos y ahora recogemos el fruto de haber tenido tanta paciencia con él.
P: Desde el club ya se decía que necesitaba su tiempo, que conoce su cuerpo y que a la hora de la verdad estuviese a su nivel...
R: Un jugador como Will, de 36 años, que ha jugado todo lo que ha jugado, que tiene una experiencia enorme, no hace falta que tú le digas qué tiene que hacer para ponerse bien, él lo sabe, pero evidentemente su cuerpo es diferente al del resto. Nadie se esperaba en septiembre ver a Will Thomas robando un balón en la línea de tres puntos defensiva, correr con dos botes y hacer un mate, esto era una cuestión de tiempo, protegerlo, tener paciencia porque ese momento iba a llegar. Es un competidor y un ganador, en el momento que se nos presentasen este tipo de partidos, iba a aparecer seguro.
P: Jugar contra Tavares, sin Lima ni Sima, se hizo una virtud haciéndole jugar contra un pívot con amenaza exterior...
R: Sí, pero insisto en que si no la meten, les dejan tirar, se hunden y se van para la pintura. El mérito es que hacen 4/7 entre Dylan y David. Esto ya les obligas a salir más, jugar situaciones de mucho mano a mano, que el '5' salga, esta era la clave. La teoría está muy bien, pero luego lo tienes que hacer, y la realidad es que los jugadores lo hicieron perfecto.
P: ¿Cómo ha vivido esto desde el punto de vista emocional? Le vimos salir el último del aeropuerto, haciéndose fotos con todo el mundo...
R: Esto va para todo el mundo, los jugadores y sus familias, la gente del club, los del staff que llevan toda la vida aquí. Decíamos que el mayor triunfo hasta ahora era meter a nueve mil personas en el Carpena, entonces lo que teníamos que hacer es sacar hasta la última foto con gente que estaba allí a las tres de la mañana. El santo lo llevaba atado en la bolsa. He tocado más móviles estos días que en toda mi vida, mi huella está en todos los sitios (risas).
P: ¿Con qué momento se queda de toda la celebración?
R: Hay muchos, y te vas acordando de más cuando ves todas las fotos que hay por ahí. El abrazo que me di con todos los asistentes, los jugadores, con mi hijo cuando vino, mi padre, mi hermana que estaba por allí, luego toda la gente que bajó. Pero me gustó mucho cuando me dijeron que subiera la rampa del pabellón, ahí estaba toda la gente loca. Eran las 00:00 y había gente que estaba esperando a vernos para salir a Málaga en coche. Hay muchos momentos, claro, seguramente me quedo con el de mi hijo.
P: ¿Cómo lleva Aritz (hijo de Ibon) todo esto?
R: Me dijo el otro día que le habían pedido autógrafos en el colegio (risas). Han despertado a una bestia, que no sé cómo la vamos a calmar.
P: ¿Un mensaje especial de los 563 que tenía en el teléfono?
R: Viajando de vuelta puse el móvil en modo avión, y me puse a contestar a todos. Me dio tiempo. Luego cuando me bajé en el avión lo quité, a las dos horas miré el teléfono y tenía 455 más, de gente que me había escrito después, que me había contestado. Eso no había forma de bajarlo.
P: ¿Este es un grupo especial? Llegó a decir que los quería, además hay cosas que tienen estos jugadores que vienen de serie, de ser buenas personas...
R: Tú te preocupas de ver cómo es cada uno antes de traerlo para intentar equilibrar algunas cosas, del sistema, gente que sean líderes, soldados, que alguien te ponga la cabeza como un bombo con la música, un poco de todo en el vestuario. Lo de Osetkowski no era lo que nos habían dicho de él, nos hemos encontrado aquí alguien mejor, eso no se puede controlar; también las relaciones interpersonales que hay entre ellos, cómo han servido de vínculo entre los castellanoparlantes y los no parlantes, esto no es química, no lo puedes controlar; sí puedes hacer actividades para que esto surja, pero no sale porque tú lo intentes. Ha pasado porque la calidad humana es tremenda de todos.
P: ¿Esto lo había hecho en otros clubes?
R: Sí, pero menos que aquí. La experiencia es un grado, vas aprendiendo con el paso de los años, te vas dando cuenta de lo que funciona y no, pero no como este año. El club nos ha facilitado hacer una serie de cosas, tener ayuda externa para poder hacer esto, el staff va creciendo y mucho, pero aún estamos lejos de lo que es la NBA, que hay psicólogos, coaches y todas estas cosas. Necesitas ayuda externa.
P: ¿Coincide esto cuando decía al llegar que hay cosas de club de Euroliga pero que los resultados no son de Euroliga?
R: Lo decía el otro día, con lo del chef y los pinches de cocina. Si no tienes buenos alimentos, el guiso no sale bien. Este año lo valoro más porque se han dado los resultados, el club además está haciendo muchas cosas para acercar al equipo a toda la provincia, los colegios que vienen, las iniciativas que se hacen para que la gente venga al pabellón, que los aficionados noten más suyo al equipo; luego, si el equipo no gana, todo se queda en agua de borrajas, pero si no se hace, y el equipo gana, pierdes la oportunidad de crecer socialmente como equipo y club. El trabajo desde las oficinas es espectacular.
P: Ha repetido aquello de "lo que no mejora, empeora", ¿ya está procesando cómo subir el nivel?
R: Sí, porque hay muchos escenarios, más ahora que no controlas. Creo que vamos a tener un bajón a la vuelta porque es normal, pero también te digo que este equipo no es normal. Veo a la gente con muchas ganas, creo que la gente tiene mucha ilusión con la BCL, pero lo que te da de comer es la ACB, entonces tendremos que encontrar el punto de que la gente no vea a la BCL como una competición accesible, porque al final eres tan malo o bueno como tu último resultado, y ese va a ser en la Liga. Hay que saber cómo llegamos a esa última derrota. Le doy mucho valor a cómo el equipo va a competir después del parón: con el Girona, los dos partidos contra Galatasaray, ir a Estambul el jueves, y luego uno de los campos más complicados de la ACB como es el de UCAM Murcia. Vamos a ver cómo está el equipo, es un reto que depende de nosotros, de mostrar carácter y competir, no digo ganar. Y luego no decir "es que venimos de ganar la Copa"; nada de excusas.
P: ¿Es clave que respete el físico ahora, más aún con la baja de Djedovic?
R: Para seguir protegiendo a los jugadores sobre todo, ellos entrenan para jugar los minutos que juegan hasta ahora, no podemos variar para que jueguen más, sus cuerpos se han preparado para jugar veinte o diecisiete minutos; ahora deberemos tener cuidado para que no se rompa ese equilibrio. Mario Saint-Supéry es un jugador del primer equipo, tiene que dar un paso adelante y mostrarse preparado para que sus compañeros confíen en él, y no tener la sensación de que cuando el niño entra, le damos la pelota para que meta una canasta y lo celebremos. Eso ya no. Ahora tiene que asumir su responsabilidad, hacer ciertas cosas para el equipo y no meter sólo meter una canasta con 16 años.
P: Una de las soluciones puede ser Barreiro, que además viene de hacer una buena Copa...
R: Ha hecho tres partidos muy buenos. Son claves sus minutos finales contra Tenerife: un triple, una recuperación, dos rebotes para romper el partido. Pero también su defensa contra Kalinic el día contra el Barça, su emparejamiento contra Gaby Deck y luego delante se tenía que haber atrevido más, pero Jonathan tiene una barrera puesta y es él el que la puede derribar. Lo que hace bien, hacerlo más veces, no intentar hacer más cosas. Estamos muy contentos con él y el resto, todo el mundo sabe lo que el equipo necesita de cada uno. Jonathan sabe que el equipo no necesita que juegue pick and roll, pese a que piense que puede hacerlo, nosotros necesitamos otras cosas, eso lo ha entendido bien. Contra Tenerife corremos el peligro que están muy perimetrales, no nos dejan pisar pintura y Jonathan es un jugador muy fuerte cuando se va para dentro, tiene potencia cuando pone el balón en el suelo; la suya, las funciones de Will, hay muchas. No era una orden estricta. Hay varias acciones en la primera mitad de mucho mérito.
P: ¿Es Kalinoski una dimensión de jugador por encima a lo que imaginaba antes de ficharlo?
R: Imaginábamos (risas). Durante su año en Brescia, ya se le veían cosas de jugador sólido, sin tener un físico espectacular, siempre está bien puesto, que trabaja, corre, incluso puede estar acertado pese a ello en finales apretados de partido. El año pasado un 70% de los tiros se centraban en la primera parte porque jugaba muchos minutos, él jugando menos tiene la capacidad para ser más constante en su acierto. Es muy bueno, y no es por ponernos medallas, pero sabíamos que era muy bueno. No hay tantos jugadores que tengan esa capacidad de tiro, defender, correr, máximo reboteador en la Copa... es que hace muchas cosas, y con la lesión de Djedo, es el defensor más sólido del perímetro junto a Kendrick y Alberto.
P: ¿Cómo ha visto a Tyson Carter durante la Copa?
R: Lo que creo es que si la final es contra el Barça, el MVP sería Darío; el día del Madrid lo habría sido Kravish, y ante el Tenerife le tocó a Carter, que también pudo haberlo sido Kalinoski. Es el mérito de este equipo: que no ha habido un jugador que fuese referencia en la Copa, ha habido varios que han ido apareciendo, en partidos distintos y han sido jugadores diferentes, es el mérito de este equipo. Que lo haya sido Tyson es circunstancial, pasaba por allí. Su partido en los últimos 13 minutos de la final, cuando estamos 56-47, con la sensación de que no nos da, acabamos 60-60 al final de ese cuarto, él hace 12 puntos.
P: ¿Ese fue el momento más crítico?
R: Ya hubo uno antes, pero el equipo ya volvió. Este grupo te obliga a pensar que siempre puede volver, hace falta encontrar el quinteto, tener paciencia a la hora de mantener a los jugadores, pausa, darles dos más a ver qué pasa; esto es mérito del staff, de leer esto. El jugador pega un subidón y te mete en el partido. Lo llevamos igualado faltando seis minutos, y luego pegamos el estirón con el triple de Dylan Osetkowski.
P: Han jugado con 12, pero vemos que Augusto Lima tiene mucha ascendencia en este grupo...
R: Y Yankuba, estaban los dos. Gus tiene mucha experiencia, es muy importante. Ha salido el papel este de los valores del Unicaja, el que se lo mete en la mochila es Augusto y lo pone allí. También cómo estaba pendiente de todo, hay muchas imágenes donde se levanta y se pone a hablar con jugadores. No es casualidad que en todos los equipos donde esté Augusto, funcionen bien las cosas.
P: Ha llamado la atención cómo Carlos y Berni tienen el respeto del mundo del baloncesto, ¿cómo valora que estén cerca del equipo?
R: Son muy importantes por muchas cosas. Al margen de Alberto, son jugadores de la casa que han ganado títulos con el club, conocen la ciudad, el entorno, la historia, y son las mejores personas para explicar cuáles son los valores del club, cómo son las cosas, la prensa, la afición y qué es lo que se pide, una referencia de lo que hay que ser para tener éxito en Málaga; y luego para los jugadores es más fácil hablar con exjugadores, que lo sienten cercanos, a hacerlo con nosotros, por mucha complicidad que haya. Los jugadores tienen otro idioma, problemas que les puede costar compartir con el club y staff, en cambio no resulta extraño si se habla con otros jugadores. Una cosa súper tonta como dónde irte a cenar y estar tranquilos, un montón de cosas. Ellos son perfectos para esto. Viendo los partidos en casa más tranquilo, le enfocaban y se veía que lo estaban pasando mal, deben estar felices. El mérito del club es haberles recuperado para la causa, estaban sorprendentemente fuera y creo que deberían estar aquí, son muy necesarios.
P: ¿Cómo se habló lo de Darío antes de la Copa?
R: Cuando fue padre en el fin de semana de Manresa, no le dimos siquiera la opción de venir. Se tenía que quedar aquí e hizo lo que tenía que hacer. Cuando surge este problema, le planteamos que íbamos a apoyarle y entenderle si decidía quedarse y no viajar a la Copa, nos iba a parecer bien. Él nos explica que ahora mismo lo que hacen es estar todo el día sentado en la habitación, ha sido importante el apoyo de Uxue, su mujer. Ha estado menos comunicativo que otras veces, menos bromista, era normal, todo el día con el teléfono. Todos le íbamos preguntando. Le hemos hecho estar más tranquilos y más seguro de que no nos preocupaba que no estuviese como siempre, con estar allí con nosotros nos vale, y pone un listón el día del Barcelona que es imposible de igualar. No es una cuestión de que no estaba. Estuvo detrás muy bien, lo que hagas en ataque no depende de ti, con el Madrid salía siempre Causeur, no iban a dejarle que metiera 27 otra vez. Le sujetaron mucho más. Le damos un valor tremendo a lo que ha hecho porque no es fácil, y los que somos padres sabemos lo complicado que es; ha tenido el apoyo para su familia para que viniera tranquilo.
P: Esa jugada icónica de la Copa donde Perry le pide calma tras la técnica y se juntan todos...
R: Habíamos hablado de esto, que no podía volver a pasar, que jugábamos contra el Barça y luego quizás con el Madrid. Siempre tenías la piel muy fina, cuando hay alguna decisión arbitral que no gusta, automáticamente piensas que porque somos los pequeños, esto es así. Esa jugada de la técnica recuerdo que Higgins hace falta, levanta la mano porque quiere hacer falta, Darío se intenta ir por la mano derecha, eso nunca te lo dejan hacer contra el Barça, y hace falta para que no se vaya a la mano derecha, lo vemos todos y en ese momento el equipo reconoce que se parece a la situación del día de Gran Canaria. Kendrick viene rápido al banquillo, me recuerda lo que habíamos hablado, luego vienen todos los chicos y hablamos de estar tranquilos, a lo nuestro, fue fantástico. Ellos tuvieron una jugada de cuatro puntos: meten el primer tiro libre, cogen el rebote, otro rebote y acaban con un triple. En otra circunstancia te pega un tortazo. Eso demuestra que lo que habla el equipo, va para adelante. El equipo se siguió agarrando al partido.
P: ¿Y esas cosas cómo se hablan previamente?
R: Pues todos juntos y hablándolas. Vimos el vídeo del Gran Canaria, pasó esto, reconozco que es una cagada mía, pero esto puede volver a pasar, lo que tenemos que intentar es evitarlo. El día del Palau nos fuimos, con el Granca nos fuimos, es verdad que el castigo fueron ocho tiros libres, ahí ya se nos fue. 'Voy a intentar que no me vuelva a pasar, un ejercicio para evitarlo, pero no puede ser que se vuelve a cometer este error, lo paguemos todos'. Al igual que hablamos lo de Will (su enfado contra Baskonia en el banquillo) y todo el mundo se escandalizó, en vez de pensar que lo mejor es no hablarlo porque es incómodo, entonces seguirá ahí seguro. Lo mejor es dialogar todo. Se entendió así, si me pasa traeré pizzas al vestuario.
P: ¿Es uno de los puntos que más orgulloso le deja: que el equipo efectivamente sale de ese estrés?
R: Es una consecuencia de lo especial que es este grupo, que está hecho de gente especial, no es ese momento. Es verdad que es una foto icónica y porque nos juntamos y nos tranquilizamos, pero hay muchas cosas que vienen a raíz de lo especiales que son estos jugadores a nivel humano.
P: ¿Cómo se comporta el jugador cuando usted asume su responsabilidad y su culpa por algo?
R: Pues si hago varias veces lo mismo, me dirán que deje de cagarla (risas). Los equipos han cambiado, que venimos de años atrás, una dirección de equipo más autoritaria, de un jefe y gente que obedece, esto ya no es así. No hay soldados como había antes, ahora la gente es más sensible, hay otros valores en la sociedad, y lo del trabajo duro y todo esto... ahora las cosas se deben hacer con sentido común, incluso quieren saber por qué, que se les explique. Están los asistentes para explicar ciertos aspectos del juego, el propio Marcos Cerveró (preparador físico) para explicar por qué se hacen las cosas, por qué se van a casa con un palizón de entrenamiento, que los jugadores se preguntan "esto a qué viene" y se habla. Esto da confianza a la gente del trabajo que se hace, darle un sentido.
P: ¿Va a explicar de una vez su plan?
R: Lo voy a hacer en breve, voy a acabarlo ya. La verdad es que de ese cántico no me enteré hasta las semifinales, no lo había escuchado antes. Siempre está bien, como lo del campo atrás del Madrid y esas cosas. Es muy bonito y emocionante, pero el plan no era mío, de todos, y había muchos, no solo uno por si uno fallaba. Claro que es muy bonito.
P: ¿Hasta cuánto le ha cambiado profesionalmente esta Copa?
R: Estoy preparando el partido del Girona igual y mi día a día lo llevo igual. Ayer hablé con un entrenador ACB y me decía que hay tres entrenadores de la competición con mucho prestigio, mayores que yo, y que entre ellos han ganado menos Copas que yo. Evidentemente te hace darte cuenta de lo difícil que es ganar un título, y más una Copa del Rey, pero todavía no sé en qué me va a cambiar, personalmente en nada. A nivel de exposición, de no poder ir al supermercado porque me van a pedir siete fotos, que lo hago encantado, pero al margen de eso, no creo que me vaya a cambiar demasiado.
P: Y el reconocimiento de los entrenadores es de lo más importante...
R: Lo veo normal porque yo también lo hago muchas veces, incluso sin haber un título de por medio. Si hay un equipo que ha hecho algo... somos bastante corporativistas los entrenadores de la ACB aunque no lo parezca, se ve que somos fríos, pero tenemos muy buen rollo entre nosotros. Será la diferencia de edad que hay entre muchos. El concepto además del convenio (Ibon Navarro es miembro del SINEB, que recientemente firmó un convenio con ACB hasta 2026), de tener que cambiarlo, estar muy unidos para cambiar cosas que considerábamos que no estaba bien, creo que eso nos ha unido mucho más. Un ambiente menos hermético, frío, distante. Ya te digo, me parece normal, porque considero al resto de entrenadores como compañeros de trabajo, con los que sales a cenar y tomarte una cerveza. Es bonito que tengamos este entorno de estar más distendidos, tener menos tensión, más humano en comparación con antes.
P: ¿Seguir con esta plantilla sería ideal o es demasiado pronto para hablar de esto?
R: Las cosas que funcionan hay que intentar no cambiarlas, además porque se puede pretender mejorar y a veces se empeoran. Será difícil, no imposible, pero muy difícil, por cuestiones económicas, de una subida de caché en los jugadores, pero creo que el club es consciente de lo difícil que ha sido crear este proyecto porque no está hecho, se está creando, ha llegado un premio demasiado pronto, pero el proyecto no se acabado. No estamos montados en la ola, todavía estamos remando a ver si la cogemos, pero nos han cambiado la tabla de surf y ahora vamos con un pepino. Este proyecto está empezando a andar, y va tan bien que hay que intentar mantener el bloque; no es fácil hacerlo pero sí creo que el club tiene músculo para poder retener un bloque muy grande.
P: Y tiene argumentos porque parece un proyecto ganador...
R: Ahora sí. El otro día leía un artículo de un periódico de Vitoria, que lo escribía el tío de Darío Brizuela. Habla que a veces hablamos mucho de lo conseguido y poco de lo merecido. Si Laprovittola llega a meter esa canasta, hubiéramos conseguido poco, pero sí habríamos merecido lo mismo. Otros equipos han merecido ganar la Copa del Rey, menos que nosotros, pero lo han merecido. No sé si este es un proyecto ganador porque hayamos ganado la Copa, lo que sí sé que este equipo y club hacen méritos para poder ganar, eso no significa que vayas a ganar. Esto es lo que hace que la gente se enganche y y haya agotado las entradas del Girona, que a las tres de la mañana hubiese mucha gente en el aeropuerto. Es un proyecto que merece cosas, y que no se genera la frustración por no haber conseguido más porque primero se tiene que valorar lo merecido.
P: ¿Se ve Ibon Navarro muchos años en Málaga? El club además se lo ha comunicado...
R: Sí, claro. Hago una apuesta el año pasado por venir, en una situación difícil cuando te vas de un equipo a dos victorias del descenso por irte a otros con el mismo número de victorias, pero con mucha más presión. Unicaja y Morabanc Andorra estaban lejos de la zona donde pretendían estar, pero al final la Liga te pone en un sitio, los méritos eran los que eran. Claro, venir aquí y no resucitar el proyecto y no tirarlo para arriba, te cuelgas dos medallas: la de dejar aquello así y no sacar esto adelante. Hago esa apuesta pensando en esto, en empezar un proyecto y que no sea una cuestión de un año, es lo que me plantea Juanma, de hacer algo que sea para varios años. Esa es la idea.
P: En Málaga había entrenadores que tenían tensión con los de arriba, se le ve todo lo contrario...
R: Todo ha cambiado, ya ahora las cosas no se hacen a como se hacían hace veinte años. Creo que estamos más formados en lo que significa liderazgo, gestión de personas y lo fácil ahora es ir con la vara, pero no resulta cuando las personas han cambiado y no son sumisas en los entornos laborables. Esto ya no es así. Ahora hay que convencer, no imponer las cosas. Ha habido cosas que evidentemente no se hacen en el club como a mi me gustarían, eso no me da la razón ni se la quita a ellos, pero hay que encontrar un punto donde yo esté cómodo y el club esté cómodo. Creo que este club tiene cosas de Euroliga, pero otras son de la Euroliga de hace quince años, y la Euroliga de ahora no es la de hace quince años. Los entornos y clubes de la Euroliga han cambiado, por lo que hay que cambiar cosas, mejorarlas, y si desde mi experiencia puedo intentar que se puedan cambiar, también, pero el club se debe dejar cambiar. No se puede cambiar todo en cinco meses. Veo la recepción del club a la hora de dar esos pasos, pero no de imponer, repito, sino explicar cómo son en otros sitios, por qué es así, y creo que muchas veces no tenemos capacidad de explicar por qué algo se hace de una forma y no de otra, solo decir "porque esto se hace así". Todos cogemos una rutina de hacer las cosas, y los cambios siempre son incómodos.
P: ¿La primera conversación con López Nieto y Juanma después de ganar la Copa?
R: No me acuerdo. A Juanma lo vi más tarde. Antonio estaba eufórico. Creo que hubo algo porque cuando nos fuimos de Tenerife, del partido del Santiago Martín, sí que hablamos que ya no estábamos tan lejos. Decíamos "es que estos del Tenerife, no llegamos, no podemos ganarles" y cuando acabó aquel partido, con todo lo que nos pasó, sin hacer un partido brillante, y no estuvimos lejos de ganar. Se lo dije al presidente, que no estábamos tan lejos, que en ese momento habíamos empezado el siguiente partido contra ellos. Y cuando me cruzo a Antonio, lo primero fue decirle "te lo dije". Una tormenta de emociones la que tuvimos todos tras la final.
P: ¿Y la última con el grupo antes de marcharse de vacaciones?
R: "Cabrones, me habéis puesto perdido de agua" (risas). En grupo no hubo nada, no hemos tenido un momento de privacidad para hablar, sí que hemos tenido privacidad para hablar uno por uno, un ratito con todos los jugadores, estar tranquilos, con un vino en la comida y en la cena del día de la celebración, eso sí. Hay cosas que se tienen que decir en la privacidad del vestuario.
P: ¿Y qué palpó en esas charlas?
R: Que esta gente quiere más, que puede que no sea la última oportunidad de poder ganar algo. Antonio les comunicó el tema de la BCL, que es posible que se juegue aquí la Final Four. Y en el Carpena es difícil ganarnos. Con el calendario que tenemos, ganando cuatro partidos en casa si pasamos el Round of 16 primeros, somos campeones, esto a los jugadores les llama mucho la atención, pero no quiero que se despisten. El primer objetivo es meternos en play off y, si puede ser en una buena posición, mejor.
P: ¿Ha recuperado el club ese estatus perdido?
R: Que Málaga ya sea la sede de la Copa el próximo año, la Final Four de la BCL si llegamos, con el respaldo de este trofeo, pero sobre todo el tener a nueve mil personas en el Carpena en cualquier partido de Liga, este es mejor refuerzo que hay de que se está recuperando el estatus. El otro día me decía un compañero vuestro que donde más se notaba la afluencia de público de un año a otro eran Málaga y Vitoria, no creo que sea casualidad. Dos equipos con una identidad valiente en el juego, que hay que ganar, pero no de cualquier forma, de una manera atractiva, desprendiendo valores, cosas que a la gente le guste, esto ayuda a que el club recupere una posición de prestigio, y este título te coloca en un escalón superior.
P: Ganar es adictivo...
R: Vamos a ver si lo sentimos. Creo que sí, pero no me atrevo a decirlo. Los entrenadores somos unos cagones, y yo el que más. Me preocupa el próximo sábado, con la fiesta que va a haber el día de Girona. Me preocupa cómo vamos a empezar el partido, más viendo cómo están ellos: son unos cohetes, una losa que se han quitado del descenso, y un equipo de Aíto sin esa presión, jugadores jóvenes, es muy peligroso. Me preocupa eso porque hay cosas que no voy a poder controlar, lo que sienta el jugador viendo el pabellón lleno, lo que se va a montar el día del Girona, no sé cómo vamos a reaccionar, imagina el próximo mes. Es la tarea nuestra, de convencer al equipo que la segunda vuelta es más complicada que la primera, que va a ser un aliciente para los rivales jugar contra nosotros. Ya no va a ser ganar al Unicaja, ahora es ganarle al campeón de la Copa del Rey. Este trofeo conlleva una responsabilidad y un peaje de este nivel, que te obliga a salir más preparado y alerta a cada partido.
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