Ibon Navarro: "Si las expectativas se disparan demasiado vamos a morir de éxito"
El entrenador del Unicaja repasa en 'Málaga Hoy' la temporada recién acabada y su visión de futuro del club
"Al proyecto a nivel deportivo que tenemos hay que examinarlo, cuestionarlo y ponerlo a prueba", asegura
Copa Intercontinental, la ruta
Ibon Navarro Pérez de Albéniz (Vitoria, 1976) pasó unos días fuera de Málaga, pero ya regresa de nuevo para continuar (no se ha detenido) con la planificación de la temporada 2024/25 con el Unicaja. Ha estado en contacto permanente con Juanma Rodríguez y atendió durante un descanso activo más que unas vacaciones más de una hora a Málaga Hoy. Resumen de temporada y proyección de lo que viene. Reflexiones muy interesantes del técnico vasco.
-Hace ya unos días que acabó la temporada, ya cogiendo distancia. ¿Cómo la va viendo?
-Creo que hay que hacer una valoración general, de los nueve meses y medio, aunque a todos se nos queda la sensación última, porque además es lo que hace el entorno y la gente del baloncesto. Es verdad que es difícil estar nueve meses y medio bien, como hemos estado nosotros, sin momento malo; y puede ser, sin estar del todo de acuerdo, que ese momento malo nos haya llegado al final. Te da rabia porque trabajas todo el año para llegar al final, si no en el mejor momento, seguro que no en el peor, al menos desde el punto de vista físico. Lo hicimos muy bien, pero no estuvimos en nuestro mejor momento mental al final, al margen de que hay cosas desde el puro baloncesto que hay que poner en valor. Pero era difícil mejorar la temporada pasada en muchos aspectos, y creo que lo hemos hecho. Hemos ganado un título, hemos acabado después de muchos años por delante de Madrid y Barça en la Liga Regular, hemos mantenido el Carpena, que fue de las cosas que más valoramos el año pasado, que la gente viniese a ver al Unicaja y no al rival. No solo hemos dado continuidad al proyecto, sino que hemos mejorado. Y ahora lo que hace es poner el listón más alto. Qué vamos a pedir al equipo el año que viene. Si no valoramos lo que el equipo hace, caeremos en el error de morir del éxito muy pronto. Cuando no consigamos algo material, un título, parecerá que la temporada es un fracaso; por eso hay que poner en valor el camino, porque creo que en muchísimos momentos de la temporada hemos hecho un muy buen baloncesto, que se ha valorado más fuera de Málaga que aquí. Al margen de que el final nos hubiese gustado que fuera mejor, creo que la temporada es muy buena.
-¿Le da vértigo el haber conseguido mucho en dos años y llegar al techo prácticamente virtual?
-Me preocupa. Porque todas las sociedades tienen sus particularidades, y la malagueña con el deporte tiene eso, que enseguida nos acostumbramos a lo bueno. Y lo bueno cuesta mucho. Hay que darse cuenta que solo gana uno y hay muchos equipos. Madrid y Barça está por encima de los demás, Valencia y Baskonia están por encima en cuanto a potencial, que no es la realidad ahora. Y luego hay que contar que hay equipos que hacen muy bien las cosas. Se ha visto con el UCAM Murcia este año, otras temporadas con BAXI Manresa, Gran Canaria o Lenovo Tenerife, sitios donde la gente trabaja y hace las cosas bien. Todo el mundo aspira a meterse arriba, donde estamos nosotros. No sé si es vértigo, pero sí me preocupa el controlar las expectativas. Si se disparan demasiado, vamos a morir de éxito, y llegarán las frustraciones de la gente. Habrá un año que no ganemos nada, y es lo normal. Hay que gestionarlo.
-Lo que ha pasado en el final de temporada.
-Sin duda. Mira que la Copa del Rey tenía que haber sido una buena lección para todos. Estábamos jugando la semifinal con el Barça y la final con el Madrid antes de jugar con el Tenerife. Y eso ha vuelto a pasar en el play off. Creo que el entorno y el equipo tuvo más respeto por el BAXI Manresa, por lo difícil que es jugar en el Nou Congost, la forma de jugar que tienen, que al UCAM Murcia, al que habíamos ganado siete de los últimos ocho partidos, seis consecutivos. Y creo que hay un punto de exceso de confianza, incluso después de perder el primer partido. De decir 'bueno, esto lo sacamos'. Y fue un bofetón. Lo importante es que no quede en una mala experiencia ni un mal sueño, sino algo para que aprendamos todos de cara al futuro. Que para jugar una final hay que pasar una semifinal, no por ser el Unicaja y hacer muy bien las cosas el rival te lo va a regalar. Este es de los problemas que hemos tenido. Al margen, insisto, del baloncesto. No podemos justificar la derrota en un play off, con un equipo que ha hecho las cosas muy bien, solo por nosotros. El UCAM llegó en un momento muy bueno de confianza, que a mí me recordaba con el que fuimos nosotros a Badalona, con dos lesiones. Pierden los pívots, igual que nosotros en Badalona, pierden a uno que entra tarde y mal, juega Morin, entra Flores, se ponen en zona en Valencia y de repente pum. Descubren una vía de escape. Y donde tienen presión, en casa, fallan; fuera están desinhibidos de todo. Esos momentos de los equipos y al UCAM le llegó el suyo.
-Decía que quizá el equipo no llegó en su mejor momento, pero con Manresa se sabe sufrir en un primer partido que se complicó, va al Congost con autoridad. ¿Ahí se descuadra todo un poco?
-(Piensa). Mira. Como ya he dicho, todos respetábamos a Manresa lo que merecía, por un formato además que no deja margen de error. Si te equivocas a tres partido, estás muerto, y más teniendo que ir al Congost. Eso es una cosa. La otra son las faltas mentales. Todo el mundo... me sorprendía hablar con algunos jugadores y ellos se veían en la final sin haberla jugado, además algunos bastante prudentes. El entorno, todo el mundo nos veía en la final, y además en tres o cuatro partidos. Oía hablar en el club de la programación, tipo 'oye, si acabamos del tercer partido, nos volvemos después o nos quedamos a dormir'. Y yo pensando 'pues si perdemos, lo mejor es volvernos después del partido, que no tendremos ganas de quedarnos allí'. Y la gente me decía loco, de cómo vamos a perder tres partidos. La gente hablaba de tres partidos por ganar, no perder. Y estaba todo tan extendido que no me sorprendió perder el primer partido, sí me sorprendió perder el segundo porque pensaba que eso nos iba a activar, pero no lo hizo. Cambiamos cosas en el tercer partido, pero la sensación de decir 'ya lo sacaremos'. Y cuando parecía que habíamos hecho lo más difícil, que no lo habíamos hecho, en el último partido en casa llegamos a esos seis minutos finales donde estuvieron mejor que nosotros.
-¿Ha disfrutado del camino? Hay ese título en Belgrado, donde vimos algo especial, esa espina clavada. Se quedará con muchas cosas buenas, más allá de hablar tanto del UCAM.
-Acabar con seis derrotas en ACB, donde tres fueron en las primeras cuatro jornadas. En las pistas que hemos ganado, el nivel de baloncesto que hemos tenido en muchos momentos; un título, que es un título, siempre complicado de ganar. Ganamos en la semifinal a un equipo que ha jugado la final de ACB. Es así, le doy mucho valor a cómo superamos a los rivales y sobre todo cómo nos superamos a nosotros mismos en la Final Four, después del año pasado y soportando mucha presión. Además del título en sí, el otro título, el haber superado muchos meses de presión, donde el equipo tiene que ir aprendiendo a gestionar y superar si quiere seguir creciendo como club. A esto le doy mucho valor, al título de Belgrado, por superar a los rivales evidentemente, pero por tener que ganarles y ganarte a ti mismo. Y luego creo que hemos hecho un baloncesto muy bueno, de los que gustan a la gente. Los que no son del Unicaja ponen la tele para vernos porque somos muy divertidos. Es lo que hace que la gente venga al Carpena, porque cada partido es una fiesta, la conexión que hay dentro y fuera de la cancha, los jugadores con la grada. Tiene un valor que no se traduce en trofeos, pero creo que es nuestro mayor activo.
-¿Es el año que más ha disfrutado como entrenador?
-Puede ser. Cuando afrontas un partido, siempre tienes miedos, por no saber cómo va a ir el partido, mil cosas que pueden pasar. Si tienes un equipo con el que estás muy tranquilo, porque pase lo que pase el equipo va a estar, aunque el otro esté muy bien; eso te da mucha tranquilidad, te permite disfrutar de un montón de cosas. Si te relajas en ese aspecto, disfrutas más de las cosas, hablando de los partidos. Y el día a día es muy bueno. El grupo humano es muy bueno, trabajan bien; cuando hay problemas, el grupo sabe autogestionarse, se solucionan los problemas, alineados en el objetivo del equipo. Todo el mundo intenta aportar cosas. Si no es el año que más he disfrutado, de los que más. Seguramente a nivel de día a día sí, y de estar tranquilo por su competitividad.
-Hubo un patrón con lo que pasó el año pasado en BCL, en Copa y estos partidos con el UCAM. El equipo gestionó en Belgrado ese favoritismo, igual sin jugar su mejor baloncesto, pero siendo competitivo y duro mentalmente. El equipo gana esta temporada en casa el 80-85% de los partidos en el tercer cuarto, quedando sentenciados. ¿Puede ser el haberse acostumbrando arrasando y cuando los equipos te aguantan, el verse dudar?
-Esa es una explicación. Pero no es la única. Ni siquiera sea la más importante, pero no tengo por qué llevar razón, ni tú, ni nadie. Estamos hablando de las cabezas. Lo que dices es verdad. El equipo está poco acostumbrado a sufrir para ganar los partidos en los últimos minutos, pero también es verdad que cuando ha sufrido, ha sido más fuera de casa, los ha sacado; entonces por un lado está el lado de acostumbrarse, pero lo achaco más a que somos un equipo súper emocional. Cuando tú juegas en casa, a nosotros el empuje de la gente, esto multiplica, para bien y mal. Si coges una racha buena, cuando viene esta ola inmensa de baloncesto, energía, recuperar, correr, meter, esto en casa somos una avalancha porque la gente multiplica. Pero no somos un equipo de pensar demasiado, sino de empujar y jugar. ¿Qué pasa? Las derrotas que hemos tenido en casa, hay un momento de partido que lo tenemos para romper, y en ese momento siempre ha pasado algo: un error, una pérdida, mala ejecución que se convierte en un parcial del rival. Y el partido se vuelve a igual, te aboca a un final igualado, donde tienes que saber gestionar las cosas, pensar, ejecutar, aplicar bien las normas defensivas. Para nosotros es difícil pensar y jugar a base de empuje. Y en casa se multiplica y pensamos menos. Hemos arrasado en casa por ese empuje, pero cuando el rival te obliga a pensar, es muy difícil. A todos nos hubiese gustado, por poner un ejemplo, que el último minuto y medio con el Real Madrid, que estábamos tres arriba, a todos nos hubiese gustado ganarlo; pero hay que ver cómo cogemos esa diferencia en el minuto anterior, a base de empujar. Estamos seis abajo con el UCAM Murcia (en el quinto partido) al final del tercer cuarto y hacemos un 14-0 de parcial. ¿Lo hacemos a base de pensar o empujar? ¿Le vas a decir al equipo en ese momento que quieto, que dejen de jugar así y se pongan a pensar? Es imposible. En ese robo con el 63-55, paramos y que el UCAM se ponga a mirar el marcador y ve que va ocho abajo quedando seis minutos, cuando estaba seis arriba minutos antes... lo tienes. Pero no le puedes pedir al equipo que no haga eso. No lo puedes parar, y te arriesgas a que pase lo que al final pasó, que se te pongan a dos en 43 segundos. Somos eso. Cuando jugamos fuera, la tensión no te hace multiplicar, sino a controlar tus emociones. Si te dejas ir, pierdes de treinta. Te mete una canasta el UCAM y parece que te han metido cuatro. Tienes que estar más cerebral y tranquilo. Y al equipo no le cuesta ponerse así, porque no hay un factor externo que le haga jugar con el corazón en lugar de la cabeza. Por eso perdimos de uno en Tenerife, de poco en Badalona, los del principio no los cuento porque no éramos nosotros. Fuera somos muy competitivos porque somos capaces de pensar, no tenemos una tara de no saber capaces de hacerlo. Pero en casa estamos acostumbrados a ganar a base de empujar con la gente, y nos cuesta controlar esas emociones tas disparadas, en un partido importante y con la gente empujando. También digo una cosa, quiero que la gente lo siga haciendo porque no nos va mal haciendo eso.
-¿Derribar esa psicosis del Carpena es una cuenta pendiente de cara a lo que viene?
-No creo que sea una cuenta pendiente. Solo puedo hablar de lo que ha pasado en estos dos años. Mi diagnóstico es este, más allá de maldiciones. Después de analizar todo. No es una cuestión de mala suerte, ni siquiera pienso que sea una cuestión de presión, sino de gestionar emociones. Tú eres el mismo equipo cuando no metes que cuando haces ese 14-0, solo es un momento de acierto. Es la única vez con el UCAM Murcia que metemos tres ataques seguidos, salvo los primeros seis minutos. Es muy difícil en un partido de tanta tensión que no seas capaz de hacerlo, mientras ellos lo van haciendo y tú no. Al final es el acierto, que en jugadores de calidad eso llega, pero creo más en que el equipo sea consciente de esto, ese debe ser el siguiente paso. Ver las cosas con ellos, saber qué piensan, y la próxima vez que estemos en una situación así, pensar que ya hemos estado tres o cuatro veces. No sé si seremos capaces de hacerlo bien a la primera, pero es el camino que tenemos que seguir para crecer, convertirnos además en eso que he dicho alguna vez de que un equipo ganador, no es el que gana mucho, sino que gana cuando tiene que ganar. Eso conlleva el saber jugar a algo más. El año pasado se decía que sufríamos cuando jugábamos a mediocampo, no era verdad. No éramos tan espectaculares, este año hemos sido el segundo mejor en porcentaje de éxito. Se trata en que vayamos creciendo en cosas, el ser capaces de disfrutar cuando estamos jugando en el Carpena y hacerlo con nuestra gente, pero también saber que no es una verbena, que seamos capaces de pensar un poco más y controlar el corazón.
-¿Qué autocrítica se hace? Un entrenador se comerá la cabeza muchísimo.
-Al margen de que el equipo no estuviera bien preparado mentalmente en los primeros partidos, seguramente tampoco tácticamente. Quisimos ganar al UCAM Murcia siendo nosotros. Somos el mejor equipo de la Liga limitando la calidad los tiros de tres puntos del rival, por nuestra forma de defender. El UCAM es el equipo que menos triples necesita para ganar, que mete muchas canastas de dos, jugadores verticales, que ponen la pelota en el suelo. Pero no es un equipo que necesite porcentaje de tres. Ni siquiera nos ganan por meter de tres puntos, su porcentaje en el quinto partido es menor que el nuestro, lo importante para ellos son las canastas de dos. No sé si teníamos que haber cambiado nuestra forma de jugar desde el primer partido. Visto lo visto, nos habría ido mejor. Lo cambiamos en el tercer y cuarto partido, siendo menos agresivos al balón, tuvimos más cuidado con las distancias. Había muchos espacios a ocho-nueve metros de canasta y tuvieron muchas canastas fáciles en los dos primeros partidos. En los siguientes, fuimos mucho más conservadores. No saltamos tanto al balón en el bloqueo directo, no presionamos tanto el balón, nos cerramos más. Nuestros porcentajes fueron mejores en el primero y segundo que en Murcia, lo que cambiamos fue nuestra defensa. Y nuestra defensa iba así en el último partido. ¿Pero qué he dicho en ese final de tercer cuarto y principio del último? Que el equipo se suelta, deja de ser conservador y se va. Roba tres balones, salimos corriendo, mete tres triples. ¿Vas a pedir tiempo muerto con 14-0 y pedirles que paren? No puedes hacerlo. Pero es lo que teníamos que haber hecho porque el equipo estaba desbocado. Ya no es esa pérdida, salimos a la esquina a por Sant-Ross, que termina en penetración; la siguiente apretamos a Hakanson e igual, y a Rodions. Ocho puntos en nada. Queremos robar y ahí se nos va. ¿Dónde está la solución? Es muy difícil. Si analizas lo que va pasando... El equipo roba un balón, se ve arriba y ve la opción de cerrar el partido.
-Imagino que lo que habla ahora con Juanma y su staff es dar el salto para la próxima temporada. Entiendo que esa idea de baloncesto es la línea, con algún cambio.
-No vamos a dejar de ser lo que somos. Esto es lo que somos, nuestra forma de jugar y nuestra identidad. Y no nos ha ido mal. No por una derrota vamos a cambiar nuestra forma de jugar. Hay que reconocer esos momentos y mejorar, pero no vamos a cambiar la forma de jugar. En frío te calmas un poco, contextualizas todo. El Unicaja es esto. Es reconocible en toda Europa por esto y no lo vamos a perder porque nos ha traído hasta aquí. ¿Ahora por perder ya no nos vale? No. Nosotros somos esto. Se trata de mejorar un poco. No pasa por cambiar piezas, sino crecer como grupo, esas situaciones en los partidos para que el equipo se vuelva a ver en eso y reconozca ese momento de volver a su sitio. No va en cambiar jugadores. Es un grupo espectacular, sí que habrá cambios evidentemente pero no vamos a cambiar todo ahora por perder con el UCAM.
-¿Se ha recapacitado con alguna decisión que se tenía clara por culpa de este play off?
-Nada, nada. No podemos modificar planificaciones por resultados. No sería justo ni inteligente. Es evidente que hay jugadores que no han acabado de su mejor manera la temporada, pero no podemos olvidar lo que han hecho en los nueve meses anteriores. No puedes valorar al jugador, entrenador o plantilla por lo que ha pasado en los últimos cinco días de competición. Sería un error tremendo. Desde el principio de temporada, tenemos una línea clara de por dónde tiene que ir el equipo. Estamos hablando de que Tyson Pérez está fichado desde hace un año, fíjate si vamos con tiempo y la planificación está ahí. Evidentemente la llegada de Tyson tiene que hacer mover ciertas cosas. Vamos a ver si la llegada de otro jugador interior, nos hace tomar otras decisiones. Y luego está lo que vaya a pasar en el mercado, que eso no lo puedes controlar, ni el qué ni el cuándo, que es lo que más nos preocupa. Si sabes ahora que vas a perder a un jugador, pues hay jugadores. Pero si esto de pasa dentro de dos o tres semanas o después de los Juegos Olímpicos, porque hay algún jugador de un equipo se lesiona y tiene que fichar, pues esto te mata. Ahora mismo es lo que nos preocupa. Tenemos que intentar no improvisar cuando llegue ese momento y tener previstos todos los escenarios. Pero las decisiones a corto plazo no están condicionadas por lo que ha pasado en los últimos días. No sería inteligente.
-¿La estructura de la plantilla será la misma: plantilla de 13, con tres '4' y tres '5', o puede variar ese planteamiento?
-Una de las cosas más importantes que tiene la plantilla es su versatilidad. Esto es muy importante. Como un jugador como Dylan que es capaz de jugar de '4' y '5' en un momento determinado, que te da cosas distintas en ambas posiciones, un jugador al '4' o el '3' como Melvin; en el '3' y el '2' que son capaces de jugar juntos como son Kameron y Djedo. Tener un jugador como Tyson que va creciendo en el puesto de base, que te permite hasta jugar con tres bases, le da al puesto de '1' una dimensión distinta frente a Alberto y Kendrick. Para mí esto es una cosa muy importante. Ahora mismo no resulta sencillo mantener. Así como en la NBA es fácil encontrar a ese jugador '3-4' o '4-3', en Europa no es tan sencillo encontrar combos de verdad, no jugadores que dan asistencias desde el puesto de '2', sino que sepan llevar al equipo. Jugadores físicos en la línea exterior que son manejadores, están en la Euroliga la mayoría y jugando de '2' la mayoría porque el nivel físico es tremendo. Por lo tanto, cada vez va a ser más difícil mantener este nivel de versatilidad, entonces tienes que intentar mantenerla y encontrar jugadores en la misma posición que puedan compartir presencia en cancha, la única alternativa a la versatilidad es esta. Por ejemplos, jugar con dos '5', que encuentres la manera de hacerlo, o con dos '4', a veces jugábamos con Dylan y Will juntos por ejemplo, encontrar la manera de jugar y defender con tres aleros. La dificultad, y también lo bonito, porque te lleva a pensar como entrenador, es encontrar otros registros de juego cuando no tengas jugadores versátiles y no puedas jugar con un '5', un '4' y un '3'. Esta es la siguiente pantalla del juego.
-Esta semana hemos visto las renovaciones de Kameron y Tyler (no se había confirmado la de Ejim cuando se realizó la entrevista). ¿Le dan empaque al proyecto, de jugadores que podían tener el interés de equipos mejores?
-Define equipos mejores (risas). Todos los jugadores del Unicaja son perfil Euroliga, porque es muy difícil encontrar jugadores que estén dispuestos a jugar 13-14-15 minutos en un equipo como el nuestro, con el potencial individual que tienen, que antepongan el interés colectivo, y que el impacto sea muy alto. Somos un nicho de pesca clarísimo para la Euroliga. Y estos dos jugadores son muy claros. Creo que todos, pero estos por encima. Uno tiene un rol claro de tirador, pero es capaz de hacer más cosas, porque tiradores hay, pero que sepan capaces de hacer más cosas... Y ves que el tío tiene buenas decisiones defensivas, que bloquea cuando tenga que bloquear, parece algo evidente. Un jugador con el chasis de Tyler, que no es el mejor del mundo, lo hace, y a veces le pitan falta en ataque porque va a bloquear de verdad, esto es difícil. Y el caso de Kameron, es un jugador de un nivel físico tremendo. Esos jugadores en posición '2-3', que tienen ese chasis, con capacidad de manejar, pues es otro jugador con perfil claro a estar en un equipo superior de Euroliga. Son dos puntales muy importantes para nosotros. Es un jugador que puede crecer. Da ese bote de más, que cuando piensa demasiado, por ir más allá no toma la mejor decisión, pero cuando toma la primera es la correcta. Ha encajado muy bien y tiene margen de mejora. De todos espero una versión mejor, porque es la única forma de ser un poco mejores que el año pasado y que no nos estanquemos. Tiene margen porque será su segundo año, que muchas veces es el bueno.
-Dylan y Tyson (Carter) pueden ser, de la actual plantilla, los que tienen mayor potencial para salir por sus condiciones. ¿Qué inputs tiene de ellos para el año que viene?
-Pues lo difícil que es encontrar estos jugadores. La versatilidad de Dylan y Tyson, que es un jugador que ha mejorado mucho como base, defensivamente, con mucha capacidad para anotar y pasar, ahora de dirigir, jugadores que son muy buenos. Pero tienen contrato. El problema es que venga un equipo y pague la cláusula, esto no lo puedes controlar. ¿Me preocupa? No me preocupa que pase, me preocupa cuándo pase. Si eso pasa ahora, pues ya está, ley de mercado y se los llevan. Estaré encantado de que ellos vayan a un equipo mejor, habla que el club ayuda a los jugadores a ir al siguiente nivel; pero que pase ahora. Si es dentro de un mes, ya no hay tantos jugadores en el mercado, aunque tengas dinero. Y ya no quiero pensar si hay un problema en los Juegos Olímpicos, un jugador que se lesione de gravedad y te lo quitan el 30 de agosto. Estás muerto. Se marchó Darío y conseguimos sobrevivir, consiguiendo mejores resultados. Y si se va Dylan, nos dolerá porque es un tío espectacular, pero encontraremos la forma de solucionarlo, también si se va Tyson. Pero esa probabilidad de solucionarlo será más alta a mediados de junio que el 30 de julio o agosto. ¿Qué feeling tengo? Jugadores que tienen cláusulas altas, más en el caso de Dylan.
-¿A Dylan lo ve con esa motivación de querer seguir? Animó a la gente a cantar con el 'Dylan, quédate'.
-El problema que ha tenido Dylan no tiene nada que ver con lo de salir de Málaga, absolutamente, lo puedo asegurar al 200%. Es un jugador, incluso en los partidos, de picos, capaz de hacer cosas brillantes y querer cogerlo del pescuezo, al igual que Darío pero en otra posición. Con chispazos increíbles, que te lleva como equipo al siguiente nivel, pero tienen días muy malos, que quieren ayudar y lo que están haciendo es inmolarte. Lo que pasa es que hay jugadores que son más difíciles de sustituir que otros. Los jugadores se puede, las personas ya es más difícil. Hemos hablado mucho que el grupo ha encajado muy bien en lo personal, así que ya no es solo lo que haces en el campo, también encajar fuera. Y hay algunos que tienen más importancia fuera que dentro, por lo que decía antes de que somos un equipo muy emocional. Y Dylan es un jugador que, si os acordáis, cuando se lesionó Augusto, perdimos un efectivo muy importante a nivel de alegría, chispa, pero nos encontramos que Dylan era así y no sabíamos que era así. Esto nos compensó. Dylan sigue siendo así y lo que nos aporta. Tyson Pérez por ejemplo no es un jugador así. Y perder al Dylan persona nos afectaría. Tyson (Carter) es un chico joven, al que los americanos lo tienen un poco apadrinado, pero también eso lleva a tener muy buen ambiente, de tener alguien para echarle la bronca y decir que lo hace todo mal, que no es así, pero es la coña que ellos tienen. Entonces perderlo también a nivel humano sería un problema. Luego en el campo puedes encontrar jugadores que te den, pero a mí me preocupa más fuera. Puedes encontrar investigando al jugador y persona que se parezca, pero más adelante es mucho más difícil. Ese es el problema con Dylan. ¿Mis sensaciones? No tengo malas sensaciones con ellos, ni que el mercado nos lo vayan a quitar ya. Pero sí me preocupa que puedan ir pasando cosas en los equipos grandes de Euroliga, que les hagan tomar decisiones, y ellos tiene capacidad económica para hacer algo así el 20 de agosto. Nos haría daño. Está claro que por el medio hay una negociación con los agentes para que no se puedan marchar en cualquier momento, una fecha límite por la cual ya no se pueden ir, es lo único a lo que nos podamos agarrar.
-¿Y convencerles con que Málaga ahora mismo es el sitio para crecer?
-Se os llena la boca a todos cuando decís eso, que como en Málaga no se vive en ningún lado. Ya. Pero los jugadores son profesionales, que sus carreras llegan... en el caso de Will a los 38. Les hacemos ver que les alargamos la carrera y les cuidamos mucho. Pero más allá de decirles que en Málaga se vive muy bien. Si ellos tienen la posibilidad de pasar a un nivel salarial, algo que les duplique o triplique, se van a ir. Lo tienen que hacer. Más feliz que Darío en Málaga es difícil estar. Pero es que a Darío no le puedes decir que no se vaya al Barcelona porque es un profesional y tiene la oportunidad de tener una ficha mucho más alta que aquí y tienen que mirar por su futuro, porque carrera tienes una y si dejas pasar un tren lo mismo ya no tienes nada. Así que esto de que Málaga es el sitio... o no. Dylan pasó desapercibido en Euroliga, ahora ha pasado a otra dimensión, ha cambiado el físico drásticamente y demuestra que puede jugar. Vamos a ser realistas. Son profesionales. Es normal que se vayan. No hay que hacer prisioneros o mártires, es normal en este mundo. Los jugadores veteranos sí que valoran estar en Málaga, no por el tiempo o los espetos, sino por cómo les cuidamos para que lleguen bien. Dylan y Tyson tienen esa aspiración. Dicho lo cual, si se quedan aquí estarán a muerte, como un paso en su siguiente aspiración, que seguirá siendo esa, a no ser que puedan llegar a esa aspiración deportiva quedándose en Málaga, que lo han preguntado.
-¿Preguntan por el futuro del club?
-Claro que sí. ¿Tú crees que los jugadores no quieren jugar la Euroliga en Málaga? Claro. Pero el jugador tiene que ser responsable con la situación. Creo que Antonio (López Nieto) lo ha explicado de una manera perfecta. No van a cambiar las cosas tanto en la Euroliga por lo menos hasta el 2040, entonces la situación seguirá siendo la que es. Por mucho que a la gente le duela, pensar en esto del deporte ficción de aquello de qué pasaría si el Unicaja estuviese en la Euroliga. Esto no lo sabe nadie. Ni los que dicen que nos iría bien ni los que seguramente nos iría peor, nadie. Lo que es real son los números, a nivel de gestión. Y en estos tres años, Antonio ha demostrado que puede dar un máster a mucha gente y si él lo dice es porque lo tiene más que estudiado. Y lo que decía antes: no podemos morir de éxito. Sería volver unos años atrás.
-¿Y al entrenador no le pica ese gusanillo? ¿Se ve bien aquí? ¿Es el sitio preciso y el adecuado?
-Lo que he dicho de los jugadores es extrapolable a los entrenadores. Esto es así. Ahora mismo en el mercado no veo las facilidades las salidas a nivel buyouts (rescisiones de contrato). Viendo cómo son las plantillas de los equipos, aunque los equipos aún se están construyendo, pero no veo tan sencillo esto. A nivel de entrenadores veo lo mismo. Pero sí digo que este proyecto lo parimos entre Juanma y yo, y creo que tiene recorrido. Por ejemplo, cuando nos dicen que hemos tenido suerte al fichar nueve jugadores y que salieran bien. Hay que recordar que esos jugadores podía haberlos fichado cualquiera, un equipo de Euroliga. Pues no, los fichamos nosotros. A eso hay que darle valor. Y al proyecto a nivel deportivo que tenemos hay que examinarlo, cuestionarlo y ponerlo a prueba. Vamos a ver si cambiando algunos jugadores... igual no tenemos el mismo éxito, pero sí que el proyecto y la línea de trabajo sea exitosa. Y eso no se valora solo por tener títulos, sí por otras cosas: los valores que desprende el equipo, la forma de jugar, por cómo engancha con la gente. El reto para Juanma y para mí, más todo el staff, es que sigamos trabajando igual con esos cambios de jugadores. Ya no es llegar al Unicaja y que no haya una forma de trabajar. Que en el Unicaja se trabaje así, se juegue así, se funcione así. Ese jugador que llegue, que ya sepa cómo funcionan las cosas. Tiene que aprender y adaptarse al club. Eso sí es un legado. A nivel de gestores, es lo mejor: el haber creado un método muy identificativo con el club. Y ahora lo bonito es ver, una vez vayan llegando jugadores, ver cómo se adaptan a este modelo, acompañarles, enseñarles y que el modelo siga siendo exitoso.
-Con Will y Melvin, entiendo que los dos no caben con la llegada de Tyson Pérez. ¿Hay dudas? Viendo además esa disponibilidad de Will.
-No descartamos nada. Dices que no tienen sitio. ¿Y si Dylan sale? Ya sé lo que me vais a decir. Pero igual Jonathan puede jugar más minutos de '4', en un proceso natural suyo, porque yo lo puse de '3' cuando llegué aquí, él va a tender a pasar al '4', más abierto. Melvin es importante porque es un jugador versátil, hacer el '4' y '3', Tyson no es capaz, Will es capaz de jugar con otro '4' y es capaz de jugar de '5'. Tenemos muchas vías abiertas. A Tyson lo puse de '3' en su primer año en Andorra y le costaba, sí que por edad y movilidad era capaz de hacerlo, ahora creo que después de la lesión no está en su 200%, hay que volver a verlo. Para mí Tyson es un '4', así como Melvin puede cambiar a ser '3' o Will jugar con otro '4'. Aquí el problema son los tiempos. Que el de Will, la hipotética salida de Dylan, pues no van a coincidir en el tiempo seguramente. No creo que pase lo de Darío y Kameron el año pasado, que por dos días pudimos acceder a él. Tenemos que ir tomando decisiones poco a poco, de ir cerrando incógnitas que te aseguren lo máximo posible una línea, eso sí lo tenemos que hacer. Pero no descartamos nada en absoluto. Tenemos que estar abiertos a todo. Mi experiencia como entrenador es que cambiar dos jugadores en una misma posición, en un mismo verano, es malo, muy malo. El cambiar dos '4' en un verano es malo, porque tienes que reconstruir muchas cosas. Es más fácil que un solo jugador aprenda a que puedan hacerlo dos.
-¿Se ha delatado un poco con lo de Barreiro?
-Es que a mí me gustaría que siguiera. Pero aquí hay una negociación entre el club, su agente y todos. Y digo lo que le he trasladado a Juanma: me gustaría que siguieran todos; pero entiendo que el club ha hecho movimientos en los últimos años/meses para mantener este proyecto. Mi trabajo es pensar en la 24/25. El de Juanma no, el de Juanma es pensar en la 24/25, pero más en la 25/26, 26/27, en mantener una estructura de cupos, que está carísimo. Eso es trabajo de Juanma. Muchas veces "chocamos" un poco a veces porque miro a la próxima temporada, porque soy entrenador, pero él tiene que mirar más allá, aunque sí comparto su visión a largo plazo. Me gustaría que siguieran los trece, pero ha hecho movimientos para que el club tenga recorrido. La renovación de Alberto o el fichaje de Tyson Pérez, esto es para que el proyecto tenga futuro. A Tyson hay que meterlo ahora, además creo que nos va a aportar mucho dentro de esa forma de jugar que tenemos. No cerebro, sino energía, corazón, alma, esa es la apuesta. Todo lo que sea continuidad es bueno, y en el caso de Jonathan también.
-¿Aplicable a Yankuba?
-Aplicable a todos. No quiero tirar balones fuera. Yankuba vino aquí en unas circunstancias muy particulares. Ha encajado bien. Con más claros que oscuros, pero esos oscuros son parte del proceso, de su maduración como jugador, alguien interior, que siempre maduran más tarde y digamos que el cisma de su rendimiento está por llegar. Claro que me gustaría que lo hicieran aquí.
-¿Y qué le transmiten ambos?
-No vale de nada que diga lo que me transmitan a mí. Yo soy entrenador. ¿Qué me van a decir? No me van a decir nunca que se quieren marchar. Hablamos de muchas cosas, de cómo ha ido el año de ambos, cómo los veo aquí, ellos preguntan cosas. Son conversaciones privadas, de personas, más allá de entrenador a jugador, con las que has compartido muchas cosas en un mismo proyecto. Ellos tienen sus inquietudes e intento aclarárselas en la medida de lo posible. Cuando me dicen que si pueden jugar más minutos, no les puedo mentir. Si quieren jugar más minutos, no pueden seguir en el Unicaja, pero tienen que valorar lo que tienen en el Unicaja, metidos en un proyecto ganador. De aquí tienen que aspirar a ir a un equipo mejor. Y es difícil que en un equipo mejor que Unicaja, vayas a jugar más minutos, por eso que decía de que somos un nicho para los equipos de Euroliga. Te van a fichar por los minutos que juegas en el Unicaja, o menos. Si quieren más minutos, irán a un equipo a priori menos ganador o con menos potencial teórico que el nuestro, que luego hay que verlo porque a lo mejor se disparan en su rendimiento deportivo, ya ha pasado muchas veces. Me acuerdo mucho del fichaje de Pierre Oriola del Valencia Basket campeón de ACB por el Barcelona. Era el quinto pívot de la rotación del Valencia y el Barça lo ficha como quinto pívot de rotación. Fíjate la carrera de Pierre cuando salió de Valencia. Pues ese es el espejo por el cual podrían mirarse. No les puedo prometer que van a jugar más minutos en el Unicaja porque eso no va a pasar. 20:49 de media es el que más hemos tenido, el resto por debajo. Ese es nuestro método.
-El hecho de que se traiga a Tyson, además confirmaba el presidente que es muy probable que la opción de Balcerowski salga. Jugadores de Euroliga, ya antes con Dylan, Carter o Perry, que vienen a Málaga para relanzar sus carreras. ¿Hasta cuánto de importante es conseguir ese imán, que esos jugadores contemplen venir al Unicaja?
-Claro que lo es, pero va a pasar cada vez menos. No hay jugadores. Hay un problema de número y calidad de jugadores tremendo (repite). Ni os lo imagináis. Y lo que viene es descorazonador, con la fuga de talento que ya hay, jugadores jóvenes que se marchan a Estados Unidos cobrando mucho dinero con 16-17 años, que también lo entiendo por la falta de oportunidades. Esto se va a quedar como un solar. En el caso de Dylan, Tyson y Kendrick, son cosas que me temo van a pasar menos porque no les van a dejar salir del círculo Euroliga porque no hay más. Los jugadores son los que son. ¿Tenemos que aspirar a esos jugadores? Ya. Claro. Y el Baskonia y el Valencia, equipos que van a hacer lo mismo, incluso equipos de Euroliga fuera de España como Alba o ASVEL. Todos tienen que intentar buscar a esos jugadores que no hayan rendido en ese ecosistema y piensas que en tu equipo sí lo harán. Estaremos ahí, pero detrás de los Euroliga, aunque los contratos pueden ser parecidos a los nuestros, pero el caramelo de Euroliga está ahí. Tenemos que vender el producto de esta forma, no a base de sol y espetos porque eso no va a colar, ya os lo digo (risas).
-Aún por confirmar, pero está claro que Balcerowski sería un fichaje de nivel.
-No lo sé. No puedo hablar de él. Tiene contrato con el Panathinaikos. Estamos esperando a ver qué pasa. Las sensaciones son buenas, pero coach Ataman se distingue por tomar cualquier decisión, puede salir por muchos lados. Hasta de pirarse. Imagina que va otro entrenador a Atenas y dice que se quiere quedar con Olek. Es un jugador que pertenece a ellos, pero es verdad que estamos muy bien posicionados ahí. Además que pueda traer mala suerte, no me parece bien hablar de un jugador que tiene contrato con el Panathinaikos.
-¿Qué concepto tienen jugadores y agentes de Málaga actualmente?
-Que el Unicaja ha vuelto. Creo que la forma de jugar, más lo que desprenden los jugadores, esto a los jugadores de fuera les llama mucho la atención; el juego atractivo que hacemos, que muchos pueden pensar que es mérito del entrenador, pero es de ellos. Lo que se desprende de todo el entorno. Que el club ha vuelto otra vez a estar en primera línea, a tener voz en Europa a nivel FIBA, por ganar la BCL; una capacidad organizativa increíble, como la última Copa del Rey o seguramente la mejor Final Four de los últimos años. Y que el club ha vuelto a hacer una sinergia con la ciudad increíble. Los agentes que vienen a Málaga a ver partidos, alucinan. No es un ambiente de Belgrado, pero sí de fiesta, que la gente viene a pasárselo bien y lo termina haciendo. Y esto es lo que más llama atención fuera de Málaga del Unicaja.
-Vayamos a los cedidos. ¿Cómo ha visto la evolución de Yannick y Mario durante la temporada?
-Más irregular Yannick. No ha tenido tantos minutos. No ha estado mal. Pero necesita jugar. Lo que decía de los interiores, jugadores que maduran más tarde, se asientan más tarde. Creo que está en ese proceso. Y en el caso de Mario, sorprendidos para bien por su impacto que ha tenido en Tizona en poco tiempo. Tienen una forma de jugar parecida a la nuestra, de gente valiente, que toma decisiones, le han permitido equivocarse al principio y que no pasara nada, y a partir de ahí ha cogido confianza, ha dejado de equivocarse tanto. Hay decisiones que toma con ímpetu y el alma que le llevan a equivocarse, pero es lo normal. Le ves jugar y piensas que es lo que ha mamado aquí. Se deja llevar. Y creo que Diego (Ocampo) permite eso. Gran parte del éxito del Tizona es su estilo. Al igual que con nosotros, no puedes decir que ya no vale el método por haber perdido en la Final Four. En el caso de Mario, se ha acertado en la cesión, el momento y el lugar. La de Mario es muy positiva y la de Yannick, dentro de su proceso, llevaba mucho tiempo sin jugar.
-¿Cuál puede ser el siguiente paso de Mario? Si optar ya por ACB o permanecer en LEB Oro.
-Hay que entender el ecosistema en que ha estado Mario. No sé si en un equipo de parte baja de ACB, si luego el equipo no va bien, luego va a tener el protagonismo que tiene que tener. Esto es un riesgo. Ahí es muy importante el club, entrenador, que todos vayan de la mano. Luego la confección de la plantilla para ver qué espacios tiene. No es una decisión que me compete a mí. Daré mi opinión cuando me pregunte. Me enteraré bien para no dar una opinión al azar, sino más profunda. Hay gente que está mucho más pendiente de yo que esto: Juanma, los agentes del chico o su entorno. Todos estarán preocupados. Confío en que se va a tomar la decisión correcta. Es bueno que pueda tener varias opciones y escenarios. Habrá que valorar todo. También hay que preguntarle al chico porque es importante. Continuar en Tizona puede ser una buena opción porque ya sabe de qué va aquello, la ciudad, el club, pero habrá que ver si sigue el entrenador, la plantilla que se quiere hacer, depende de muchas cosas. No seré el que tome la decisión.
-La próxima temporada arranca con Intercontinental y Supercopa, inicio que es muy fuerte. ¿Tiene la idea de cuándo se empieza la pretemporada y cómo ve ese comienzo, con ese viaje a Singapur? Le dolerá la cabeza seguro con esa semana de por medio.
-No podemos hipotecar todo un año a dos competiciones, dos títulos que se juegan en las primeras cinco semanas de competición. Sería un error. Lo terminaríamos pagando a nivel físico. Vamos a empezar a mediados de agosto; el 15, 16 o 17, por ahí, en función de cómo vayan los Juegos, que estén para la Feria, que seguro que caerá alguna visita (risas). Creo que por esa fecha. El conservar un núcleo importante de la plantilla nos permite empezar un poco más tarde. Está claro que el viaje a Singapur es un quebradero de cabeza, no tanto por la ida, sino por la vuelta, porque tener que volver seguramente lunes y saber que el viernes tenemos que jugar la Supercopa, es un problema. Confiamos mucho en los servicios médicos, Marcos (preparador físico), que tomará mejor decisión. Ha estado en contacto con la selección femenina de rugby para ver qué es lo que fue bien y mal cuando estuvieron en Singapur, y seguro que afinan lo máximo que también te permitan las aerolíneas, que no te dejan hacer las cosas como te gustarían, sino como pueden. Es hipotecar el futuro, sabiendo que son dos cosas bonitas, en las que quieres estar bien.
-¿Otro dolor de cabeza los Juegos Olímpicos?
-Por el descanso de los jugadores. Es lo que menos va a haber. Alberto y Yankuba apenas han parado cuatro días, ojalá que no paren porque significará que están en París. Hay que darle una vuelta a todo esto porque lo van a pagar los jugadores a largo plazo.
-Tiene un staff de primer nivel. ¿La idea es seguir dándole continuidad a su equipo?
-Sí, sí. Me gustaría mantener a todos. Y que en la medida de lo posible, igual que el año pasado pudimos incorporar a Arantxa (preparadora física) para que nos ayudase con Marcos, que estaba desbordado, ver dónde podemos seguir creciendo. Al final esto es como un pit lane. Cuanta más gente tengas para cambiar las ruedas, mejor te van a ir las cosas. Por ahí también va el crecimiento del equipo, en esas pequeñas cosas donde no se ven mucho pero son importantes en el día a día.
-¿Cuándo vuelve el mono por entrenar en verano?
-Todavía no lo echo de menos. Ahora tienes otras inquietudes, trabajando en los escenarios que nos podamos encontrar en las próximas semanas, tener encima de la mesa diferentes dibujos y nombres para lo que pueda pasar. Esto es así. Y más adelante, cuando podamos ir cerrando dibujos, pensar en qué nos vale de lo que hemos hecho ya, qué no podemos hacer porque a los jugadores nuevos no les iría bien. Eso en el mes de julio, pero ahora es definir al equipo.
-De aquel febrero de 2022 que llegó. ¿Qué ve cuando mira para atrás?
-Evidentemente si nos dicen por aquel entonces que vamos a estar como estamos ahora, hubiéramos estado locos. Va todo tan rápido que no te da tiempo a disfrutarlo y degustarlo, pendiente del día a día. Pero hemos creado algo súper bonito, ya no solo el equipo, sino el método Unicaja, por cómo trabajamos. Eso ya está ahí, da igual las personas que estén. Le da mucha identidad al club, que se ha vuelto a reenganchar además con Los Guindos, afición, la cantidad de camisetas del Unicaja que ves por la calle. Todo eso era lo más difícil de imaginar en 2022, con ese desafío que había. Es lo más importante.
-Habla de Los Guindos. ¿Hay algo interesante por ahí, que en verano además pueda echar un cable?
-Hay jugadores que hay que tratar de tenerlos enganchados al primer equipo, y que no sea tanta novedad que alguno pueda entrar. Tratar de naturalizar ese proceso y eso se hace empezando con ellos en pretemporada, que puedan trabajar con nosotros, que nos les resulte impactante defender a Tyler Kalinoski o Kendrick Perry, que sea algo más normal. Luego vemos a jugadores del primer equipo yendo a ver al EBA o al equipo júnior, porque los adoptan. Jugadores como Alberto o Augusto, que son de la cantera, hemos visto el trato que han tenido con Mario o Guille cuando ha venido. Eso es parte del método.
-¿Echa fuego esa libreta donde apunta todo?
-Sí, pero no la voy a enseñar (risas), que luego hacéis capturas de pantalla y esas cosas, subir el zoom y ya la hemos liado.
-¿Y habla lo mismo con Juanma que en el verano de 2022, el de los nueve fichajes?
-Llevamos una hora y cuarto. Eso sí lo puedo enseñar. Tengo ya dos llamadas suyas y le he dicho que estaba en una entrevista con vosotros. Vamos a tres llamadas al día, solo tres, por ahora vamos bien. En 2022 hubo más y eran más largas. Ahora son llamadas informativas, Juanma me dice que esto va así, aquello así y listo.
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