Ibon Navarro y la receta para ganar en Atenas

"Tenemos que mostrar mucha personalidad como equipo, controlar las emociones y hacer el partido más sólido posible", dijo el técnico cajista antes de partir a la capital griega para el trascendental duelo ante el AEK

Con Darío Brizuela y Rubén Vicente

Ibon Navarro, antes del AEK-Unicaja

Ibon Navarro compareció en la sala de prensa del Carpena poco después de hacerlo para valorar el partido ante el Barça y un par de horas antes de partir rumbo a Atenas para jugar un partido clave en el futuro europeo del club. Jugará los cuartos de final de la competición continental, pero lo que hay en juego ante el AEK es mucho, es tener el factor cancha en los cuartos de final. "Lo mejor después del partido tan duro como el del Barça no es meternos un viaje de 10 horas hasta Atenas, pero por encima del cansancio está la responsabilidad y la ilusión de que es un partido muy importante y de sacar una victoria de prestigio que nos lleve al primer puesto del grupo. Está la sensación de que nos acercamos ante el Barça a la versión más nuestra, de aguantar la dureza del partido, de competir, de irnos con sensaciones de estar mejor".

"Llegamos condicionados por nuestro estado físico los dos equipos", admitía Ibon Navarro sobre las bajas que se multiplican: "La ausencia de Strelnieks para ellos es muy importante, vamos a ver cómo está Williams. Para partidos así es para lo que Djedovic vino, para dar ese poso de lo que hay que hacer en partidos complicados fuera de casa. Nos preocupa también el estado de Darío, que no sé cómo va a estar. Lo primero es cómo va a afectar a los dos equipos las ausencias. Ellos van a intentar imponer su estilo de juego más lento y trabado, nosotros necesitamos correr más. Controlar el rebote será un punto fundamental y ser capaces de ser nosotros en un ambiente muy hostil, como son los partidos en Grecia cuando nos estamos jugando lo que nos estamos jugando los dos equipos".

"Para ellos Strelnieks es un jugador clave", insistía Ibon: "Les juega al uno y al dos, es un gran generador que junto con Lemar está asentado en el equipo. Es verdad que su dinámica era buenísima. Aquí el partido se gana por 22 puntos, pero no es real. Es muy duro y trabado, se rompe en esos cinco minutos finales. A base de imponer ese ritmo alto conseguimos que se cayesen al final. Es un equipo con una rotación muy corta, con jugadores con sólo seis u ocho minutos. Mantener el ritmo algo y aprovechar la larga rotación nos daba ventaja. A ellos les falta Strelnieks, vamos a ver cómo está Williams, su rotación puede ser más corta, pero la nuestra también. No va a ser un partido que se decida a base de pico y pala. Es un partido que se decidirá por detalles en el último cuarto, niveles de acierto, tiros de tres, el control del rebote, los porcentajes de libres... Más por ahí que por desgaste y ritmo. No tenemos los dos equipos una rotación para llevar ese tipo de ritmo".

Acerca de la cargada atmósfera del ambiente, Ibon señalaba que "ya jugamos en Salónica, este equipo tiene jugadores con personalidad y experiencia que sabe lo que es jugar en este tipo de pabellones. Está claro que va a ser un ambiente hostil para nosotros y favorable para ellos. Es lo que tenemos, hay que ir allí, mostrar mucha personalidad y solidez como equipo, controlar las emociones y hacer el partido más sólido posible que podamos hacer".

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