Incertidumbre constante

La Diputación confirmó ayer la suspensión del Unicaja-Real Madrid que debía abrir la pretemporada el próximo sábado 29 de agosto. En primera instancia se valoró incluso la posibilidad de que asistiera público, con una asistencia reducida para 800 espectadores. Después se optó por la puerta cerrada y, finalmente, por la suspensión. Resultaba curioso que la Diputación presentara por la mañana un partido de balonmano entre el Trops Málaga y el Ángel Ximénez para este próximo martes y poco después anunciara la cancelación de la décima edición del Costa del Sol, que se había decidido reducir de un triangular clásico al único partido por las circunstancias.

Apelaba en el comunicado la Diputación a la evolución de la crisis sanitaria por el coronavirus. “Lo primero es la salud y atajar esta nueva propagación de la enfermedad, ya habrá ocasión de volver a celebrar este torneo, cuando hayamos superado la crisis sanitaria”, rezaba la nota. El Real Madrid intentó organizar logísticamente el viaje para venir a Málaga y regresar en el mismo día en AVE, intentando no pernoctar en Málaga para evitar contactos, pero no acabó de cuadrar. De hecho, el partido se había planteado, por ello, a las 13:00 horas. El club blanco ha jugado todas las ediciones, junto al Unicaja, del torneo y en las instituciones malagueñas hay un sentimiento de gratitud hacia él por su disponibilidad cada verano. Se barajó la posibilidad de contar con otro rival, pero, con la evolución desfavorable de los contagios, se decidió entonces la cancelación.

Enhebra esta decisión con la falta de un protocolo que se espera que la ACB finalice, contemplando todas las casuísticas posibles, también en los duelos de pretemporada. Se habló, por ejemplo, en la reunión de la pasada semana sobre sería cuál sería el número mínimo de contagiados para suspender un partido o de qué pasaría si, a una semana del arranque de la Supercopa o la Liga, hay contagios en un amistoso que se celebra entre dos equipos de la ACB, cómo afectaría a la competición. Es por ello que se insistía en unas normas básicas también para los partidos de preparación, siendo conscientes de que no se está en la burbuja de Valencia y de que es más probable que haya un contagio. Las recomendaciones a los jugadores siguen siendo que no acudan a lugares cerrados y que limiten su vida social. Por ejemplo, la rueda de prensa de presentación de Abromaitis se realizó virtualmente por ese motivo.

En esta tesitura, el Unicaja se queda sólo con cuatro partidos de pretemporada ahora mismo. Dos de un torneo en Murcia con UCAM y el Valencia Basket del 2 al 4 de septiembre, la Copa Andalucía ante el Betis el día 8 en el Carpena en la Copa Andalucía y un encuentro más ante el Gran Canaria en Málaga el día 11. Se trabajaba ya en cerrar otro amistoso con el Betis para la próxima semana, seguramente el día 26 de agosto, que de esta manera sería el primer encuentro. El cuadro sevillano, con dos ex cajistas como Curro Segura y Juanma Rodríguez a los mandos, está estos días concentrado en Sierra Nevada, esperando a completar su plantilla. No está fácil, pero se intenta llegar a esos seis partidos de pretemporada antes de arrancar una competición que será una incertidumbre constante a merced de la evolución de la pandemia. Hay serias dudas en cómo se afrontarán las competiciones europeas. Se habla de burbujas estilo NBA o ACB, pero, aparte de la dificultad logística, se necesita dinero.