Un balón y dos carreras
Unicaja
Jaime Fernández y Luis Conde, campeones de Europa en 2009 con España, se reencuentran con 'Málaga Hoy' de testigo en Los Guindos
Uno es ahora la figura del Unicaja y el otro prepara el MIR tras licenciarse en Medicina con 25 años
Luis Conde (Málaga, 1993) y Jaime Fernández (Madrid, 1993) fueron en 2009 campeones de Europa con España sub 16. Uno prepara el MIR tras sacar con 25 años la carrera de Medicina. Debutó con el primer equipo del Unicaja pero dejó el baloncesto con 21 años para focalizarse en los estudios. El otro se ha convertido en el refrescante referente de este Unicaja que ha empezado la temporada como un tiro.
Málaga Hoy los reúne en Los Guindos, justamente el lugar en donde se conocieron, en 2007. Ambos departen de manera divertida durante más de media hora, disfrutan recordando momentos inolvidables y reflexionan sobre el baloncesto que soñaban cuando fueron campeones (una generación en la que estaba el también cajista Dani Díez) y el actual. Dos maneras de tener éxito en la vida.
-¿Cuándo tienen noticias uno del otro?
-Luis Conde (L. C.) En la Minicopa de 2007, que se jugó justamente aquí en Los Guindos. No nos enfrentamos contra el Madrid, pero es la primera vez que vi a Jaime. Hizo una Minicopa buenísima.
-Jaime Fernández (J. F.) Yo entonces jugaba en el Canoe. El Madrid hizo una selección para ir a la Minicopa porque entonces no tenía equipo infantil. Se vivió un ambiente aquí espectacular, se llenaba. Ganó el Unicaja un partido por el tercer puesto con un triple de ¿Alberto Díaz pudo ser?
-L. C. No, Alberto era del 94 y no estaba aún. Me acuerdo del triple [Óscar Gallardo fue el autor] contra el Joventut, sí. Yo estaba en El Palo y el Unicaja nos invitó a Nacho Molina y a mí. Nacho después se iría al Madrid. Eso era segundo año infantil, teníamos 13-14 años. Yo me vine ya en cadete de primero al Unicaja.
-J. F. Después estuvimos juntos en la sub 15.
-L. C. Sí, sub 15. Jaime sí había ido a alguna convocatoria antes pero a mí no me llama la Federación hasta sub 15. Coincidimos después en todas menos en la sub 18, que fueron campeones de Europa.
-Recordemos aquel Europeo sub 16 que le ganan en Kaunas a Lituania.
-J. F. Éramos muy pequeños pero las vivencias son muy bonitas. Estar en ese grupo de jugadores, tener la experiencia de estar juntos. Teníamos un entrenador muy exigente, Diego Ocampo. El Europeo fue espectacular, hay una afición increíble en Lituania y ya se llenaba el pabellón. Era el antiguo pabellón del Zalgiris, que cabrían unos 5.000 o 6.000.
-L. C. Lleno, llenísimo.
-J. F. Ese ambiente en ACB no lo he vivido apenas. Teníamos 16 años, salimos allí y nos pegaron una pitada impresionante 30 minutos antes, cuando empezamos a calentar.
-L. C. Yo eso lo recuerdo como algo muy impactante. Salir por el túnel de vestuarios y una pitada que yo me reía pero de los nervios que tenía. Éramos niños de 16 años y allí había gente enloquecida sin camiseta gritando. Pensabas '¿esto qué es?'.
-J. F. Fue espectacular el ambiente. Jugamos un partidazo, el vídeo está por ahí.
-L. C. Yo lo he visto un montón de veces.
-J. F. Yo también. Tuvimos mucha personalidad. Éramos muy jóvenes y nos podíamos haber cagado, pero aportamos todos. He tenido la suerte de ganar muchas medallas pero esa en concreto fue muy especial, era el primer campeonato.
-L. C. Mi recuerdo es igual, el grupo era una piña. Recuerdo volver a Málaga después de un mes y medio juntos todos los días y decir '¿No voy a estar con ellos todos los días?' Sobre todo el grupo era muy bueno y seguimos teniendo relación.
-¿Quién era el bueno de aquel equipo?
-L. C. Jaime, Jaime. Se salía. En el vídeo se puede ver. Hace un partidazo. A mí no me extraña lo que está haciendo en el Unicaja porque se lo he visto hacer desde pequeño. Hay alguna jugada que ha hecho ya aquí de tirarle un caño a un rival que ya se la he visto hacer hace muchos años.
-J. F. Luis era un tío modosito (risas). Éramos bastantes liantes y ya cuando se soltó era como todos. Éramos una familia, lo pasábamos espectacular. Diego nos metía mucha caña pero lo disfrutábamos. Fuera estábamos todos muy bien. Hay muchas vivencias y experiencias... Recuerdo a Medori [jugador de la cantera del Estudiantes], que se llevó las dos zapatillas del mismo pie e intentó entrenar con ellas. Lo pasábamos todos muy bien, pero Luis era el tío responsable. Era el que ponía la cabeza.
-L. C. Había que poner un poco de cordura, sí (risas). Estuvimos tres veranos seguidos en Guadalajara, de la sub 15 a la sub 17. Hubo un Mundial sub 17 en Hamburgo, los resultados no fueron tan buenos. Veníamos de ser campeones de Europa pero luego en ese Mundial fuimos décimos.
-Después viene la categoría sub 18.
-L. C. Ahí yo me caigo y me reengancho en sub 20, que ahí ganamos un bronce, estaba Jaime también. Recuerdo el año del Mundial sub 17, que Jaime creo que va al Europeo sub 18 también.
-J. F. Sí, sí. Doblo y hago el Europeo en Lituania con los de un año más. Miki Servera estaba, recuerdo. Fue un año duro, pero no dudaba en repetir porque lo pasaba tan bien con los grupos de verano... Me lo pasé muy bien pero no fue lo mismo que con el 93.
-¿Ahí son conscientes de que se pueden dedicar al baloncesto?
-J. F. A mí me ha ido llegando, no es algo que me haya obsesionado de pequeño. Yo me lo pasaba muy bien jugando, en las selecciones era algo precioso, lo pasábamos increíble. Te vas viendo con más nivel, que compites a nivel europeo, que ganas, te lo crees un poco más... Estos veranos ayudan a ver que puedes llegar.
-L. C. Yo siempre he tenido en cuenta que los estudios iban primero. Me daba cuenta de que estaba con los mejores de mi generación, pero nada garantizaba que pudiera llegar a alto nivel. En sub 20 ya llevaba un año con la universidad y ya tenía exámenes, algunos los perdí... A partir de ahí fue cuando empecé a pensar en si seguir jugando a alto nivel.
-J. F. Ese verano ya recuerdo que decías que se te acababa un poco el baloncesto.
-L. C. Aquí estaba el follón entonces de si había equipo en LEB o no. Después de ese Europeo sub 20 jugué algún año más. Estuvo también muy bien ese Europeo. Yo ahí tenía menos minutos, estaba Sito Alonso de entrenador. Era el mismo bloque y el mismo buen ambiente.
-¿De aquellos recuerdan a alguno que fuera muy bueno y no haya llegado?
-J. F. Yo creo que los que hemos ido destacando de ese generación de España hemos llegado. En otras selecciones igual se fue cayendo gente. Recuerdo a Nenad Miljenovic, que jugó en ACB en el Betis, que tenía una proyección increíble. Vive del baloncesto pero pensaba que iba a llegar bastante más alto.
-L. C. Cierto, era buenísimo.
-J. F. Había, viendo el vídeo el otro día, un lituano que se llamaba Jogela que era un 4 muy bueno y le he perdido la pista, no sé dónde está. Había gente buena, pero los de la selección española somos casi todos profesionales.
-L. C. Sí, están en ACB o LEB Oro. Quizá Ricardo Pámpano, sevillano, que se retiró por problemas en el hombro, y yo seamos los únicos. En aquel Europeo estaba también Dario Saric, que era del 94 pero ya destacaba, jugamos contra ellos. En Francia recuerdo que estaba Livio Jean-Charles, que jugó el año pasado aquí.
-J. F. Sí, era de lo mejor de Francia junto a un tirador, Invernizzi, que tampoco ha llegado muy alto.
-L. C. Sí, era muy bueno. Nos hemos enfrentado en esta generación a gente muy buena. En el Mundial sub 17 no llegamos a jugar contra ellos pero en los americanos estaban Andre Drummond, Bradley Beal y dos o tres más que ahora están en NBA. Polonia tenía un equipazo...
-J. F. Uff, muy bueno. Ponitka, Grochowski, Karnowski, Gielo... Grochowski era otro que parecía un base que iba a ser buenísimo y no lo he visto después a alto nivel.
-L. C. Quedaron segundos de hecho en aquel Mundial. Sólo perdieron con los americanos.
-J. F. Sí, la generación del 93 ha tenido buen nivel.
-En la sub 18 ya hay cambios en el equipo.
-J. F. Sí, entran Abrines y Willy Hernangómez, que llega con un año menos, era del 94. Tenías a todos controlados más o menos, pero Abrines aparece de ninguna parte. Lo vi en una concentración de la española y pensé ¿este chico quién es?. Una explosión de repente...
-L. C. Fue el MVP, sí. Recuerdo perfectamente en una pretemporada entrar por esa puerta y ver a un chaval sentado donde estamos justo nosotros. Me dice Ramón [García, responsable de cantera] que era un chico que iba a venir a entrenar y probar, que se llama Abrines... Es lo que decía Jaime. Nos conocíamos entre todos por selecciones, campeonatos... Nunca había oído hablar de él. Recuerdo que hicimos una gira por China ese verano con el Clínicas y empezamos a verlo y hablábamos entre nosotros: "Este chico es bueno, muy bueno". A partir de ahí fue para arriba.
-J. F. De no saber nada de él fue el MVP de aquel torneo. En la fase de grupos no destacó demasiado, pero cuartos, semifinales y final fue espectacular y de ahí como un cohete hacia arriba. Es un tío con un talento físico y técnico espectacular. Se juntó tarde a nuestra familia, pero un chico espectacular, como persona y como jugador. Le deseo lo mejor.
-L. C. Álex es un tío espectacular. Me viene ahora a la cabeza una anécdota con Jaime de ese Europeo sub 16. Si te fijas en el vídeo juega la primera mitad con unas zapatillas y la segunda con otras. ¿Eso por qué fue?
-J. F. Justo en una bandeja que hago, se puede ver en el vídeo, caigo con el talón y se me raja la zapatilla. Cuco Rodríguez, el preparador físico, movió todos los autobuses que había allí en el pabellón para ir al hotel, coger otras zapatillas que mi madre me había comprado de milagro por si se me rompían las originales, algo raro porque las que se me rompen estaban nuevas... Cuco fue al hotel, cogió las zapatillas y volvió a los 10 minutos. Me las cambié en un tiempo muerto y me ayudó esta gente a cambiármelas. En aquella época llevaba zapatillas Nike y me llamaron: '¿Cómo es que vas con Adidas que hemos visto una foto en el periódico?' Conseguí un contrato con Nike gracias a la foto de Adidas en el periódico.
-Después llega el profesionalismo. ¿Sigue estudiando, Jaime?
-J. F. Yo sigo con la carrera, INEF, CAFID que se llama ahora, Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Cuando me hice profesional cambió un poco, mi primera opción se convirtió en el baloncesto y la segunda los estudios y me costó mucho sacarme 2º de Bachiller, entrenaba muchísimo. Pero hasta ahí mi madre incidió mucho en que había que acabar esto. Gracias a ella y a mi esfuerzo también me saqué Selectividad y ahora con calma me voy sacando asignaturas y ahora a ver si acabo la carrera.
-L. C. Yo jugaba en LEB Oro y Plata con el Clínicas, pero siempre tenía en la cabeza la Medicina primero. Mientras pude compatibilizar ambas cosas, perfecto. Pero llega un momento en que dije que para llevar bien la carrera debía dejar el baloncesto. Mis padres estaban conmigo en la decisión que yo tomara y aquí estoy, intentando sacarme el MIR, que en febrero me examino.
-¿Es difícil aquí compatibilizar deporte y estudios? El ejemplo de Estados Unidos está ahí.
-L. C. Estados Unidos es otro rollo. Ir allí a estudiar y jugar es más fácil. Es verdad que estudiar Medicina allí no es sencillo. Casi todos estudian Económicas, International Business... Pero el método de entrenar y estudiar se compatibiliza mucho mejor.
-¿Y cómo ve ahora a Jaime?
-L. C. En cuanto fichó le escribí y le dije que me alegraba mucho por su fichaje. Algunos partidos que voy al Carpena y me siento en primera fila, porque mis padres tienen el abono ahí y voy cuando alguno no puede ir, le saludo. No me sorprende lo que hace, pero tiene mucho mérito meterse 28 puntos en un Unicaja en un partido de exigencia... Su desparpajo es el que siempre ha tenido desde pequeño. Juega como jugaba.
-¿Hablaban de Málaga en la selección?
-L. C. Había siempre pique ahí, que si Madrid, Barcelona... En Andalucía estábamos Ricardo Pámpano y yo. Teníamos los bandos del sur, los catalanes, los madrileños...
-Debutó ahora Pablo Sánchez con 16 años. ¿Cómo ven la cantera del Unicaja?
-L. C. Cantera es una de las mejores de España. Es verdad que el salto ahora es mucho más grande que antes. Lo era antes también, pero al no haber equipo de LEB los niños de 18 años, al terminar junior, o se quedan como Morgan ahora o lo ceden como a Rosa. El salto es más grande.
-J. F. Tengo una relación cercana con Germán, jugué con él en el Estudiantes. Es un gran entrenador. Estoy con Luis en que la transición es complicada, pero los que han subido al primer equipo me han sorprendido. Físicamente están muy preparados. Pablo tiene 16 años ahora, yo con esa edad no había pisado la ACB. Las condiciones que tienen en Los Guindos para la cantera son espectaculares. He llegado hace poco, pero lo veo genial.
-L. C. Esto ha cambiado mucho a mejor, seguro. Está mejorando mucho.
-J. F. Si se quiere ir a mejor es importante la base. Se tiene bastante en mente, por lo que veo, subir a gente de abajo. A la gente lo que le gusta es que salgan jugadores de casa.
-¿El jugador nacional provoca más identificación?
-L. C. Con Alberto aquí la gente se siente identificada a tope. Un tío de Málaga, que se parte los cuernos en los partidos. Lo ves y se deja ahí el alma. Es muy trabajador, fue MVP de la Eurocup... A la gente le gusta eso, siendo malagueño y saliendo de la cantera se identifica con su trabajo. Con Jaime ha habido conexión inmediata, el día del Valencia ya se los había ganado.
-J. F. Yo agradecido, la gente me ha acogido increíble. Antes de llegar, a través de las redes sociales, sentí un cariño sorprendente. Luego ya en el Carpena se ha refrendado. Para mí es una gozada jugar en Málaga.
-¿Es muy pesado Alberto enfrente?
-J. F. Es peor tenerle en el equipo contrario (risas). Me ha acogido muy bien en el vestuario, me ha ayudado en todo lo que he necesitado, nos llevamos bien fuera de la pista y aprendo de él, de su trabajo y esfuerzo. Nos complementamos bien y a ver si se recupera ya que a mí me apetece jugar más al dos (risas).
-L. C. Bueno, estás jugando bien de uno también, muy bien. Podías jugar en los dos puestos, en la selección lo hacías de dos.
-J. F. En la selección estaba Jorge Sanz, Guillem Vives más tarde, Lluís Costa... Habías más bases. Realmente yo sólo había jugado de dos en la selección. Hasta que Laprovittola vino al Estudiantes y me pusieron de dos, mi carrera en ACB había sido completamente de uno. Lo que pasa es que en la selección siempre jugué bien de dos y me ha dado ese recurso para hacer lo que más necesite el equipo. Lo hice bien y me dio bastante.
-¿Cambia mucho el baloncesto respecto a 10 años atrás, cuando empezaban?
-J. F. Siento que los jugadores son más físicos. Ahora que juego contra Pablo en los entrenamientos no le veo un tío delgadito, que sea frágil... Todo lo contrario. Al choque es un tío fuerte con 16 años.
-L. C. Nosotros con 16 éramos unos tirillas.
-J. F. Se trabaja más el físico, se tiene más explotado eso y es la diferencia.
-Para Luis el partido se juega en otra parte ahora.
-L. C. Terminé la carrera en junio y ahora estoy estudiando el MIR hasta febrero, que es el examen. Todo el día estudiando de rutina diaria. En función de cómo salga el MIR intentaré coger plaza de traumatología si puedo. Este verano me llamaron de la Federación por si podía colaborar con ellos en la sub 13 y me hacía mucha ilusión y dije que sí, fue una experiencia muy chula. Es a lo que me gustaría dedicarme en el futuro, a la vertiente deportiva.
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