Jaime Fernández trabaja duro para recuperar la chispa
El jugador del Unicaja se machaca con dos sesiones diarias de trabajo este verano para recuperar su mejor nivel antes de una temporada clave
Fue mejor asistente, segundo más valorado y tercer anotador en la última temporada
El año pasado, a estas alturas, Jaime Fernández trabajaba duramente para volver a sentirse jugador de baloncesto. Los continuos y crecientes dolores le habían obligado a pasar por el quirófano para aliviar los problemas en los tendones de Aquiles después de que en un día que debía de ser de fiesta, una final de Copa, constatara que no podía más después de tres partidos en tres días consecutivos. Un año después, el escolta madrileño sigue trabajando igual de duro para intentar recuperar su mejor nivel, que no se pudo ver durante la pasada temporada, aunque ofreciera repetidas muestras de su calidad. Desde que reapareció se le han visto progresos, pero también que faltaba esa chispa definitiva para marcharse que le hace especial. No obstante, Jaime ha sido el tercer anotador (10.3), el mejor asistente (4.4) y el segundo más valorado (10.8) de la plantilla del Unicaja esta temporada.
Jaime Fernández se encuentra en su Madrid natal trabajando duramente en dobles sesiones de lunes a viernes. Por la mañana, trabajo físico a las órdenes de Arturo Ortiz, recordman español de salto de altura (pareja de la cinco veces olímpica malagueña María Peláez) y preparador físico de deportistas de alto nivel. “No existe la preparación física integrada. Creo que las condiciones físicas puras se tienen que trabajar de manera pura y luego el sistema de entrenamiento del baloncesto te lleva a integrarlo todo. Tienes que crear atletas y luego esos atletas tienen que jugar al baloncesto. La preparación física es una pata importante y cada vez más por el tipo de juego, por cómo está variando el baloncesto en los últimos años que nos obliga a ser más explosivos y potentes. Hay que formar a los entrenadores y ponerles al día”, explicaba en unas conferencias en Valencia hace unos meses.
Por la tarde, Jaime hace trabajo en pista con Gaby Álvaro, que entrenó a Jaime desde sus inicios en los equipos de minibasket del I.E.S. Montserrat, en su posterior paso a Canoe cuando era infantil de primer año, y que también se cruzó como entrenador de cantera del Estudiantes, donde Jaime ya debutó como profesional a los 17 años, con Luis Casimiro. Es la rutina que sigue el jugador en estas semanas para poner el cuerpo a punto para la pretemporada, que arrancará el 9 de agosto.
Fernández arrancará su cuarta temporada en el Unicaja. Aunque pudo haber dudas con la coyuntura económica del club de si había que desprenderse de jugadores, la idea es contar con él y se le considera jugador esencial. El club ya comunicó públicamente que contará con los ocho nacionales (Díaz, Fernández, Brizuela, Alonso, Barreiro, Suárez, Guerrero más Pablo Sánchez) más Nzosa la próxima temporada. Y Darío Brizuela lo verbalizaba en su visita a Málaga con su selección. Jaime Fernández trabaja con la mente puesta en recuperar ese nivel de jugador de selección española de campeonatos, el que tenía antes de la operación.
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