Jaime recupera magia con España

El madrileño regresa con dos buenos partidos con la selección, mientras que Jonathan Barreiro es la cruz al no haber jugado ningún minuto

Alberto Díaz y Brizuela cumplen bien

Jaime Fernández y Sergio Scariolo.
Jaime Fernández y Sergio Scariolo. / Feb / Alberto Nevado

El parón internacional se ha focalizado en clave del Unicaja en los partidos de España. Axel Bouteille citado no fue citado por Francia, sólo el equipo de Sergio Scariolo ha tenido actividad de jugadores cajistas. Aunque en principio hubo cuatro citados, Jonathan Barreiro no intervino en ninguno de los dos partidos. El gallego fue liberado el domingo una vez el equipo entrenó en Jaén por primera vez para volver a Málaga y retomar la actividad, ya este lunes volvió a ejercitarse en el Carpena. Decía antes de marcharse Fotis Katsikaris que le podía venir bien para liberarse la cita con la selección, pero no ha podido tener competición y minutos para revertir la situación. Es una de las tareas pendientes, que Barreiro gane peso en el equipo.

Así que el trío exterior formado por Alberto Díaz, Jaime Fernández y Darío Brizuela ha sido quien ha cargado con más minutos. Son tres de los jugadores más utilizados por el técnico griego normalmente y los tres han tenido sitio relevante en la rotación de Sergio Scariolo. Jaime Fernández es el que ha tenido más peso. El madrileño estaba en un momento bajo, admitía en el penúltimo partido que no tenía buenas sensaciones. Su presencia en las ventanas cambió de alguna manera su carrera. Junto a Quino Colom formó la pareja exterior titular durante el grueso de la clasificación para el Mundial de China, para el que ambos se jugaron un puesto que acabó siendo para el andorrano, con Jaime mermado por sus problemas físicos, que le acabaron llevando al quirófano. Pero en la selección cogió vuelo y se siente cómodo, en estos niveles marca diferencias. Ya en Macedonia hizo un buen partido y en el coqueto Olivo Arena de Jaén, lleno hasta el 80% permitido y con un ambiente excelente, participó del triunfo claro de la selección española ante Georgia (89-61), maquillado algo al final poros. Salió titular, metió siete puntos casi seguidos que extendieron la renta por encima de los 15 puntos y se le vio cómodo, con protagonismo en el ataque de la selección y se acabó marchando hasta los 13 puntos (5/8 en tiros de dos y 1/4 en triples) más dos asistencias.

Alberto Díaz formó parte del trío de bases, saliendo tras Quino Colom en la rotación y antes que Dani Pérez. Como Jaime, defendió a McFadden, dentro del plan que había preparado Scariolo para contener al exterior estadounidense, el arma más peligrosa en esa zona. El pelirrojo le sacó una falta de ataque y ayudó a cortocircuitar el ataque de Georgia. Con él siempre hay cierto orden y con jugadores creativos al lado su juego se potencia. Sumó cuatro puntos (0/1 en tiros de dos, 1/2 en triples y 1/2 en libres), con dos asistencias, un rebote y un robo, además de forzar alguna pérdida más en 14 minutos.

Darío Brizuela estuvo en un papel más ejecutor, sin tanto balón como del que dispone en el Unicaja, pero siendo concreto a la hora de decidir y también para crear juego. Metió ocho puntos (1/1 en tiros de dos, 1/2 en triples y 3/4 en libres) y dio cuatro asistencias el jugador vasco en 14 minutos en pista.

Los tres cajistas son piezas importantes en esta selección de las ventanas que empieza a encarrilar el pase al Mundial de 2023. Además de Barreiro, Francis Alonso y Rubén Guerrero están en la cabeza de Sergio Scariolo, que tiene en su grupo de trabajo a Enri Salinas, Carlos Salas, Javi Salvo y Carlos Jiménez, estrenando cargo de Team Manager.

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