Kalinoski y una crisis dulce
Acusando el síndrome del tirador tras la Copa: está en un 2/17 en triples desde que se reanudó la competición
"Os lleváis de aquí a una joya"
La estima por Tyler Kalinoski en Málaga es inamovible por su rendimiento en la Copa, impulsado a un nivel superior por su aparición en situaciones clave, dramáticas, y donde sus tiros sacaron al Unicaja de varios líos. Se le tiene un cariño especial por su naturalidad, un tipo sin estridencias y una máquina de jugar al baloncesto. Cuenta Ibon Navarro sin duda con un jugador de potencial Euroliga, por quien el club se está moviendo para ahuyentar a las potencias del continente. Una prioridad que Kalinoski siga formando parte del proyecto, sabiendo que será duro retenerle, sugerente para cualquier equipo por todo lo que hace sobre la pista, mucho más que un tirador. Pero últimamente acusando ese síndrome habitual del triplista, acentuado en su caso desde que se reanudó la competición, por una cuestión natural tenía que llegar porque mantener ese pico era imposible.
Es llamativo el 2/17 en triples que acumula Kalinoski en los últimos tres partidos. 0/3 frente a Girona en el Carpena, 1/5 en la ida con Galatasaray, y ayer un horrible 1/9 en Estambul. Insistía Ibon Navarro la cantidad de tiros abiertos que se fallaron en el Sinan Erdem, una losa que fue arrastrando el conjunto malagueño con el paso de los minutos, el estrés que conlleva el no estar acertado, pese a estar en partido hasta los últimos segundos. Precisamente tuvo Kalinoski durante los instantes finales varias situaciones para meter el miedo de verdad a los turcos. Con el 71-67, aún restando treinta segundos, erró hasta dos triples, y ahí ya se esfumó cualquier opción de victoria. Se le nota más el contraste que a otros, aunque sin renunciar a todo el trabajo que hace en cancha. Justo mencionar que se hizo un +8 con su presencia en pista, de los mejores de la plantilla en ese apartado estadístico, innegociable y por descontado que el de Ohio va a aportar cosas siempre, otra vez mostrando su instinto en el rebote (6), pero está a años luz de sus guarismos habituales en el lanzamiento.
El club está encantado con Kalinoski, mucho antes de su estallido en Badalona. Se lleva tratando semanas su continuidad, al igual que con la mayoría de piezas. Este leve decrecimiento era lógico, seguro que algo puntual porque ha demostrado ser un jugador muy seguro. El Carpena volvió a entregarse la pasada semana, retumbando su nombre en varias ocasiones. No estaría mal un cambio de tendencia en Murcia, otra cita peligrosa para el Unicaja.
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