Kameron Taylor se abre: Adaptación al Unicaja, experiencias, aficiones, o su amistad con Perry
"Yo mismo me meto presión para encajar rápido, soy el único jugador nuevo y solo quería familiarizarme lo más rápido posible y tener un impacto positivo", reconocía el estadounidense
La fe en el estilo
Kameron Taylor aún vive un proceso de aclimatación al Unicaja y a la vida en Málaga, desarrollo que debería ser sencillo por su trayectoria en Europa. Alemania, Hungría, Francia, Israel y ahora España, que coincide con su etapa de madurez, a sus 29 años, y la gran oportunidad de su carrera en Los Guindos. El estadounidense repasa su trayectoria en una charla para los micrófonos del club, desde sus inicios a su llegada al Unicaja. "Todo comenzó con mi madre. Ella jugaba al baloncesto, mi padre jugaba al baloncesto, no profesionalmente. No creo que mi padre haya jugado en la universidad; mi madre quería jugar en la universidad, pero no lo hizo porque me tuvo a mí. Ella me hizo empezar a los tres años, puso el balón en mis manos, tenía una canasta de juguete de Fisher-Price y todo empezó a partir de ahí. Mi madre siempre ha sido una deportista, así que me apuntó a muchos deportes, estuve jugando a la vez en 3 o 4, cada año en un deporte distinto hasta el instituto. De hecho, lo primero que me gustaba era el fútbol americano, pero en el instituto era muy bajo, entonces en Estados Unidos las personas bajas no encajan en el fútbol americano, pensé que no era para mí, porque no crecía y no era tan alto en el instituto. Así que seguí con el baloncesto y me vino bien".
"Sin duda que Maryland es una tierra de baloncesto. Hay un montón de jugadores que salen, incluso de mi etapa de instituto salieron chicos como Victor Oladipo, Quinn Cook, Jerami Grant, Jerian Grant... Hay muchos jugadores en el extranjero como Mikael Hopkins (jugador del Reggiana en Italia), muchos, muchos chicos, solo de mis cuatro años de instituto. Sí, es un Estado muy de baloncesto, en realidad de deporte en general. Yo nací rodeado de gente de baloncesto y eso me hizo continuar", recordaba esa primera fase, entorno que ayudó a que se decantara por el baloncesto. "Empecé jugando con mi instituto. Sinceramente, cuando acabé no tenía muchas ofertas de universidades y Seton Hill fue de una de las pocas que me dio esa oportunidad. Quería que estuvieran orgullosos de jugar para ellos. Di todo lo que pude y quería demostrar que tomaron la decisión correcta. Que siete u años después me incluyesen en su Salón de la Fama es muy gratificante, genial".
Una etapa en Europa que arranca en 2016, llega a la Pro A de Alemania, segunda categoría del baloncesto germano, y a partir de ahí estabilidad nula. "Fue una montaña rusa, nunca fue un viaje en el que iba subiendo siempre. Había uno o dos años en los que subía y luego otro que bajaba, al siguiente jugaba muy bien y otro año bajaba el nivel. Fueron años de emociones encontradas, pero me ayudaron a crecer. Cada año aprendí algo nuevo y pude usarlo para la siguiente temporada. Tengo una carrera rocambolesca, pero no la cambiaría por nada del mundo". Pico que llegó al fichar por Maccabi de Tel Aviv, en 2021. "Yo diría que es muy exigente. Quiero decir, cuando estás jugando a un alto nivel, los fans y el equipo esperan todo de ti y siempre estoy listo para darlo. Yo espero mucho de mí mismo, así que me resulta muy fácil, a este nivel hay que estar al 100% todos los días, y yo lo doy siempre. Solo tengo que ser yo mismo, y cuando hago eso, todo llega naturalmente", recuerda.
"Me encanta la comida. Como la comida de cada país al que voy. Cuando estuve en Alemania, comía muchas salchichas y embutidos, me gustaban mucho. Estando en Tel Aviv, me gustaba mucho el hummus; ahora la paella. En Francia no pude encontrar una comida realmente buena, que de verdad me gustase de allí, pero tenían muy buenos pasteles. Normalmente es la comida lo que me acerca a cada país", esa afición por la gastronomía, que seguro perdurará en Málaga, ya con un buen anfitrión. "Ya he salido con Kendrick (risas). Ha estado llevándome a muy buenos restaurantes aquí, ya he estado probando buenas carnes y también en algunos chiringuitos. He probado ya varios. Es un buen chico para salir a comer", un Perry que ya es más malagueño que el cenachero. "He estado en un par de restaurantes, realmente no he conocido Málaga aún en su totalidad todavía. He estado en la playa, restaurantes de la playa; hemos estado en Marbella un par de veces, pero sigo haciendo turismo y conociendo. Si hay alguien que me quiera dar recomendaciones, perfecto", añadía. "En Girona, jugaba a los bolos una vez por semana. Teníamos una bolera cercana, así que iba una vez a la semana con algunos compañeros de equipo. Pero ahora voy también al cine, siempre me gusta ver películas; y por supuesto hacer algo que tenga que ver con la playa, como voley o paddle surf. Es divertido, me gusta hacer todas las actividades", profundizaba en sus aficiones.
Taylor se ponía profundo al recordar su paso por Girona. "Probablemente una de las mejores experiencias que he tenido en mi carrera. Me hice amigo de muchos aficionados, de personas del club. Sigo en contacto con mis compañeros de equipo y entrenadores, me trataban como si fuéramos una familia. Siempre amaré Girona, fue una experiencia increíble. También fue increíble ser compañero de Marc Gasol porque cuando era pequeño le veía jugando en la NBA, jugaba al NBA 2K y lo cogía en el videojuego. Así que cuando me pidió que estuviera en su equipo y me dio la opción de jugar a su lado, al principio no me lo podía creer. Pero conforme va avanzando la temporada, te das cuenta que es solo un tipo normal, un compañero de equipo. Fue muy divertido".
Recordaba cómo fue su estreno en el Carpena, un Palacio festivo tras tocar plata en Badalona. "Era el primer partido tras ganar la Copa del Rey. Todos los asientos estaban ocupados, el público estaba entregado, ofrecisteis ese día el trofeo a la afición... Había un ambiente ensordecedor. El público se volcó desde el minuto 1 al 40, la atmósfera fue increíble. El equipo estuvo a un alto nivel, igual que los entrenadores. Podía sentir esa energía y la verdad que fue un partido muy difícil de jugar siendo rival", y lo ligaba el estadounidense por su estado al jugar de local. "Fue un poco como cuando estuve jugando aquí con el Girona. El público era electrizante, es electrizante. Vienen aquí solo a animar al equipo, sin duda que vamos a tener un montón de energía a lo largo de la temporada. Estoy emocionado por lo que viene.
Y ya se adentra en el Unicaja. "Antes de llegar a España, realmente no sabía mucho sobre el equipo. Sabía que estaba en el sur de España, pero cuando llegué, en realidad no sabía nada más. Obviamente cuando llegué, jugué contra ellos dos veces. Antes de eso, tampoco sabía mucho de la ACB en general. Mis primeras sensaciones en los partidos eran de emoción por jugar con mis nuevos compañeros. Yo mismo me meto presión para encajar rápido con ellos, soy el único jugador nuevo y solo quería familiarizarme lo más rápido posible y tener un impacto positivo. Simplemente estoy siendo yo mismo, mis compañeros me ayudan a mejorar y son básicamente las sensaciones que tuve en los primeros partidos", tiene todos los medios para encajar, un grupo especial y que tiene esa capacidad para envolver a cualquier jugador. "Son absolutamente geniales, desde los entrenadores a mis compañeros. Siempre me dicen que sea yo mismo y ponga toda mi energía, y eso fue fácil. Ellos solo me escuchan y me dicen 'vamos a ayudarte y tú vas a ayudarnos'. Y eso es básicamente lo que hemos estado haciendo", decía Taylor, que bromeaba con la fiesta de Osetkowski. "Sorprendido, sin duda. Desde luego que me sorprendí, nunca había visto eso antes. Una gran asistencia, lo recordaré seguro".
"En Girona solo jugábamos una vez a la semana, así que era fácil para salir y ver a todo el mundo, estar en contacto con los aficionados. Pero no sé, voy a intentarlo este año, incluso jugando dos o tres partidos por semana, va a ser un poco más difícil, pero sin duda me gustaría me encantaría conocer también a la gente de aquí", esa idea de conocer la comunidad y tratar de integrarse, como en el caso de Perry u otros extranjeros de la plantilla. "Estudiar sociología me ha ayudado a aprender sobre diferentes culturas y diría que también tradiciones. Abrir mis ojos y eso probablemente me ayudó, como venir al extranjero y estar abierto a probar cosas nuevas".
Habló de los objetivos para esta temporada. "Creo que podemos llegar tan lejos como queramos, todo depende de nosotros. Creo que si nos tomamos a todos los equipos en serio, si jugamos al máximo, creo que podemos llegar tan alto como pretendamos", pero no se centra en resultados. "Espero que todos estemos sanos, lo segundo es que espero que todos podamos jugar al máximo de nuestro potencial, porque con eso solo pueden pasar cosas buenas
Y así se define Kameron Taylor. "Esa es probablemente la pregunta más difícil. Como persona, soy un buen tipo, extrovertido, abierto de mente... Siempre es difícil hablar de mí mismo, pero sí diría que esas cosas; me gusta además adoptar culturas cuando voy a otros países, muy trabajador, con disciplina constante".
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