Kameron Taylor, el scouting humano
El Unicaja maneja informes excelentes del jugador en el día a día, personalidad que debería encajar a la perfección en el vestuario
Un todoterreno para Ibon Navarro
El interés del Unicaja en Kameron Taylor no se reduce a esta semana, sino que el club hizo un seguimiento exhaustivo del jugador en los últimos tiempos, tomando referencias de muchas parcelas, por si algún día se tenía que trabajar de forma activa por su fichaje. Es una labor minuciosa que se ha hecho desde la dirección deportiva del Unicaja, el estar además prácticamente obsesionada por encontrar personalidades que encajen, de cara al exterior puede parecer un asunto menor, no en Los Guindos. Antes de firmar, hay que recopilar opiniones constructivas. Se fichan personas. Y en el caso de Taylor, el resultado no ha podido ser más satisfactorio. Además de incorporar a un jugador de primer nivel, el Unicaja está encantado por este fichaje gracias a ese añadido, más complicado de lo que parece encontrar ese valor humano en el mercado.
Con votos positivos desde Girona, donde se guarda un gran cariño al nuevo jugador del Unicaja. "He disfrutado cada segundo con mis compañeros de equipo, con los entrenadores, el club y también con los aficionados. ¡Os valoro mucho a todos! Ha hecho que sienta que Girona es mi casa. Cuando vuelva, todos mis sentimientos seguirán siendo los mismos. Seguiré tratando como siempre a todo el mundo y también deseo ser tratado de la misma manera, como una familia, porque ya sabéis que para mí las cosas más importantes son las relaciones que creas con la gente. Nunca olvidaré este año", así se despedía Taylor. Denota ese carácter especial de alguien que solo ha militado en Fontajau una campaña. Similar al sentimiento que se tiene en Málaga por Osetkowski o Perry, arraigados a la ciudad en meses. Precisamente con el de Florida mantiene un cierto parecido en el cómo ha sido su viaje hasta aterrizar en Los Guindos. Hasta nueve equipos desde 2016. Poca estabilidad, acostumbrado cada verano a hacer maletas y una madurez en Europa que ha tenido su proceso. Brose Bamberg, Hamburgo y luego Tel-Aviv, plaza importante y donde no pudo establecerse en Euroliga; juega BCL con Estrasburgo, trampolín hacia Girona. El dar un paso atrás para luego relanzar una carrera de 28 años aún con muchos años de buen baloncesto por delante, y será en Málaga. Es el momento de estallar. "Mi primer paso fue bastante duro. Jugaba en la Segunda División alemana y no lo hice muy bien. Estaba por debajo de mi media y terminamos descendiendo a la tercera división. Venía de la liga universitaria D2. En Europa he aprendido a ser el jugador que soy ahora. Quiero mejorar cada año", recordaba el jugador hace unos meses en L'Esportiu. Contexto parecido al de Kalinoski, un nómada del baloncesto europeo, del que llegaron unas opiniones excelentes desde Lugo. Calcado con Taylor.
Jugador ejemplar, educado, trabajador, lejos de esas excentricidades de un jugador norteamericano y ese prejuicio que se puede generar, alguno de ese estilo ha pasado por Málaga. Esa sencillez que vale oro y que debería calar en el vestuario malagueño desde el primer día. "Cada año intento aprender e introducir cosas nuevas en mi juego. Este curso ha sido la mejora en el triple y entender mejor los espacios. Ahora he aprendido a atacar ya saber puntuar sin tener que driblar tanto. Es importante interpretar y anticiparse a todo lo que ocurre dentro de una pista", decía en esta misma entrevista. Scouting humano desarrollado, de matrícula de honor, decenas de chivatazos, hasta de Aíto, que terminaron de lanzar al Unicaja por su fichaje. Y con ese núcleo de americanos, se da por hecho que dará aún más bienestar al vestuario. En Los Guindos esperan a alguien especial.
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