Katsikaris abre las alas de Yannick Nzosa
El joven congoleño promedia desde que llegó el griego 17 minutos en pista, con 8.8 puntos, 4.8 rebotes, 1.4 tapones y 12.6 de valoración
No por repetida deja de ser noticia otra excelente actuación de Yannick Nzosa. El congoleño, de sólo 17 años, es ahora mismo el pívot titular de un equipo del calado del Unicaja. En horas bajas, sí, pero un equipo de solera. Habla tanto de que no se hicieron los deberes a la hora de confeccionar la plantilla como de lo extraordinario del fenómeno de Kinshasa.
Ante el Urbas Fuenlabrada, Nzosa volvió a ser dominante, con seis puntos, seis rebotes y cuatro tapones, cifra sólo superada por Tavares esta jornada. A diferente jugadores colocó sus gorros. Especialmente llamativo el de su compatriota Eyenga y el último, cuando un mal pase suyo originó una pérdida con la que el rival montó el contraataque. A Nzosa le dio tiempo para llegar sobrado y estampar la bola contra el cristal del tablero.
Ahora mismo, Nzosa promedia en la ACB 1.1 tapones por duelo y está quinto en la tabla, por detrás de Tavares (2.1), Dime (1.9), Hlinason (1.3) y Costello (1.3). En datos que ofrecía el periodista Chema de Lucas, Nzosa tapona el 9% de los tiros que hay mientras está en pista, empatado con Tavares y sólo después de Dime (13%). Ha tenido más protagonismo en la competición nacional que en la Eurocup, donde sus mejores duelos y más productivos han sido con Katsikaris.
Y es que en los cinco partidos en los que el técnico griego ha dirigido al equipo, le ha dado galones a Nzosa. Y lo sorprendente es el aplomo y la naturalidad con la que compite y saber estar en la pista para un chaval de su edad. Parte de titular ya en los últimos, empezó por detrás de Gerun en Sevilla pero fue ahí el epitafio del ucraniano. Promedia desde que llegó el griego Nzosa, en 17 minutos en pista, 8.8 puntos (80% en tiros libres y 72% en tiros de dos), 4.8 rebotes, 0.6 asistencias, 1.4 tapones y 12.6 de valoración. Difícil ser más productivo con sólo 17 años cumplidos en noviembre. Y, además, con numerosas jugadas plásticas y estéticamente llamativas.
El técnico, cuando se le ha preguntado por el jugador congoleño, ha mostrado prudencia con una indisimulada ilusión por entrenar a un jugador de semejante proyección. Tiene más libertad para hacer más cosas distintas que con Casimiro. Se le ha visto repartir juego desde el poste alto, atacar el aro no sólo en continuaciones sino en condiciones favorables para botar con su izquierda. Y desplegando siempre mucha energía, que no está en los números, su capacidad para rectificar tiros rivales con su sola presencia. Se aboga, lógicamente, desde el club por protegerle, pero sus actuaciones son enormes. Pero en los entrenamientos ya se le ve, como en el vídeo, que es capaz de meterla desde tres puntos con aparente facilidad.
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