Katsikaris: "Los jugadores quieren pero no pueden, el estrés les para"
El entrenador griego hace una amplia radiografía del crudo momento que vive el Unicaja
Por el momento el cambio de entrenador no se está traduciendo en victorias en el Unicaja. Fotis Katsikaris aún no consiguió invertir la tendencia y en la Eurocup la eliminación está muy cercana. No se esconde el griego, que ofreció una amplia entrevista horas después de perder contra el Nanterre. Un punto de vista importante para ver qué está pasando en el equipo malagueño, en una dinámica que ya supera lo preocupante. Una crisis deportiva con pocos precedentes. "Sabía que iba a ser difícil, la situación, ahora la vivo desde dentro, llevando una racha mala de resultados y se nota mucho el factor psicológico, el equipo está muy tocado, algunos jugadores más, pero en general el grupo está herido. Creo que afecta mucho, el factor psicológico es importante porque es un deporte donde tienes que tomar decisiones en segundos y si tienes dudas es el peor enemigo que puedes tener", aseguraba en Radio Marca Málaga.
"En el tercer cuarto estábamos totalmente desconectados, nos equivocamos mucho y tomamos malas decisiones en ataque y te afecta muchísimo en defensa. El tercer cuarto fue decisivo para perder el partido", decía del duro tropiezo con los galos: "Podíamos ganar los dos partidos, no digo que jugamos brillante, pero con un acierto normal pudimos ganar. Cuando tienes una diferencia de nueve puntos tienes que estar listo. Esos son los momentos que tienes que gestionar mejor porque te pesa, te afecta. Ya no nos queda otra, no queda margen. Hay que salir a tope para empezar a ganar los partidos".
Pese a este complicado comienzo de su etapa en Málaga Katsikaris confía en levantar al conjunto cajista. "Yo lo he vivido varias veces, tengo experiencia en llegar a equipos en mitad de temporada en una situación parecida. Un equipo psicológicamente abajo por los malos resultados y siempre lo hemos sacado. Estoy convencidísimo de lo que vamos a sacar. Es un grupo humano muy bueno, sufren mucho, pero no es suficiente y hay que hacer algo. Recuperar la confianza porque este equipo puede jugar un buen baloncesto para disfrutar. El estrés afecta al cuerpo, quieres pero no puedes. Es una cosa que tenemos que salir del pozo ya", afirmaba el de Níkea: "Ojalá hubieran varitas mágicas. He entrenado al equipo tres veces y tengo que poner los roles muy, muy definidos. He hablado mucho con los jugadores y tenemos que ponernos a la acción con la responsabilidad de cada uno y como grupo. No hay otra manera. Los jugadores son muy buena gente, muy buenos profesionales y hay talento. Nos falta físico, sí pero quiero ver el corazón más grande que cualquier cuerpo".
El heleno hablaba sobre la configuración de la plantilla, donde hay un obvio desequilibrio. "Si podemos dar una identidad a este equipo es exterior, la línea exterior tiene mucho más talento, más capacidad de tirar, penetrar y generar y en los grandes necesitamos más fuerza y en un rol diferente para encontrar equilibrio. Somos quien somos y tenemos que intentar defender mejor, jugar más duro y tener carácter. Y sobre todo continuidad en el juego, los partidos del Unicaja son una montaña rusa. Desde el principio de la temporada este equipo necesita consistencia en el juego. Todos cometemos errores, pero la clave es cómo gestionas esos errores. Tenemos que arreglar porque tenemos talento para finalizar bien los partidos o los momentos críticos en un partido", comentaba.
La presión está pudiendo con la plantilla y sobre esa gestión hablaba el entrenador. "Da igual la edad que tienes, 35 ó 16, cuando entras en esta historia es difícil gestionarlo. No voy a nombrar jugadores, pero unos lo llevan peor que otros. Quieren, pero no pueden. Las ganas están sin ninguna duda, pero el cuerpo no sigue. El estrés les para. Siempre hay maneras, hay 1.000 soluciones de salir de esas situaciones. Es lo que tenemos que hacer, individualmente tienen que cambiar su rutina o hacer cosas que les hagan sentir mejor paso a paso. Luego como grupo, yo creo mucho en los grupos. Se tienen que sacrificar y apoyar unos como otros. Como grupo vamos a salir. Hay que reaccionar ya, no hay tiempo", explicaba Katsikaris, que era sincero: "Sí, falta mala leche. Lo digo directamente. Es un deporte de carácter, de contacto. Hay tres factores, el físico, el talento y el carácter. Tenemos a Carlos, Alberto, que son gente que pone ese corazón y esa garra. Pero nos faltaría, aunque no puedes pedir todo. Es lo que es el grupo. El mensaje es muy claro. Te mete una canasta y en la segunda intentas más y te la mete. En la tercera es una falta, no podemos torear".
Fotis Katsikaris trató más temas en la entrevista:
¿Qué quiere cambiar?
"Estoy con mucho cuidado porque la situación tengo que tener mucho cuidado y si está el equipo listo para tener la nueva información. No puedo decir cuando, pero estamos trabajando día a día para mejorar a nivel táctico, en defensa hemos tocado dos cosillas pensando que podemos mejorar la defensa colectiva y en ataque tenemos a algunos jugadores que no están muy muy finos. Hay que mover el balón con velocidad, encontrar el tiro bueno con buenos espacios. En estos partidos en algunos momentos lo hicimos, soy optimista en ese sentido. Nos falta consistencia".
¿Habló con Casimiro?
"No hemos hablado, tengo amistad de muchos años con Luis. No quería ponerle en una situación difícil. Yo cuando me despidieron de un equipo lo pasé mal y no quería molestarle".
"Un tirador es pura psicología. Francis es un tirador nato y su juego está en su tiro. En una temporada es normal, no sólo Francis que no tiene la experiencia, incluso jugadores con experiencia que no meten ni en un océano. En ese momento hay maneras para recuperar tu tiro. Yo le quiero ayudar porque le necesitamos, me gusta ese jugador mucho, no es para castigarle, es para protegerle. Si no está fino porque piensa demasiado, antes veía el aro como una bañera y no pensaba, y ahora el aro es pequeño. Es otro de los jugadores que no está anímicamente bien, tenemos que buscar cada día la manera de recuperarle. Yo he hablado con él y tiene que empezar a disfrutar otra vez. Yo creo que al principio no esperaba jugar tanto y cada partido era una fiesta. Ahora los rivales también le aprietan y respetan. Estoy segurísimo que se va a recuperar porque le necesitamos".
Nzosa
"Es un jugador del equipo, no sé cuántos años tiene. No me importa. Antes de venir le seguía, pero es un jugador para nosotros. Yo no le veo con 16 años, es un jugador del Unicaja ya. No es una sorpresa, todos felices. Con la misma responsabilidad. Me ha sorprendido y me encanta su madurez baloncestística, comete pocos errores. Es un jugador ya del equipo. No es fácil para un chaval de 16 años controlar emocionalmente esto, tiene que centrar en su trabajo y evolución. Va a ser un jugador completo. Es importante protegerle desde fuera. Te da alegría que es un jugador de casa, que tiene un futuro tremendo. Cosas positivas del equipo van a llegar muy pronto".
Valencia Básket, próximo rival
"Cada partido es importante, cada rival es bueno y duro. La gente podía pensar que el del Nanterre era el partido para ganar, Cordinier es un jugador NBA. Nos destrozó, tiene un físico espectacular. Tiene talento. Qué podemos hablar de Valencia, es un equipo completo y super armado en todas las posiciones. Con físico, con tiro... Es una oportunidad de salir y dar guerra, pero de verdad esta vez. Tenemos que jugar 25 minutos buenos, hay que cambiar el chip ya. Me preocupa más nosotros que nuestro rival, quiero sentir confianza cuando estoy en el banquillo de que vamos a ejecutar lo que hemos hablado. Que en cada posesión los jugadores tengan confianza, que ahí es cuando vienen los problemas".
Afición
"Es raro, pero te acostumbras. No es nada bonito. Viví muchos partidos en el Carpena. Yo he ganado aquí y sé cómo lo vive. Entiendo que la gente esté cabreada, lo entiendo perfectamente. Está en nuestra mano y es nuestra obligación que se alegren otra vez con el equipo. No está para nosotros para apoyarnos o pitarnos. Es una lástima para todo el mundo y no es lo mismo".
Málaga
"Es una ciudad buenísima. Vine dos veces por vacaciones, la primera vez en 1993 con mi ahora mujer fuimos a Torremolinos. El cambio es impresionante. Lo pasamos muy bien. Es una ciudad preciosa, me gusta la gente porque es alegre y con sangre como en Grecia. Somos mediterráneos".
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