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Mikel Lejarza
Toulouse
Kendrick Perry alzó la voz en un día triste para el Unicaja y su entorno, de los grandes líderes en los malagueños, que como tal asumió la última jugada ante el Bonn y meter al equipo verde en la final de la BCL, remontada que se concebía imposible instantes previos, pero TJ Shorts dio esa opción tras sus dos tiros libres fallados. Decidió Perry lanzar de unos ochos metros, tiro bien punteado, lejos de tocar red. Al margen de si el planteamiento fue el correcto, con unos ocho segundos por jugar, la imagen llamativa fue ver a Perry derrumbado y el posterior ánimo del Carpena con su jugador, en una noche triste, pero que acabó con esa estampa de comunión, golpe en esta Final Four que no resquebraja la relación especial entre la plantilla y grada. Rompió su silencio Perry en su cuenta de Twitter, minutos después de ser elegido en el segundo mejor quinteto de la BCL.
"Lo que vieron anoche no fue que yo estuviera molesto porque fallé el tiro. Confío en mí mismo al 100% para tomar y hacer esos tiros. Más bien fue la sensación de que pude haber dado más a mi equipo dentro de todo el juego y por eso estaba emocionado. Con eso dicho. Ayer se acabó. Hoy es un nuevo comienzo para algo grande. Día a día. Paso a paso. Seguimos avanzando y mejorando. ¡Démosle a estos fanáticos algo por lo que alegrarse mañana y seguir adelante! Vamos!!", explicaba Kendrick Perry, ejerciendo de referencia en el Unicaja, también como portavoz.
"Los jugadores tiene que tomar decisiones y Kendrick ha tomado esa, y yo le apoyo al 200%. Es un jugador que llevaba 1/5, tiene generalmente un 33% y ha tirado ese tiro para ganar. Pero cuando falla, es normal que se diga que tiene que ir para dentro, pero si la llega a meter, hubiera sido un héroe. Los jugadores tienen que tomar decisiones y la que ha tomado Kendrick es buena", defendía el técnico del Unicaja.
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