Kendrick Perry, un cuchillo y una catapulta

El base americano promedia en los últimos 15 partidos, desde el título de Copa, un 38.5% en el triple, lo que le da otra dimensión ofensiva a su juego

"Siempre se puede mejorar"

Kendrick Perry ataca el aro.
Kendrick Perry ataca el aro. / Acb Photo / M. Pozo

Kendrick Perry ofreció ante el Joventut un enésimo recital esta temporada. El nivel del base de Florida con pasaporte montenegrino es muy elevado durante toda la temporada, rebasando las mejores expectativas que había con él para que formara una dupla solvente con Alberto Díaz. Con la ausencia del capitán, Perry se está multiplicando para ofrecer aún una mejor versión que le ha convertido en imparable para los equipos rivales. Con frecuencia se juega a lo que él quiere, pone las marchas. Pero no es sólo vértigo, también sabe dar pausa cuando toca. Hay a quien le pone de los nervios la parsimonia para pasar la pista al límite de los ocho segundos.

En la mejor de nivel de Perry ha habido un aspecto clave, el tiro de tres. No se le puede flotar ya y da a los rivales dos opciones. Un cuchillo para romper la defensa y atacar el aro o dividir o una catapulta para tirar con bastante tino en los últimos tiempos. En el primer tercio de temporada, Perry raspaba el 20% desde más allá de la línea de 6.75, pero la película ha cambiado bastante. Desde el título de la Copa se han jugado 15 partidos y en todos menos uno ha colado algún tiro de tres. Pero es que en este tramo está promediando un 38.5% de acierto en el triple, frisando el 40%, una cifra bastante respetable que le ofrece otras herramientas para hacer daño a los rivales.

Perry es señalado por sus compañeros como uno de los líderes del vestuario, de alguna manera como el capitán de los americanos, que hace grupo e integra. Apadrina a Tyson Carter. Es difícil catalogar el orden de acierto en todos los fichajes realizados este verano, pero Perry está muy alto en el ranking. Después de una frustrada experiencia en el Panathinaikos en Euroliga, el nivel que está mostrando en Málaga le daba la opción de crecer de nuevo, pero optó por quedarse dos temporadas más con opción a otra. "Hemos encontrado un hogar", decía para celebrar su continuidad en Málaga. Quizá lo más simbólico de Perry es que ha conseguido que la falta de Alberto Díaz no sea un drama, como ocurría en las temporadas. Va camino de ser una de las mejores duplas de directores de juego mejores en la historia de la entidad malagueña.

stats