Kostas Vasileiadis, el último campeón está en Irak y se prepara para ser entrenador
El jugador griego, el único campeón de Liga con el Unicaja que permanece en activo, relata a Málaga Hoy sus últimas experiencias y sus propósitos
Del PAOK al Unicaja
Kostas Vasileiadis (Kilkis, 1984) es el último campeón de Liga del Unicaja en 2006 que queda en activo como jugador. En los últimos meses, tras acabar contrato con el UCAM Murcia, ha jugado en Venezuela, Uruguay y ahora lo hace en Irak. Ha jugado ya en siete países (Grecia, España, Italia y Turquía antes de los tres citados) en una carrera larguísima que comenzaba de manera profesional con el cambio de siglo. Desde Bagdag atiende la llamada de Málaga Hoy para explicar cómo exprime su último tramo como jugador y se prepara para ser entrenador.
-Venezuela, Uruguay, Irak. Vaya vuelta al mundo en unos meses.
-Es una manera de ver el mundo diferente, si tengo la oportunidad, ¿por qué no?. Me llamaron al principio en Venezuela, la Superliga era en verano, lo vi un poco por qué no para seguir jugando, ver cómo era la vida y la Liga. Está muy bien, hay nivel. A partir de ahí me llamaron de Uruguay directamente, con un contrato de dos meses y seguí jugando, igual que ahora en Irak. Queremos hacer vida en España, la familia está allí, en Murcia. Llevamos tantos años en España, están los niños en el colegio, estamos buscando un sitio para poder quedarnos. Los niños casi son españoles, el mayor, Giannis, tiene 9 años y habla más castellano que griego y el otro, Angel, ya nació en España. Llevamos tiempo sin ir a Grecia.
-¿Por qué Irak? Firmó por el Air Defence Sporting Club.
-Me salió una oferta de un mes y medio y la acepté, es otra experiencia, ver cómo juegan el baloncesto y lo viven, cómo está un país que dicen que no está bien, que por la tele sólo se ve lo negativo. Por mi experiencia estas semanas no veo un país peligroso, tenían problemas pero la gente vive normal. Son muy tranquilos, ayudan mucho a los extranjeros. Es una experiencia muy diferente, el nivel de baloncesto no es el de España o Europa. El nivel del talento es todo individual y no lo ponen al servicio del 5x5 y es complicado seguir ese baloncesto, toda mi vida jugué en España en nivel alto jugando en equipo. Son cosas de adaptarme. No mucha gente sigue el baloncesto, es más país de fútbol. Pero me lo tomé como una experiencia más para poder ver cosas diferentes y seguir entrenando y jugando, para estar a un nivel físico bueno.
-Se prepara para el día después, pero su idea es seguir ligado al baloncesto.
-Tengo el nivel I de entrenador, estoy en el nivel II y, si todo va bien, para el año que viene haré el Superior, en estos dos años, este y el próximo, quería hacer los cursos y seguir jugando. Tengo las ganas, si no las tengo no sigo. Dentro de un equipo quiero ayudar a la gente joven, preparándome para el que seguramente sea el siguiente paso, para poder ayudarle con mi experiencia y las cosas que he vivido que creo que puedo transmitir.
-Ya empezó en Murcia trabajando el tiro con jóvenes canteranos.
-Lo que hicimos en Murcia fue interesante. Me ayudó el director general, lo hablé con él, me facilitó dar el primer paso, mejorar el tiro. Con las jóvenes promesas que el equipo tenía trabajaba para cambiarle el tiro y mejorarlo. Era algo diferente y lo hacía con mucha ilusión. Con viajes y demás sólo podía hacerlo un par de días a la semana, pero fue un aprendizaje para mí. Cuando me retire quiero entrar en un equipo profesional para entrenar. Todos estos años con tantos entrenadores de primer nivel aprendí muchas cosas. Tengo muchas ideas.
-¿Quién le marcó más?
-Si vamos a empezar a nombrar no acabamos... Sergio Scariolo, Sfairopoulos, Fotis Katsikaris... No quiero dejar fuera a nadie. De todos los de primer nivel, también los que estaban cuando empezaba a jugar, tengo cada uno en mi libro cosas buenas. De todos los entrenadores tienes cosas que te van a ayudar, también otras que no me gustaban para no utilizar. De todos tengo cosas positivas que puedo ponerlas en práctica.
-¿Qué baloncesto le gusta?
-El baloncesto en los últimos años evoluciona y se tiende a jugar lo mismo. Un baloncesto rápido, mucha transición, tiro abierto en carrera... Pocas veces vas a buscar el 5x5 y 24 segundos. Para mí el baloncesto es ayudar el talento de cada jugador y dentro de los sistemas que puedas poner dejarle una libertad para desarrollar ese talento pero siempre pensando en el equipo. El deporte cambia. Ahora mismo casi los cinco que están en la cancha tienen que tirar de tres. Depende de la situación y los jugadores, pero en mi cabeza siempre están cuatro jugadores que puedan tirar de fuera y un 5 rápido y saltarín, que pueda correr la transición. Que se pueda correr mucho tras rebote defensivo. Igual puedes jugar sistemas de transición tras canasta, pero nunca un juego así estático y pasivo y para mí, entre comillas, aburrido. Juego más rápido y más libre, un buen baloncesto.
-¿Cómo está la situación en Grecia? Allí el básket control siempre triunfó.
-Poco a poco, en el baloncesto griego aún estamos tiempo atrás. Muchos entrenadores que están a nivel Euroliga están fuera del país. Tenemos muy buenos entrenadores, pero tardan un poco en ir con el juego del baloncesto europeo, de todo el mundo. Tenemos un poco la mente atrasada, en sentido de baloncesto, pero poco a poco se van haciendo diferentes cosas en sus equipos. Está por ejemplo el Lavrio, que jugó el año pasado contra el Unicaja. Su entrenador, Serelis que lleva desde muchos años atrás en el club, hizo algo diferente, con más libertad y velocidad y ganaba muchos partidos porque jugaba distinto. Poco a poco van sumándose más equipos.
-¿Sigue siendo la ACB la mejor Liga de Europa?
-Claro, claro. No va a cambiar, hay muchísimo talento de los jugadores españoles, siempre sacan jugadores de abajo que poco a poco van adquiriendo un nivel muy alto para jugar. El español que juega arriba es muy bueno, ahí está la selección. Eso creo que nunca cambiará, la ACB estará ahí siempre como las mejores.
-Jugó en Murcia con Augusto Lima, ahora en Málaga y desgraciadamente noticia en los últimos días por una grave lesión.
-Lo vi, una pena muy grande. Lo deseo a Gus todo lo mejor, toda la fuerza para que se recupere bien y rápido. Es un grande distinto, lo ficharía para mi equipo con los ojos cerrados. Sabe lo que quiere, lo que tiene. Si tienes a Gus sabes que te va a dar mucho en defensa, rebotes, tapones, ayuda con los pequeños tras el pick and roll, lado débil... En ataque no quiere el protagonismo, los puntos salen por rebote de ataque, continuaciones de pick and roll. Tienes un jugador que te va a hacer todo lo que otros jugadores les cuesta. Imagínate si un jugador como él con dos tiros por partido hace 15 de valoración. Siete rebotes, cuatro asistencias, dos tapones... Ayuda al equipo. Para mí es uno de los mejores defensores de la Liga. No he dicho nada de cómo es en el vestuario. Chico impresionante, ayuda en todo, en la ciudad, fuera de la pista... Es un chico 100. Espero que el Unicaja no note mucho su baja, es un jugador muy importante. Le mando un abrazo fuerte.
-También coincidió con Djedovic en Obradoiro hace ya unos cuantos años.
-Él llegaba del Barcelona, estaba cedido a Obradoiro en su primer año, salía de la etapa junior, tenía 19 años, lo veías que tenía muchísimo talento, un jugador muy fuerte para su edad, no tenía miedo para jugar. Al final tuvo una lesión que no podía jugar los últimos meses, pero lo que jugó era un jugador con muchísimo talento. Después de muchos años jugando en Alemania, en los mejores equipos del país y en Euroliga, está en España. Vemos lo bien que lo está haciendo en Málaga.
-¿Qué le parece Alberto Díaz?
-Es un jugador muy pesado, trabaja mucho la defensa, está muy cerca de ti, muy pendiente, muy presionante. Le conozco de muchos años en Málaga, sé el jugador y la persona como es, una persona excelente y fue muy merecido lo que hizo con la selección este verano. El jugador de la ciudad, de Málaga, tiene que estar toda la vida ahí. Los malagueños deben ser parte de un equipo muy grande como el Unicaja. Es un jugador aún joven, puede evolucionar aún, trabaja mucho y al final eso paga.
-Están ahora como embajadores del club Carlos Cabezas y Berni Rodríguez, compañeros suyos en aquella etapa de jugador.
-Con su experiencias de dentro del juego y por ser del Unicaja, sabiendo la historia del club, tienen que ayudar al club y a la comunidad del Unicaja a crecer. Sabemos que el Unicaja tenía un bajón, ahora están las cosas mucho mejor, con gente de Málaga en todos los puestos de dirección, para crecer y estar en los cuatro primeros y por qué no pelear por los títulos. Desde fuera yo lo vi como algo normal, que puede pasar. Fuera de lo que pasa en la Euroliga, con los contratos... Era normal, pero las cosas las están haciendo ahora muy bien, mucho mejor, gente en puestos importantes del club que saben hacer el trabajo, con Juanma, que estaba con el gran equipo cuando yo llegué, Berni y Carlos... Ibon es un gran entrenador, jugadores que tienen talento pero todos juegan para el equipo, ganan muchos partidos. La gente ves que tiene mucha ilusión. Los partidos que veo se observa a la gente del Carpena con caras de ilusión. Eso es importante.
-Recuerdo que en el Mundial de 2014 en España era compañero de habitación de Giannis Antetokounmpo.
-Qué te digo yo, nunca habíamos visto un griego en la NBA ser importante y ahora es MVP. Nunca has visto eso, un chico de 19 años entonces, ahora ganar un anillo. Tuve la suerte de estar en la habitación con él mes y medio, conocí a la persona y es una persona impresionante, muy humilde tras su primer año NBA, trabajador, nada que ver con el cuerpo que tiene ahora, imagina cuánto ha trabajado para ser MVP. El mérito es 150% de él, de su familia. Espero que siga humilde siempre. En Atenas, en su barrio, ayuda a mucha gente, construye canchas para que la gente con menos dinero juegue. No sólo por lo que está haciendo en la NBA, más lo que hace por la gente en Grecia, lo quieren mucho más allá del baloncesto, es un número uno en todo en Grecia.
-¿Cómo recuerda la Liga que ganó con el Unicaja? Han pasado ya más de 16 años.
-Llegué 10 días antes del play off, estuve los nueve meses en el PAOK cedido por el Unicaja. Terminamos los play off y me llamaron para ir a Málaga, trabajar con el equipo y viajar con ellos. Trabajé bastante en ese corto tiempo para poder estar en el nivel de ellos, el baloncesto griego y el español eran muy diferentes en el ritmo. Jugué algunos partidos, el nivel era altísimo, altísimo, muy diferente de Grecia. Siempre estaba viendo cómo jugaba el equipo, cómo trabajaban, los viajes... Era un aprendizaje muy, muy grande para mí, hice muchos amigos, esos compañeros. Nunca pensé que podía ganar una Liga ACB, fui muy afortunado.
-¿Qué le impresionó cuando llegó?
-Todos los jugadores eran de ganar medallas, de ir a la NBA, de grandes selecciones... Era el más joven y el peor de todos, siempre cada día era un aprendizaje, poco a poco preguntaba a los jugadores y me ayudaron. Cuando veías cómo trabajaba Jorge Garbajosa, por ejemplo, lo que hizo en los partidos de play off, las ganas que ponía en cada partido, cómo ganamos con sus triples y defensas... Pepe Sánchez era el mejor base de la Liga, Marcus Brown era el mejor dos de la Liga, Walter, Stepháne, Berni.... Con Flo Pietrus y con Carlos tenía un feeling especial, me ayudaron a poder ver la ciudad, a estar mejor, eran amigos de verdad... El mejor era el entrenador, aprendí muchísimo de Sergio, era muy duro conmigo, a veces no lo entendía pero con el tiempo comprendí que me estaba haciendo crecer. Me ayudó bastante para mejorar en el futuro. Me gustaba después jugar contra él y hacer buenos partidos y mostrarle que todo lo que me enseñó sirvió. También con los técnicos ayudantes, como Ángel y Paco. Son personas como familia mía, los conozco desde mi primer año en Málaga. Cuando los veo estamos hablando, me preguntan por mí y la familia. Y son gente de Málaga, de la casa, saben hacer su trabajo, sentir los colores, saben lo que hay que hacer para hacer un equipo grande y campeón. Tienen un entrenador muy bueno, como es Ibon, y seguro que están haciendo lo mejor para ayudarle.
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