Opinión
Carlos Navarro Antolín
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El Lenovo Tenerife consiguió el primer billete para la Final Four de la Basketball Champions League. Es la competición con la que el club canario ha crecido, con la que ha ganado títulos y ha entrado en otra dimensión como entidad. Es su particular jardín y ahí manda Marcelinho Huertas. 40 años le contemplan y no hay atisbo de declive en el base carioca, que gobierna encuentros con enorme autoridad aunque enfrente esté un base de gran nivel como Joe Ragland, uno de los mejores pasadores de la competición. Durante muchos momentos del partido el director americano hizo jugar al equipo ateniense muy bien al baloncesto. Es un equipo que ha crecido de manera enorme el griego desde que se encontrara en la primera fase de la competición con el Unicaja. Compitió muy bien, con bastante dignidad y opciones reales hasta el último minuto, dominando algún tramo. Apesta a entrenador grande Vasilis Spanoulis, un genio en la pista que quiere emular esa carrera fuera de ella. Le pitaron una técnica en el último minuto (cuatro abajo y balón) que indica que aún no tiene el completo respeto arbitral. Extraño en un mito de la canasta continental. Un rebote perdido a falta de 16 segundos cogido por Joan Sastre finiquitó un partido de buen nivel (97-93) aunque demasiado desangelado. Cuando se ocupa sólo un 10% de un pabellón alguien debería hacérselo mirar. La imagen fue desoladora. Mucho mito del baloncesto europeo en primera fila, pero escasa afición en las gradas. Es una mala publicidad para la competición, con aires de grandeza.
A Marcelinho se unió un soberbio Kyle Guy, un verso libre que le ha dado otro registro a la máquina de Txus Vidorreta, un bloque que juega de memoria, con medio equipo con un más de un lustro juntos. Guy ha sido un estímulo, un recurso diferente. En el Panathinaikos no encontró su lugar. La Euroliga es un nivel de exigencia mayor y hay jugadores que no se sienten cómodos si no tienen un alto protagonismo y una cuota de tiros. Encaja con ese perfil el de Indiana, que en las islas sí posee ese estatus. También la lesión de Jaime ha aumentado los minutos de la batería perimetral de Vidorreta. Marcelinho se comió 36 minutos en pista y casi alcanzó el triple doble (27 puntos, nueve rebotes y siete asistencias). Guy también rebasó con holgura los 30 minutos, pero se marchó a los 34 puntos, con seis triples y por encima del 50% en tiros de campo. Shermadini completó la terna sobre la que se asentó el triunfo canario, con 21 puntos y tres rebotes. En el Peristeri un gran Mitrou-Long tiró de su equipo hasta el final con Poulianitis y Dangubic dando triples y Thompson aportando en la pintura.
Pero contra Spanoulis y su equipo se impuso la ley de Marcelinho Huertas, jerarca de la competición y con buenos compinches. Intentarán este domingo desde las 20:00 horas conseguir la tercera corona de la BCL en un Belgrado Arena gigante aunque demasiado vacío para un evento que aspira a ser importante en el mapa europeo.
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