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El Unicaja se ha propuesto sentar en las gradas vacías del Martín Carpena tantos peluches como pueda. El club malagueño ha presentado una campaña de apoyo al Banco de Alimentos de Málaga y a otras asociaciones que trabajan con los más necesitados. Si la pasada campaña se organizó una vistosa lluvia de peluches en el pabellón malacitano, esta temporada, las restricciones por la Covid-19 impiden un acto similar pero no que se lleve a cabo la acción de recogida de fondos. El nuevo plan será sentar los peluches en el pabellón para darle un colorido distinto a los partidos a puerta cerrada del conjunto andaluz.
Con una aportación de cinco euros, quien quiera puede comprar un pequeño Chicui -mascota del equipo- que tendrá su sitio en el Carpena durante los partidos que en él se disputen en la recta final de este mes (16, 22 y 29 de diciembre). Ese peluche se donará a las asociaciones que trabajan con familias favorecidas y el importe será también dedicado a la solidaridad ya que engrosará las cuentas del Banco de Alimentos de Málaga. Con estas acciones, el club quiere darle una nota de color a la grada en unas fechas señaladas que solía darle al Carpena un ambiente especial y que este diciembre no se repetirá.
Para arrancar la idea, el Unicaja y sus patrocinadores donarán lo necesario para cubrir una parte del graderío del Carpena a la espera de que las aportes de los aficionados vayan produciéndose. En actividades precedentes, además de la vistosa lluvia de peluches sobre el parqué hubo una buena participación de los seguidores del Unicaja.
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