Apología del pase
Unicaja Baloncesto | Clínic de Luis Casimiro
Luis Casimiro inaugura el VII Programa de Formación de Entrenadores con un clinic en el que trató fundamentos técnicos del pase y las finalizaciones
Luis Casimiro, entrenador del Unicaja Baloncesto, inauguró en Los Guindos el VII Programa de Formación de Entrenadores, organizado por la Delegación de Málaga de la Federación Andaluza de Baloncesto y el club cajista. Más de 150 entrenadores de toda la provincia malagueña acudieron al primer clínic de la temporada de un ciclo de cinco.
En una interesante y didática exposición de Casimiro, apoyado por su ayudante Paco Aurioles y seis jugadores juniors y cadetes de la cantera cajista, disertó sobre aspectos técnicos del juego, centrado en el pase y las finalizaciones. Insistió Casimiro en que el reciclaje técnico de los jugadores nunca se detiene hasta su retirada y explicó que en cada entrenamiento hay un hueco para este aspecto del juego.
Hizo Casimiro una apología del pase, defendiéndolo como su fundamento básico favorito por delante del bote y el tiro. Todo dentro de un contexto en el que anima a los jugadores a pensar, a darles herramientas para que encuentren soluciones, para "enseñar a pensar" en el manejo del tiempo y el espacio. Afirmaba el técnico manchego que en los entrenamientos su intervención es mayor en el pase y en tres conceptos en los que la pelota no es protagonista: el juego sin balón, la defensa y el rebote.
Para el pase emplea Casimiro dos conceptos esenciales, la rapidez y la precisión. La primera, marcada por el golpe de muñeca, y la segunda, por las yemas de los dedos. "Hay que sentir la bola", ahondaba. Dominar esos dos conceptos asegura un pase de calidad, que vertebra el ataque. No es dogmático Casimiro sobre posiciones de las manos ni sobre el pase en salto, otrora prohibido y ahora bastante en uso, pero sí demostró cómo se trabaja el pase a una mano tras bote, esencial para ganar tiempo.
Insistió Casimiro en que el pase es un detector de talento del jugador. Puso como ejemplo de pasador poco apegado a la ortodoxia a Nick Calathes, mostrando su admiración por la capacidad del griego de hacer llegar el balón a sus compañeros en óptimas condiciones, tanto para situaciones de tiro como para finalizaciones por encima del aro: "Si el balón llega siempre en ventaja al compañero, no me preocupa cómo pase".
Esa capacidad para acabar por encima del aro -"eso anula defensas", afirmaba el técnico- o en el aire cambiando de manos es otro concepto en el que insistió Casimiro, así como en la importancia en un fundamento aún casi virgen en Europa, el uso del paso cero. Desvelaba el técnico que se trabaja en que los jugadores se familiaricen con el uso de esta novedad en el reglamento, que no se aprovecha apenas porque es difícil cambiar la manera de pensar de un jugador cuando desde que empezó a jugar al baloncesto se consideraba infracción. Decía que Adam Waczynski es el que más progresos muestra en la plantilla.
Prosiguió Casimiro, con la ayuda de Aurioles, con las finalizaciones a canasta. Admitía el entrenador cajista que lo que enseñaba hace 15 años ahora tiene poca utilidad por la evolución propia del juego, por el mayor tamaño y capacidad atlética de los jugadores. Acabar perdiendo paso o con la misma mano del pie de batida eran conceptos demasiado heterodoxos para lo que es hoy en día moneda común.
La facilidad para recopilar imágenes de vídeo de los mejores jugadores, entiende Casimiro, facilita la difusión de fundamentos. "Ya no tenemos que enseñar los entrenadores, sino elegir de quién pueden aprender los jugadores", razonaba Casimiro. Imágenes de Pangos, De Colo, Huertas y Jaime Fernández, escogidas por Paco Aurioles, ejemplificaban cómo acabar con la mano de bote para protegerse con el cuerpo el tapón. Todos, salvo De Colo, jugadores por debajo de 1.90 metros y ante grandes físicos.
Mostraba su curiosidad Casimiro citando un ejemplo de una finalización de Lonzo Ball durante el Lakers-Suns que había grabado en vídeo para estudiarla con sus ayudantes. Y expandió las finalizaciones con tiros cortos acabando con uno o dos pasos. Ahí, Jaycee Carroll es un ejemplo enciclopédico, aunque también también había imágenes de Sasu Salin.
Acabó Casimiro su clínic, al que asistieron entrenadores de decenas de clubes de la provincia, técnicos históricos del baloncesto malagueño como José María Martín Urbano, Alfonso Queipo de Llano y Bernardo Rodríguez y ex jugadores formados en la casa como Berni Rodríguez y Germán Gabriel, con imágenes de la defensa del bloqueo directo de Albert Oliver. Y un recordatorio del técnico. "Todo esto, sin pasión, no tiene ningún sentido. Sólo se entiende desde la pasión", remachó.
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