Mario Saint-Supéry, un partido consagratorio ante el Movistar Estudiantes

19 puntos, cinco rebotes, cuatro asistencias y tres robos para el joven malagueño en el triunfo del Tizona Burgos (90-83) ante el equipo de Francis Alonso y Yannick Nzosa

El brutal mate sobre Yannick Nzosa

Progresión que no frena

Mario Saint-Supéry, abrazado por Caio Pacheco. / Jairo Manzano / Feb

La progresión de Mario Saint-Supéry es cosa muy seria. No se recuerda a bote pronto a un jugador en edad junior dominar en una categoría tan competitiva como la LEB Oro como lo está haciendo el malagueño (cumple la semana que viene 18 años), que fue absolutamente determinante en el triunfo del Tizona Burgos (90-83) sobre el Movistar Estudiantes en un partido clave en la pelea por la zona alta. Ante el histórico equipo madrileño se vio la mejor versión de Saint-Supéry, desatado y jugando como base. En 26 minutos firmó 19 puntos (4/7 en tiros de dos, 3/4 en triples y 2/2 en libres), cinco rebotes, cuatro asistencias y tres robos para 25 de valoración, su tope en la categoría. Pero más allá de los números fue la sensación de dominio en un partido de máxima exigencia de la categoría, con los seis primeros clasificados en un margen de sólo dos victorias cuando quedan seis jornadas para el final de la competición. Asciende directo el primero y del segundo al noveno juegan un play off y una Final Four por la otra plaza. El Tizona está con 21-7, igualado en la cabeza.

Fueron jugadas espectaculares, como un matazo a dos manos muy poderoso sobre el también jugador cajista Yannick Nzosa, pero también defensa, manejo del partido y también decisión. En el último minuto, con el Movistar apretando (83-79 a falta de 45 segundos), Saint-Supéry metió el triple que decidió el partido para llegar a esos 19 puntos que le hicieron ser determinante en la suerte del duelo. En los 10 partidos que ha jugado en LEB Oro promedia, en 17 minutos en pista, 10.8 puntos (55% en tiros de dos, 43% en triples y 80% en libres), 2.4 asistencias y 2.3 rebotes para 10.8 de valoración. Ha habido partidos en los que ha podido jugar poco por las faltas personales (3.7 por partidos), pero también es un buen bagaje tener que aprender a controlar su exuberancia en la faceta defensiva, donde también está rindiendo a buen nivel, no es sólo ataque y lucimiento. También tuvo asistencias de etiqueta dentro de un nivel físico superlativo.

En el partido, Saint-Supéry se pudo enfrentar a Francis Alonso. Años atrás, el ahora jugador del Tizona visitaba al otro malagueño cuando éste estaba en la universidad de Greensboro. Alonso reaparecía tras una lesión que le ha tenido tres meses fuera y estuvo también a buen nivel, con 13 puntos (4/5 en tiros de dos, 0/2 en triples y 5/6 en libres) en 16 minutos en pista. Llega justo para pelear por el ascenso, que se complica de manera directa tras este resultado. También lo hizo bien Yannick Nzosa, que jugó 21 minutos aunque se podía vislumbrar que el fichaje del pívot argentino Francisco Caffaro podía restarle minutaje. Acabó con 10 puntos (4/4 en tiros de dos y 2/2 en libres), cuatro rebotes y 11 de valoración. Realizó también algún mate espectacular y mantuvo su capacidad defensiva. La LEB Oro está bastante poblada de canteranos cajistas a los que seguir con interés. Y más que irán llegando en las próximas temporadas.

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