Mario Saint-Supéry, progresión que no frena

El malagueño fue importante el la victoria del Tizona Burgos frente al Betis: 15 puntos, 3 asistencias y 19 minutos de calidad

Un máster acelerado con la selección

Saint-Supéry y el método Bolmaro

Mario Saint-Supéry, frente al Betis
Mario Saint-Supéry, frente al Betis / TIZONA

Llegan noticias alentadoras desde Burgos. Y viene siendo habitual desde que Mario Saint-Supéry decidiera coger el tren del Tizona Burgos, donde en pocas semanas se ha convertido en un jugador de peso, a las órdenes de Diego Ocampo, técnico que debería extraerle todo el jugo y desarrollar parte de su potencial en estos meses, cesión del Unicaja al Tizona acordada hasta final de temporada. El malagueño volvió a completar un buen partido con los burgaleses, ante el Real Betis en el Plantío, ya rendido al talento de Saint-Supéry (101-80). 15 puntos, 4/4 en tiros de dos, 1/6 en triples (pequeño lunar), 3 asistencias, 1 robo, 5 faltas recibidas y 12 de valoración en casi 19 minutos en cancha. Tiene cierto empaque el equipo sevillano, potente en la LEB Oro y en progresión de meterse en play off, después de unos meses complicados en Sevilla, donde milita Kaspars Berzins, canterano del Unicaja, o Nedim Djedovic, hermano de Nihad.

En un Tizona donde encaja como base, la visión de Ocampo, y en una versión de director de juego, organizando los ataques y cierta libertad, condiciones de sobra de '2', pero se amolda bien a esa posición donde se ve a un Saint-Supéry con un buen volumen de tiros, y defensivamente no sufre por ese físico tan privilegiado, inteligencia atrás que ya en Málaga dio visos de desarrollo, irá acumulando con el paso de los partidos. Pero se le ven ciertos gestos y movimientos en situaciones de adquirir la posición frente al atacante, sacar faltas en ataque, consecuencia quizá de haber compartido años con Alberto Díaz. Lecturas y enseñanzas de lujo en esa dinámica del primer equipo del Unicaja, que le facilita el proceso en Burgos, en un baloncesto que ha encajado desde el primer día. El riesgo de ver cómo va a aclimatarse, todavía con 17 años (cumplirá 18 el 14 de abril) y la respuesta ha sido aplastante.

Está en 10.7 puntos, 52.3% en tiros de campo, 2.3 de asistencias y 9.7 de valoración en ya seis partidos con Tizona, una carta de presentación interesante. Y con la exigencia de jugar en un equipo con aspiraciones a ascenso. Tizona es tercero en LEB Oro (17-7), a dos victorias del liderato, plaza de ascenso directo a ACB. Dosificó en el derbi de Burgos con San Pablo (104-97 en la prórroga) el pasado sábado (solo 7 minutos), el único partido que se ha perdido desde el fichaje del malagueño, que continúa avanzando en una progresión que no da indicios de paralizarse.

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