Minicopa: "Este Unicaja es peleón, creo que vamos a competir bien"
Manolo Bazán dirigirá por 13ª vez al equipo malagueño en el torneo, testigo de su crecimiento y un Pérez Canca que aglutinará al mejor talento venidero: "El Barça este año parece a otro nivel", señalaba en 'Málaga Hoy'
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Manolo Bazán (Algar, 1971) afronta su 13ª Minicopa dirigiendo al Unicaja infantil. "Como una más y sin nada de nervios" introducía antes de sentarse con 'Málaga Hoy'. En una oficina de Los Guindos, donde pasa muchas horas al día, casi siempre visionando equipos de cantera, sin renunciar a cualquier trabajo. " Sí que es verdad que son días especiales para el club, los chicos, pero uno la afronta como el resto. Con ganas de que empiece y ya está. Ya llevo 13 Minicopas, que son unas cuantas. Las que más guardas son las que jugamos la final lógicamente (2014, 2015 y 2017), también la de Granada, en 2022, donde competimos muy bien. Perdimos de uno, dos y tres los partidos de la Fase de Grupos. Si hubiésemos ganado los tres, nos habríamos metido en semifinales y luego ya quién sabe. Esa la la competimos muy bien, una canasta más durante toda esa semana. Esto es así. Muchas veces se decide por detalles".
El Unicaja jugará la primera fase en el Pérez Canca ante Real Madrid, Joventut y frente al Manresa, primer rival este miércoles (15:00 horas) en el Pérez Canca. "Joventut y Manresa, por resultados de la Fase Previa, son los equipos más duros de todos. Joventut es verdad que no lo he visto mucho, pero sí estará al nivel de Manresa más o menos. Y el Madrid está por encima de todos. Pero hay que jugarlo. A un partido, todo puede pasar. Contra el Barça sería más complicado. Es verdad que el Real Madrid no parece tan favorito este año como el Barça, pero se ha reforzado con un chico americano, un africano de 2.09 m, que suele ser diferencial en estos torneos, así que no es tan terrenal como parece, pero el potencial está ahí. Es verdad que el Barcelona está a otro nivel. Tiene muy buen equipo, con Dabone, pívot de casi 2.10, va a marcar diferencias seguro. Ya lo está haciendo en cadetes en los torneos que ha jugado, imagina la que puede liar en infantiles". Una visión ligera del otro grupo. "Creo que del otro grupo Girona y Zaragoza habrían sido algo más asequibles para nosotros. Tampoco tengo unas referencias exactas, pero viendo selecciones lo parecen. Esto es jugar con niños, a un partido, la presión, todo lo que rodea a esto, así que no será fácil para nadie. Ni para los favoritos sobre el papel y esos equipos que pueden hacer un poco menos de ruido".
"Tengo la ventaja que tengo los vídeos de la Fase Previa de Minicopa. Nos sirve mucho porque ahora viene Manresa y podemos tener algunas referencias. En cuanto a estructura de equipo, somos un grupo quizás algo pequeños, algo que suele determinante en estos torneos". Para compensar esa falta de centímetros, la llegada de August Moller, hermano de Marcus. El danés será un gran atractivo de la semana. "Es nuestro jugador más grande, pero tampoco le vamos a pedir al chico que sea la salvación, a ver cómo compite y se comporta. Es muy grande, oficialmente un 2.03, con unas grandes condiciones, un potencial de futuro enorme. Pero a ver cómo es capaz de adaptarse al equipo y el equipo a él. Es muy coordinado para su tamaño y técnicamente se le ven muchas cosas. Ya nos quedamos sorprendidos cuando hizo pruebas aquí con su hermano Marcus. Llegó el jueves y va a entrenar pocos días con nosotros. No es fácil para él, pero vamos a ver qué nos puede dar", decía Bazán. "Ojalá August pudiese venir para acá. Lo teníamos visto cuando vino con su familia. Estuvo entrenando y ya le vimos rápidamente que tiene un potencial tremendo. Y ojalá en la Minicopa sea capaz de darlo y ojalá pudiese quedarse aquí. Pero es entendible por sus estudios, tiene que acabar su etapa que es parecida a la ESO aquí, y hasta que no termine esos años, la familia no quiere que salga de Dinamarca. Pero por mí que se quede aquí".
Alejandro Montenegro será el otro invitado. "Ya lo conocemos del año pasado. Sabemos que juega como anotador en su equipo, ya conoce la competición y creo que va a ser importante porque no necesitará mucha adaptación". En una Minicopa que tendrá un nivel altísimo, espera que se esté a la altura. "En Liga estamos compitiendo bien. No hemos tenido la suerte de jugar ningún torneo, no podemos saber el nivel que tenemos en comparación a los demás, para saber dónde estamos. Tampoco en la Fase Previa. Pero en Málaga estamos compitiendo bien. Mi equipo lo va a dar todo. Es un equipo peleón, está ahí, se agarra, que va a defender bien, que en ataque puede hacer sus cositas. Capaz de correr porque nos gusta jugar así. Y creo que vamos a competir. Pasito a pasito, partido a partido, como se dice ahora habitualmente. Meternos en semifinales ya estaría bien, y si te enfrentas al Barça ya sabes que va a ser muy muy complicado. Insisto que hay que jugarlo porque conozco bien cómo suelen desarrollarse las Minicopas. Ya dependiendo de si eres primero o segundo, ya sería una cosa u otra".
Un producto que aumenta sus cuidados por parte de la ACB, mayor cobertura, más mediatizada y manteniendo su encanto. "La Minicopa es un torneo que ha crecido muchísimo en los últimos años. En Badalona pusimos varias mejoras. Traemos a los árbitros de Copa más dos de la Liga que dan charlas y gestionan el arbitraje de Minicopa, que los que dirigen son de categoría Autonómica, para dar formación arbitral. Los niños de la Minicopa deben disfrutar. Este año el torneo de la fase previa ha sido bestial, el seguimiento en crecimiento es exponencial, a la gente le interesa los potenciales jugadores que pueden llegar. Aquí se llena el pabellón, todos los años se queda gente fuera de los partidos. La final la haremos en el Carpena, seguro que casi se llenará, como sucedió en Badalona, que hubo casi 9.000 personas. Le damos una importancia bestial, igual que la cercanía con los chavales, son los primeros aficionados y son los primeros contactos a gran escala con los posibles futuros jugadores de Liga. Tienen esa edad en la que están muy disfrutones, tratamos de darle ese toque como si fueran profesionales. Cada vez se gustan más. ¿Invitados? Cambió, se ha limitado la cantidad. Casi todos los que hay llevan años en esa cantera del club o se forman en un radio cercano del club. Hay tres o cuatro jugadores de más de dos metros en esta edición", decía José Miguel Calleja, director general de la ACB, del ascenso del torneo.
Precisamente Manolo Bazán reflexionaba sobre ese espacio, quizás excesivo, que se da a los jugadores de Minicopa, con los efectos que pueden generar. "Le digo a los jugadores que estén tranquilos y que puedan disfrutar de la semana. Se genera tal bola alrededor de la Minicopa en redes sociales, claro que los chicos están pendientes y puede tener cierta influencia porque son chavales de 13 años. Me parece algo excesivo que se dé tanto foco a los jugadores de la Minicopa. Espero que sepan gestionarlo bien. Al ser en casa, no sé si es lo mejor la verdad porque al final aquí tienen su vida y que los chicos de 12-13 años puedan concentrarse, hace que sea un trabajo difícil. En la de 2020, la última que se jugó aquí, no estuvimos al nivel que se esperaba. Veníamos de ganar la Copa Infantil al Barça y no estuvimos a la altura. Son niños. Pierdes el primer partido, no salen las cosas como parece, y la semana empieza a complicarse. Si ganas o pierdes con Manresa, no es lo mismo para luego enfrentarte al Real Madrid. Hay que ver cómo empezamos y a partir de ahí el imaginarnos".
De todos estos años como entrenador de cantera, desde 2001 dirigiendo al equipo infantil señala a Mario Saint-Supéry como "mi ojito derecho. Lo he tenido tres años. A Guille no lo he entrenado, pero lo conozco de torneos, de haberlo visto entrenar y jugar aquí. Son dos jugadores que apuntan altísimo. Mario físicamente siempre ha sido muy bueno, entró siendo jugador de Minibasket y ya se defendía contra jugadores de preinfantil. Físicamente es el mejor de su grupo". Y se queda con Luka Doncic de todos los talentos globales que la Minicopa ha ido impulsando. "Lo veía jugar y uno piensa que a qué juega este chico, sin ser un jugador africano que se impone por su físico. Era un tío altito, delgadito, que tenía una elegancia para botar, una inteligencia extrema, señales que hacen pensar que ahí había un potencial claro. Ha llegado a donde ha llegado. El chico se veía que dominaba las situaciones".
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