"Muchas veces nos asusta el potencial que tiene Yannick Nzosa"
Antonio Herrera, director técnico de la cantera y su entrenador en el junior, define a Yannick Nzosa, el prometedor pívot congoleño sobre el que el Unicaja consiguió sus derechos definitivamente
En Los Guindos (telemáticamente) se ha celebrado como una victoria importante la decisión de la FIBA de conceder el transfer de Yannick Nzosa. Tras un litigio con el Stella Azzurra italiano que se ha prorrogado desde el final del verano pasado y que sólo ha permitido alinear al prometedor interior congoleño en ocho partidos repartidos en amistosos y torneos, nada de competición oficial.
Nzosa, pívot de 2.08 metros y 16 años, llegó a Málaga con la selección absoluta de la República Democrática del Congo. A través de la interacción del club con su mentor conoció el Carpena y Los Guindos y vio que era un buen sitio para seguir progresando en su carrera. Llegó a Italia con 14 años y su proyección es altísima, la de uno de los mejores jugadores de la generación de 2003. Se ha integrado rápidamente tras vivir en la Residencia de la Diputación, donde hay una veintena de becados que ahora han regresado a sus casas o han sido ubicados en pisos. Nzosa comparte uno con Traoré y Pierre Sene.
Su entrenador en estos primeros meses y director técnico de la cantera, Antonio Herrera, describe lo importante que es para el club que Nzosa pueda jugar cuando se resuelva la crisis del coronavirus. "Estamos en el club muy felices por la noticia. Hemos actuado muy bien con Yannick y su familia. Empezó antes del verano, cuando estaba la agenda y las plazas de becados cerradas. Uno de los jugadores que iba a venir se cayó y rápidamente fuimos a por Yannick que estaba con la selección nacional senior del Congo en Málaga. Nos conoció, estuvo unos días y la familia decidió que viniera. El club hizo todo lo que había que hacer, de una manera profesional y humana. Se ha alargado mucho, pero estamos muy felices, primero por el niño, que se merece la tranquilidad de que todo se haya solucionado", relata Herrera, que asegura que "es un patrimonio del club, uno de los jugadores de más proyección de Europa. Jugó el torneo de Linares y el de Euroliga y en ambos lo hizo fenomenal. Más que lo que pueda aportar, compitiendo tiene que seguir creciendo, sólo ha podido entrenar y jugar ocho partidos. Es un jugador muy importante, nos faltaba esa competición para que pueda seguir superándose. Él lo ha llevado bien, aunque le faltaba eso".
Acerca de sus características, que ya pudieron advertirse en el Adidas Next Generation de Valencia, donde fue elegido en el quinteto ideal, Herrera define a Nzosa como "un jugador de posición interior, muy versátil. Si Dios quiere y volvemos pronto a jugar, eso puede ayudarnos a ver su potencial más cerca del aro o más abierto. Es un interior muy móvil, que puede jugar de cara. Cuando ha entrenado con el primer equipo ha jugado más de cuatro, con nosotros de cuatro y cinco. La competición puede ayudarnos a verle en esas posiciones, sin ningún tipo de prisa en especializarse. Él es es capaz de salir botando tras rebote, jugar de cara 1x1, tiene una buena mano de 5-6 metros... Espero que la competición le ayude y nos ayude a encontrar su posición".
"La actitud es sorprendente", señala Herrera sobre la integración de Nzosa: "Dentro de la Residencia, es un ejemplo de comportamiento y de modelo a seguir. Su relación con todos los niños y niñas de distintas categorías es muy buena. Llega a Los Guindos pronto, ve entrenamientos y partido de los otros equipos. Y es uno de los mejores alumnos de su clase en el instituto. Le costó algo Lengua, se le ayudó con un profesor particular de castellano, y ha ido creciendo. A través de la tutora, María del Mar, hay contacto con los profesores y todos los informes son fantásticos. A día de hoy, a todos los niveles, físico, técnico, táctico, psicológico... Muchas veces nos asusta el potencial que tiene".
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