Nihad Djedovic: "Hemos hecho un grupo que sacrifica su ego para el equipo”
El experimentado jugador bosnio llegó a Málaga después de nueve años en Múnich y cumplió un presentimiento que tenía desde tiempo atrás cuando vino al Carpena
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Nihad Djedovic (Visegrad, 1990) cayó de pie en el Unicaja. Después de nueve años en un club del calibre del Bayern aterrizó en Málaga porque aún quería sentirse importante. Se ha integrado a la perfección dentro y fuera de la pista, siente que estaba predestinado a jugar en Málaga. Un detalle que le define. El día de su cumpleaños, hace unas semanas, invitó a sus compañeros a una palmera gigante. Compró otra para llevarla en persona a las oficinas de Los Guindos e invitar a los trabajadores del club. Es musulmán, pero también se preocupó también de felicitar la Navidad a todos. Será la primera vez que juegue la Copa del Rey, estuvo presente en una con el Barça pero no salió. Esta vez le llega el turno, precisamente ante el club en el que terminó de formarse. Antes, reflexiona con Málaga Hoy.
–¿Qué siente antes de ir a Badalona?
–Estuve una vez en Madrid, con el Barça, pero no jugué. La Copa del Rey es la más importante de Europa, se mira en todo el mundo, son los ocho equipos más fuertes y va a ser una maravilla y un gusto jugar en Badalona.
–¿Cómo ve al equipo?
–Estamos bien, trabajando duro. Nos encontramos en una forma muy buena, faltan esas victorias contra equipos grandes, se nos escapó contra el Baskonia, pero sí la conseguimos contra Valencia. Esas victorias nos dan el crecimiento del equipo y el respeto de los demás. Va a venir con el tiempo, ojalá podamos hacer un partido contra el Barça serio 40 minutos, que tengamos posibilidades. Si damos menos del 100% no vamos a tener opciones de ganar.
–El Barcelona, su primer club en España.
–Yo llegué con 16 años, como un niño. Cuando vienes a España es un baloncesto diferente, no lo sabes hasta que llegas y empiezas a jugar. Por eso es la mejor liga de Europa. Me costó un poco adaptarme, pero me ayudaron muchísimo esos tres años en Barcelona para cambiar mi estilo de baloncesto. Cuando miro atrás, me ha ayudado muchísimo. Sólo tener la posibilidad de poner en tu currículum que has jugado en el Barça ya significa muchísimo.
–¿Qué le cambió?
–Jugaba como base y escolta porque es el juego que tenía que hacer, pero aquí se juega más rápido, el tiro lo tenía que mejorar porque sin tiro en esta liga no puedes jugar. Tuvo que pensar y actuar con más rapidez y también ser más listo para sacar las faltas. Tuve la suerte de estar con muchas leyendas en el Barça, sólo mirando en los entrenamientos y partidos podías aprender muchísimo. Es un club muy grande, una institución que se ve en todos lados, no sólo en el fútbol sino en el baloncesto también. Compite por todos los títulos, es un club muy fuerte. Navarro estaba allí, al principio fue Dusko Ivanovic el entrenador, después Xavi Pascual. Jugué con él, Basile, Fran Vázquez, David Andersen, Ilyasova... Sólo mirando en los entrenamientos aprendías.
–¿Cómo llegó al baloncesto?
–Seis meses antes de la guerra nos fuimos a Alemania. Como todos los niños empecé con el fútbol. Cuando volvimos a Sarajevo en el año 97, mi hermano mayor y yo empezamos con el baloncesto. La gente que me vio decía que tenía talento. Entrené, entrené y en un momento en mi vida vi que podía ser profesional.
–¿Le marcó mucho la guerra?
–No la sentí mucho cuando era niño. Sí, sé la historia, escuchaba y veía, pero no la viví en el sitio. Lo vi después, cuando regresé a Bosnia, que la guerra era algo horrible. Aún quedaban los restos.
–¿Le viene de familia el deporte?
–Mi hermano mayor, Eldin, jugaba antes. Fue un muy buen talento de fútbol y baloncesto, allí en Alemania jugaba muy bien. Pero tuvo muchos problemas de espalda y tuvo que dejar el baloncesto. Ahora sólo mi hermano pequeño, Nedim, y yo estamos activos. Mi padre mide 2.05 y jugaba al baloncesto pero no profesionalmente, en ligas menores.
–¿Es muy importante el baloncesto en Bosnia?
–Todos los deportes, en la ex Yugoslavia todos los deportes, hay talento en balonmano, fútbol, waterpolo, voleibol... Hay mucho talento pero no es la situación económica buena para sacar a muchos jugadores. Salieron Musa o Teletovic y muchos más que hemos salido. Si hubiera mejores condiciones económicas aparecerían como en Serbia.
–Lo dijo en alguna entrevista hace años, parecía como predestinado a acabar en Málaga.
–No lo sé, siempre recuerdo Málaga y el Carpena como un sitio con mucha pasión, siempre era muy difícil jugar aquí. Jugué con Barcelona y Obradoiro, con Bayern y Alba y siempre me gustó. El año pasado, en este punto de mi carrera, todo ha cuadrado y tenía que ser así. No lo pensé nada, un día máximo desde que hablaron conmigo. Tenía que ser así, era una señal de Dios, lo veo así. Estoy muy feliz por estar aquí. Siempre quise volver a España y fue una situación muy buena para mí. El proyecto que me explicaron Juanma e Ibon cuando me llamaron antes de fichar es lo que estoy viendo. El baloncesto se vive aquí, había que recuperar las ganas de la gente y devolver al equipo al lugar en el que debe estar. Y estamos haciendo esto con la afición, sin ella esto sería imposible. No es un proyecto de sólo esta temporada, claro que podemos hacer grandes cosas pero hay que seguir así, hay que tener paciencia pero estamos en el buen camino.
–¿Qué supone jugar en un club grande como el Bayern?
–El Bayern te marca muchísima. Iba con la idea de quedarme una sola temporada y me quedé nueve. Me marcó muchísimo, en esa época de mi vida había cambiado mucho: Barcelona, Santiago, Roma, Berlín... Siempre cedido por el Barcelona. Mi primer contrato sin ser jugador del Barça era allí. Volví a Múnich, que era como mi casa, allí había vivido de niño cuando salí de Sarajevo. Tenía muchísima suerte. Nueve años en un club como el Bayern, es algo raro porque los jugadores cambian mucho. Estoy muy orgullos, gané títulos, fui capitán... Pero llega un momento en el que como jugador veterano o te quedas para sentarte en el banquillo y hacer otras cosas o te vas. Yo pensaba que podía dar más en mi carrera y quería cambiar.
–¿Hay mucha diferencia de nivel entre la BCL y la Euroliga?
–Hay diferencia porque hay mejores jugadores en la Euroliga, todo el mundo quiere jugar, están los mejores, pero yo creo que la BCL esta temporada tiene muchísima calidad, hay equipos que son buenísimos. En los años que vienen va a subir y va a ser competitiva, igual no como la Euroliga, pero sí más que la Eurocup.
–El otro día visitó la exposición del Unicaja, allí estaban los títulos. Uno de ellos lo gana el Unicaja tras eliminar a su Bayern.
–Claro que lo recuerdo. Empezamos 1-0 para nosotros y pensamos que pasaríamos fácil y el Unicaja nos ganó dos partidos seguidos y ganó el título. Nos pasó dos veces seguidas, también contra el Darussafaka, que ganamos el primer partido de semifinales y perdimos después otros dos seguidos. El Unicaja siempre fue un rival muy fuerte...
–¿Le gusta lo que le ve?
–La gente del club ha construido un equipo muy competitivo, de verdad todos se han sorprendido de cómo jugamos hasta ahora. Esto es 50%, o todo va bien o todo va mal, con tantos jugadores nuevos. Hemos hecho un grupo que sacrifica su ego para el equipo. Eso se demuestra en el campo. Ganamos partidos que el año pasado se perdían, por uno o dos puntos. Se ve que el grupo funciona y ojalá podamos cumplir muchos más éxitos esta temporada.
–¿Es más fácil sacrificar el ego cuando es veterano?
–Claro, claro. Cuando sabes cómo jugar al baloncesto, cuando los números no te importan, sólo que gane tu equipo... Al final es lo más importante que el equipo gane. La estadística individual te puede conseguir un mejor contrato, pero no significa que vas a tener mucho éxito y vas a ganar títulos al final. Cuando preguntas a un aficionado cuál es el mejor jugador del equipo seguro que vas a escuchar 10 opiniones distintas. Y eso es bueno, también porque los rivales no se pueden fijar en un jugador. La mayoría de los rivales tienen uno o dos jugadores que si los paras tienes el partido. Nosotros tenemos 12 jugadores que pueden meter en cualquier momento más de 10 puntos y esa es nuestra fuerza.
–¿Le gusta el baloncesto que propone Ibon Navarro?
–Me gusta muchísimo, se ve que hay mucho trabajo por hacer contra los rivales grandes, que te paran el contraataque, que tienes que jugar 5x5 a media pista, ahí tenemos que mejorar muchísimo. Nos toca contra el Barcelona, que impide a los rivales correr y los lleva a jugar siempre a media pista, hay que mejorar. Es un proceso, es un trabajo de cada día. El equipo está junto, se van a ver los resultados.
–¿Su familia se adaptó bien a Málaga?
–Se adaptó muy bien. Después de nueve años cambiar de ciudad, con dos niños, uno que empezaba la escuela... De verdad, desde el primer día estamos muy contentos con todo, dentro y fuera del campo.
–Por último, ¿le siguen confundiendo con Ibrahimovic?
–Gracias a Dios, no más. Tuve una época pelo largo y cada día me pasaba. Lo acogía con risas y bromas. Fue una época muy graciosa y los vídeos de YouTube se quedarán para enseñárselo a mis hijos (risas).
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