Novena final de Copa para Daniel Hierrezuelo
El árbitro malagueño dirigió el desenlace; Martín Bertrán, inédito desde cuartos
Las palmas/La final de la Copa del Rey de baloncesto volvió a contar con representación malagueña en la figura de Daniel Hierrezuelo. El árbitro costasoleño dirigió su primera final hace 21 años, un Joventut-Cáceres en León, en 1997. Un 40% de las finales desde entonces ha contado con Hierrezuelo, convertido en uno de los árbitros de referencia en el continente. Después de su error en los cuartos de final de la edición pasada en el Madrid-Morabanc no volvió a dirigir más en Vitoria. En esta ocasión abrió los cuartos de final con el duelo Valencia-Iberostar y repitió en el partido decisivo, el clásico.
Se da la circunstancia de que el árbitro principal del Unicaja-Real Madrid, José Antonio Martín Bertrán, no dirigió más partidos, ni en semifinales ni final. Un reconocimiento implícito desde los mandos del error porque es uno de los colegiados de referencia en el baloncesto nacional. Hubo dos jugadas señaladas en el minuto final, un empujón por el rebote de Tavares a Suárez y el manotazo de Campazzo a Nedovic, que quedaron sin sanción. Provocó la protesta de jugadores y técnicos cajistas, que no montaron ningún cirio en la sala de prensa (Suárez sí refirió que había oído el manotazo de Campazzo) pero que lamentaron esas jugadas. Sí estuvo Carlos Peruga en la final del trío de árbitros que estuvo en la eliminatoria entre el equipo malagueño y el Real Madrid. Hierrezuelo ha pitado en finales de ACB, Euroliga y Eurocup. La que más reluce, quizá, en la Copa del Rey fue la de 2001 en Málaga, el año de la explosión de Pau Gasol. "El hecho que fuese en Málaga me causó una gran impresión y me costó trabajo entrar en el partido. Estaba muy nervioso", confesaba hace tiempo en una entrevista. La siguiente fue en 2007, también en Málaga. O sea, que a falta del Unicaja siempre hay un representante malagueño cuando la final es en el Carpena, como también ocurrió en 2014, en aquella final decidida con una canasta de Sergio Llull, en otro Madrid-Barcelona.
También dirigió Hierrezuelo las finales de 2008, 2011, 2012 y 2015, en Gran Canaria también. Un amplio catálogo de partidos de máximo nivel. A sus 47 años, el árbitro malagueño tiene carrera por delante para seguir acumulando direcciones de partido en los mejores escenarios.
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