Operación WiZink Center

Las once victorias seguidas, motivo de peso para desatar el optimismo antes de visitar al Real Madrid, un "por qué no" que se extiende

Los blancos sufrieron en Euroliga

La plantilla del Unicaja, ante BAXI Manresa
La plantilla del Unicaja, ante BAXI Manresa / Javier Albiñana
Jorge Cabrera

05 de mayo 2023 - 06:33

Ganar al Real Madrid en el WiZink Center, como preludio perfecto a la Final Four, y ya multiplicar una euforia que rebosa con este Unicaja, el de las once victorias consecutivas. Llegan los de Ibon Navarro con la autoestima por las nubes, digno de estudio si es una de las mejores oportunidades que tienen los malagueños de ganar a los blancos en su pista, sumar así otro episodio glorioso a la temporada. Conjeturar ese proyecto perfecto es inevitable, cada sueño que se ha juntado en Málaga por otra parte se ha cumplido: la Copa del Rey y el plan de Ibon Navarro, la continuidad del vitoriano, las siete renovaciones confirmadas o que Málaga sea sede de una Final Four que por momentos se puso en chino. Ahora, antes de que llegue ese 12 de mayo, otro anhelo importante, como es ganar el primer título en casa, aparece la oportunidad nada desdeñable de ganar e una de las grandes canchas de Europa, o a nivel mundial, por lo que supone ganar al Real Madrid, ese estruendo que solo genera el club blanco.

Hace más de una década, marzo de 2013, que el Unicaja no gana al Real Madrid en su pista, en un TOP-16 de Euroliga, con Jasmin Repesa a los mandos, con una nomenclatura diferente (Palacio de los Deportes a secas). Diez años es demasiado tiempo para un club como el malagueño, que sí ha ganado con relativa frecuencia en el Palau Blaugrana, la pasada temporada con aquella foto grupal polémica, cómo hemos cambiado, que dirían Presuntos Implicados; este curso en La Fonteta, también con precedentes cercanos en el Buesa Arena, las tres pistas por excelencia, más allá del Carpena, que te dan un chute de estatus. Pero no ha sido posible ganar al conjunto madridista, como si fuese sencillo, por otra parte.

En ACB, nunca ha ganado el Unicaja en la pista donde va a jugar este domingo, maldición eterna, como la de eliminar al Barcelona en una competición nacional, que por fin terminó en Badalona. "Y por qué no". Va a ser una de las frases más pensadas alrededor del club de Los Guindos. La ocasión es ideal, pero ha habido otras, a menos magnitud, y aún así no se pudo romper con la lógica. No obstante, llegan los de Ibon Navarro al WiZink Center sin nada que perder, con esa guerra fría con Lenovo Tenerife por la cuarta plaza, pero con los deberes hechos con esa quinta posición en el bote. Ya estar en disposición de poder superar a los de Vidorreta, es otra anomalía en esta temporada insuperable.

Días que preceden siempre especiales, donde también asoma el Bonn por el horizonte. Puede tomarse esa cita con el Madrid como un trámite, por lo cercano que está la BCL, y ante cualquier riesgo, guardar la ropa. Pero la voracidad del Unicaja, esa racha de once victorias consecutivas, solo hacen llamar al optimismo. Ante un conjunto de Chus Mateo que viene fatigado de Belgrado, con los deberes hechos, una serie empatada con Partizan que debería afectar al subconsciente de los blancos, a solo tres días de jugarse el pase a la Final Four de Euroliga. Otro motivo para creer en la operación WiZink Center, en marcha a partir de este domingo a las 12:30.

stats