Osetkowski, el virus y Belgrado de fondo

El californiano fue baja ante Casademont, tercer partido seguido que se pierde; no compite desde el Unicaja-Promitheas

Ya avisaba Ibon en la previa

Abrazo conjunto a Manolo Rincón

Osetkowski, en el banquillo durante el Unicaja-Zaragoza / Carlos Guerrero

Ibon Navarro tampoco pudo contar con Dylan Osetkowski ante el Casademont Zaragoza. El tercer partido seguido que se pierde el californiano, previamente las visitas a Manresa y Patras, en una semana que fue perfecta para el Unicaja pero con un desgaste extra, al no jugar el de San Diego. Para eso está esa máxima de tener trece jugadores, aunque Dylan no es uno más. Un virus gastrointestinal que ha ido remitiendo en los últimos días, pero aún mermado para competir con plenas garantías, sí para incorporarse paulatinamente a la rutina del equipo. No es un drama, porque el Unicaja apela siempre al grupo ante una baja, pero condiciona en una fase de temporada en la que se aproxima la Final Four de BCL. Y Osetkowski venía de un momento magnífico, físico y de prestaciones, en su pico en los casi dos años que ya acumula en Málaga. Es difícil retomar la velocidad en abril. Viene una semana sin BCL entre semana, el premio, además del billete a Belgrado, de solventar con rapidez la serie ante Promitheas Patras. Hay margen para esa puesta a punto.

El Unicaja recibe al Baskonia la próxima semana (domingo 21 a las 18:30 horas), un último examen exigente antes de partir a Belgrado. Partido que servirá para engrasar a Osetkowski, que acumule un rodaje útil y quitar esa pesadez, ya pensando en la semifinal ante UCAM Murcia, del que restan menos de dos semanas. Si juega ante los vitorianos, serán 18 días sin competir. Muchos, y unos daños de ese virus que deberían terminar de desaparecer hasta la próxima semana. Algo parecido le pasó a Djedovic recientemente, el bosnio incluso disputando algún partido enfermo, prácticamente por obligación para dar mayor amplitud a la rotación. A Osetkowski hay que mimarle, jugador diferencial, ese verso libre que da mayor riqueza a este Unicaja. Le convierte en mejor equipo, pero sobre todo más indescifrable. Ibon Navarro, al ganar a Casademont, tranquilizaba. Si hoy hubiera un tocado, Dylan hubiese jugado. Se encontraba bien, estaba bien esta mañana. Entrenó ayer. Ha estado con el equipo un día. No me parecía bien sacar bien a un jugador que acumulado una semana jugando. Hemos jugado dos partidos solidos sin él, y además muy sólidos. No tiene ritmo de entrenamiento. Hoy hubiera jugado".

"Es un jugador que nos desatasca muchas veces. Se sale del guion, nos da mucha imprevisibilidad, y haber sacado estos dos partidos sin él, me da mucha tranquilidad de que el equipo se vea tan capaz como lo veo yo. Yo creo que con Dylan somos algo mejores porque nos da cosas distintas. Dylan es un jugador diferente para nosotros. No podemos alcanzar lo máximo sin Dylan", guiños del entrenador del Unicaja en la previa de Casademont Zaragoza, donde valoraba el nivel de los últimos siete días sin su estrella, el que más brilla de los trece astros que conforman la plantilla. Si vuelve a su plenitud en Belgrado, aumentarán las opciones de título.

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