Pablo García y sus Abejas de León conquistan México
Baloncesto
El malagueño, ayudado en el staff por Carlos Alonso y Miguel Aguilar, ganan la Liga tras barrer por 4-0 a los Astros de Jalisco de Sergio Valdeolmillos
El joven cuerpo técnico hizo historia en el país centroamericano
Baloncestos y sueños malagueños en México
La aventura en Mexicali
La increíble epopeya de las Abejas malagueñas de León en México acabó con la conquista del título nacional en el país centroamericano para el equipo dirigido por Pablo García, acompañado de Carlos Alonso como segundo técnico y el fisioterapeuta Miguel Aguilar. Liderados por el argentino Erik Thomas, que firmó 28 puntos, las Abejas ganaron 79-72 a los Astros de Jalisco, dirigidos por el técnico granadino Sergio Valdeolmillos, resultado con el que el cuadro del Bajío mexicano ganó su primer título de liga, haciendo historia en una ciudad que había visto alzar títulos en fútbol y béisbol, los dos deportes más potentes en el país. Con los malagueños a las riendas, un título sorprendente en principio tener el equipo de León el noveno presupuesto de los 10 equipos participantes en la competición. Pero que ha acabado con un dominio total, con 10 victorias consecutivas en los 10 últimos partidos, barriendo en la final de Zona y en la final absoluta con mucha autoridad, por 4-0, las dos últimas eliminatorias.
Pablo García, un joven malagueño de 33 años, se marchó a México en 2017 con arrojo y la voluntad de triunfar en el baloncesto. Tras jugar y entrenar en el CB El Palo y también dirigir unos años en la cantera del Unicaja, justo cuando se ganaba un dinero como camarero trabajando en un bar del centro de Málaga e iba a empezar a trabajar en un despacho de abogados para dejar en un segundo plano la canasta, le llegó la oportunidad de cruzar el charco para formar parte del cuerpo técnico de Iván Déniz, ex técnico ACB, en Mexicali. Allí estuvo tres temporadas, en las que formó parte de un staff también campeón con el ahora preparador físico del Unicaja, el también malagueño Marcos Cerveró.
García se empapó bien de la competición y le llegó la opción de dirigir ya como primer espada el año pasado en León, al que condujo al play off y ganó más respeto aún en la liga. Ganó margen para dirigir también la construcción del equipo y contratar jugadores. También para elaborar un cuerpo técnico de su confianza, en el que tiró de Carlos Alonso (hijo de Paco y hermano de Francis), otro coetáneo suyo con experiencias en los banquillos de varios clubes malagueños y en la tecnificación de jugadores. Y de Miguel Aguilar, el más joven del grupo (24 años), que había trabajado en el Basket4Life, de Primera Nacional andaluza, con el que ascendió deportivamente dos años a Liga EBA. A tenor de los resultados, un trabajo fabuloso.
"¡La que liaste, Pablo! Llegaste a cambiar la historia del club y de esta ciudad ¡Gracias Pablo García!", escribía en su cuenta de Twitter el club de la ciudad del estado de Guanajuato, situada a casi 2.000 metros de altitud y con 1.5 millones de habitantes. Varios miles asistieron a cada partido de la final para acabar celebrando un título con el sello malagueño de Pablo García y la ayuda de Carlos Alonso y Miguel Aguilar.
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