Pablo García, el entrenador malagueño que arrasa en México

A sus 34 años, tras ganar la Liga en León el año anterior, consiguió un doblete de Copa y Liga al frente del Fuerza Regia y labra su carrera en el país latinoamericano: "Mi ilusión es entrenar en España o Europa, pero aún tengo que dar muchos pasos"

Campeón de Liga

Campeón de Copa

Pablo García, con Pedregalejo al fondo.
Pablo García, con Pedregalejo al fondo. / Javier Albiñana

Pablo García (Málaga, 1989) cogió el petate hace siete años, tras la Feria, y se fue a México para desarrollar su sueño de ser entrenador profesional. Había dirigido en El Palo y la cantera del Unicaja. Ahora es el técnico de moda en el país latinoamericano. Fue campeón siendo asistente en los Soles de Mexicali. Recibió la alternativa con las Abejas de León y consiguió un título inesperado. Le reclamó el Fuerza Regia de Monterrey, el club más laureado, y hace unas semanas redondeó un doblete de Copa y Liga. Tiene una temporada más de contrato y desde Málaga ya planea la próxima campaña. En Pedregalejo charla con Málaga Hoy sobre la experiencia y su visión del baloncesto.

-Ganó la Liga el año pasado con el Fuenlabrada o el Manresa y en esta con el Madrid o el Barça. ¿Cuál es la fórmula?

-La experiencia es totalmente diferente. El año pasado era la sorpresa y tienes la tranquilidad de que todo va bien y de que no tienes nada que perder. Eso es muy bonito. Cuando se gana con el presupuesto más bajo de la Liga y se van pasando fases pues es genial. Ahora fue muy diferente. Era coger al mejor equipo de la Liga, que había ganado cuatro títulos en los últimos años y era ganar o ganar, la experiencia contraria. He aprendido mucho, ha sido saber gestionar egos. Tenía una plantilla muy buena de grandes jugadores, el número 12 jugaría muchos minutos en otros equipos. Ha sido muy diferente, una experiencia enriquecedora porque ha sido otro tipo de gestión y creo que lo he llevado bien.

-Lleva desde 2017 en México. ¿Cómo ve su evolución y crecimiento y la de la Liga?

-La Liga ha crecido mucho porque los extranjeros son de mucho nivel, hay mucho potencial económico. Ha mejorado la competición, cada vez hay mejores foráneos porque la Liga se gana el respeto año a año, ya no sólo a nivel económico, sino que haya la seguridad de cobrar. Esa imagen preconcebida que tenemos de México es errónea a nivel profesional. Es el boca a boca. Si un extranjero juega Eurocup pues al año siguiente un amigo jugará la Eurocup. El nivel de extranjeros ha subido muchísimo, antes se permitían tres y ahora hay seis. Antes del covid había 18 equipos, se quedó en 10, pero la próxima campaña serán 15.

-¿Se siente reconocido allí?

-Hay muchos entrenadores españoles:Sergio Valdeolmillos, Paco Olmos, Iván Déniz, Manolo Hussein, Edu Torres... Están muy bien valorados. Estos dos últimos años he ganado todas las competiciones cambiando de club y añade más dificultad. Y me siento muy respetado, es cierto. Nos respetan mucho, el idioma influye muchísimo. De los últimos 5-6 campeones la mayoría han sido españoles salvo uno que fue el argentino Casalanga.

-¿Cómo es el jugador local mexicano?

-Ahora hay uno en la NBA que lo está haciendo muy bien, Jaquez. Gael Bonilla estuvo en la cantera del Barça y ahora está en Cáceres, Karim López está en la del Joventut... Hay 15-20 jugadores de primer nivel, como los que han jugado el Mundial en septiembre. El problema es que fuera de esos no hay una estructura de formación como en España e impide cuando se llega a una edad de 18-20 años siga progresando. Hay mucho mexicano que se va a la NCAA y cada vez más casos que vienen a canteras ACB a desarrollarse.

Pablo García, en Málaga.
Pablo García, en Málaga. / Javier Albiñana

-Se juegan muchos partidos.

-Todo es avión por las distancias. Hay un back to back, un día libre para los jugadores y tres-cuatro días para la siguiente tanda. Hemos jugado 48 partidos en seis meses.

-¿Y el nivel de seguimiento?

-Está en auge, lo que pasa es que, como en España, el fútbol es la máxima trascendencia. Y está cerca el béisbol, que se sigue mucho. Sería el tercer deporte, pero en algunos estados es el número uno. Depende de cada estado. Está el segundo o tercero.

"La Liga de México ha crecido mucho desde que llegué en 2017, hay extranjeros mejores”

-Llegan muchas noticias de México, sobre violencia y falta de seguridad. ¿Cuál es su percepción?

-Ningún problema. A nivel profesional vivir en México es como en cualquier parte del mundo. Mientras no te metas en problemas y sepas a qué hora y dónde estar no he tenido ningún problema. La gente es muy buena y nos tratan muy bien a los españoles. Ese recelo imperialista no existe, no lo he visto. Al revés, allí se habla del malinchismo, que tratan mejor a los españoles que a los mexicanos. Puede haber un puntito de verdad, nos quieren muchísimo.

-¿Cuáles son sus expectativas sobre su carrera?

-Tengo que dar aún muchos pasos. Tengo 34 años y me queda un año más de contrato. Mi ilusión es venirme a Europa, no sólo a España. Es el sueño a corto-medio plazo, pero tengo contrato allí el año que viene y fenomenal. Si saliera algo interesante, veríamos.

-¿Cómo le cambió la vida cuando decidió cruzar el charco?

-Estaba en la Feria de Málaga trabajando recogiendo vasos... Le eché muchos huevos, como se dice. Fui valiente. Me llegó una oportunidad que quizá otro no cogería porque no le ve un camino. Gracias a esa oportunidad he creado un camino, me ha cambiado totalmente la vida para mejor. La gente se acuerda cuando ganas, pero antes de ganar estos dos años he estado cuatro años de asistente allí. No llegué allí a ganar dinero. Fui ganando poco y para aprender de un entrenador. Tras cuatro años tuve una oportunidad. Ha sido un proceso que no ha sido sencillo de aguantar.

-Se encontrará a jugadores mayores que usted. ¿Cómo es el trato?

-Me he acostumbrado a entrenar a gente mayor, siempre lo he hecho. No tengo problema, te diría que al revés. Es más fácil controlar a un jugador americano con 30-35 años que quizá a uno de 23-25, que sólo quiere jugar, tiene más ego y es más egoísta. Es más fácil gestionar a mayores que jóvenes. Este año había 10-11 americanos en mi plantilla y 4-5 eran de mi edad o mayores. Este año he estado con Jerai Grant, con experiencia en Eurocup, que es de mi edad. Lucas Faggiano, que estuvo en Estudiantes, tiene 34 años también. A Paul Stoll, base titular de la selección mexicana, que tiene 38, Gabriel Girón, el alero titular de la selección, tiene 35... A veces es más fácil gestionar a jóvenes que mayores.

Pablo García, en un posado.
Pablo García, en un posado. / Javier Albiñana

-¿Qué estilo de juego se desarrolla? ¿Muy americanizado? ¿Mucho 1x1?

-Los equipos buenos tienen la mezcla del juego FIBAcon más de G-League, más rápido. La principal diferencia es que aquí se permite menos el error. Allí existe más el error. A nivel táctico los equipos buenos tienen un buen bagaje dentro de lo que te permite la competición, que juegas 45-50 partidos en medio año. Es el mes de pretemporada para entrenar y después es muy difícil exigirles una carga física para que rindan si juegan cada 3-4 días. La principal diferencia es que hay más errores, lo que permite que sea más vistoso. Hay partidos aquí que son más tediosos. Allí hay más transiciones y el error existe, tienes que tolerarlo. Si llegas de Europa y quieres penalizar cada error como si fuera la ACB, pues no tienes éxito. Hay que mezclar los dos estilos. He aprendido de gente buena en esa mezcla.

Pablo García celebra un triunfo.
Pablo García celebra un triunfo. / @fuerza_regia

-¿Le da tiempo a ver otros baloncestos?

-Divido el año en dos. Durante los cinco meses de temporada es imposible ver otro baloncesto, no te da tiempo a seguir otras competiciones, sólo el tiempo libre que quieras ver algún partido de Euroliga. Pero en la otra parte del año luego veo todas las ligas del mundo. Desde la Liga de Turquía, la segunda división italiana, las competiciones asiáticas, G-League, toda Latinoamérica... Ahora estoy en ese proceso y veo estos cuatro-cinco meses todas las ligas del mundo.

"Es muy complicado conseguir lo que Ibon en el deporte profesional, siempre una actitud positiva”

-¿Qué le llama la atención lo que ve? ¿Es sólo visionado de jugadores o también otras cosas?

-Sacas mucha información. Si sigues a los americanos que hay en Europa, al final, si ves a uno en Alemania, ves el ritmo diferente de allí al de Italia o España. Aprendes mucho. Viendo jugadores también puedes aprender nuevos conceptos de ataque que crea un entrenador de una liga o cómo se juega a nivel de ritmo. Por ejemplo, a mí la de Alemania es la que más me gusta, es a la que le veo más potencial y proyección para crecer. El ejemplo fue el Bonn el año pasado. Ese nivel de ritmo que destruyó a todos los equipos de la BCL es lo que veía al visionar esa liga, ese ritmo marcaba la diferencia, se jugaba a algo distinto. Eso hizo que el Bonn ganara. Eso disfruto de ver todas las ligas del mundo.

-¿Cómo es su base de datos de jugadores?

-Tengo una base filtrada, sí. La voy modificando cada año y tengo una de más de 500 jugadores con scouting hecho.

-¿Cómo ve al Unicaja?

-Lo sigo todo lo que puedo. Si nos respetan las lesiones, porque no dejamos de ser un equipo que no es el Madrid o el Barça, tenemos opciones de volver a ganar.

-Suele ir a ver entrenamientos del Unicaja. ¿Qué le llama la atención del trabajo de Ibon?

-Lo que más me llama la atención es que está todo el mundo a una, con ganas de trabajar y buenas caras. Es muy complicado conseguirlo en el deporte profesional, que siempre se tenga una actitud positiva. Al jugador nunca le encanta entrenar, pero yo los veo disfrutando como equipo. Y eso lo ha creado Ibon.

-¿Y del estilo?

-Las transiciones, al final hacen más tiros que los demás. La nueva reglamentación de saque rápido beneficia. Cada uno tiene su rol asumido. Con el fichaje acertadísimo de Kameron se le ha dado otra dimensión al equipo. Ver al Carpena así... Todo el mundo concuerda que el día del Barça fue un Top 5. La gente volvió a sentir ese momento mágico como cuando Pepe metió el triple, como cuando se ganaban títulos. Estaba fuera y veía tanta gente que pensaba que el Barça no podía salir vivo. Es un sentimiento que se ha recuperado, de sentirse invencible en casa. Es muy difícil que otro equipo gane en Málaga.

Pablo García, con Jordan Toledo, otro malagueño en México.
Pablo García, con Jordan Toledo, otro malagueño en México. / Fuerza Regia

-En su cuerpo técnico el año pasado estuvieron Carlos Alonso y Miguel Aguilar. Este año, Jordan Tolado, todos malagueños. ¿Hay buena cantera aquí?

-Sí, hay mucho nivel de entrenadores. El problema es que para desarrollarse es lo difícil. Hay muy pocos puestos de trabajo en la cantera, hay sólo tres-cuatro equipos y es complicado desarrollarte en Málaga. El entrenador malagueño que quiere ser profesional tiene que irse y seguir su sueño.

-Empezó su aventura en México en Mexicali al lado de Marcos Cerveró, ahora preparador físico del Unicaja.

-Se fue a México, Venezuela, China, Francia, Alemania... Y ahora está en ACB. Quien quiere hacerlo encuentra el camino. Marcos es una persona muy metódica y especial, en el buen sentido. Su vida es trabajar.

-¿Cómo ve el futuro?

-Me queda una temporada más de contrato con Fuerza Regia y vamos a empezar a mirar los jugadores que renovamos, los que no... Y ya mirando extranjeros para la temporada que viene.

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