"Pedro Martínez es un entrenador formativo que trata con profesionales"
"Es un detallista puro y duro, te ofrece muchas herramientas técnicas y tácticas que si tú eras receptivo y tienes ese hambre por progresar... Yo aprendía todo el día de él", relata Alfonso Sánchez, alumno del rival del Unicaja en el play off
En paz con el baloncesto
"Entrenador, leyenda, maestro". Era la pancarta que los aficionados del Baxi Manresa sacaban esta temporada en uno de los fondos del Nou Congost cuando Pedro Martínez Sánchez (Barcelona, 1961) cumplía su partido número 1.000 en la ACB. Resume bien el concepto que existe en el mundo de la canasta en España sobre el entrenador catalán. Antes de cumplir los 30 años, en 1990, le ganó una final de Copa Korac con el Joventut de Badalona a Sergio Scariolo, coetáneo suyo y que dirigía a la Scavolini de Pesaro. Tres décadas y media después continúa impartiendo magisterio y construyendo equipos ultracompetitivos, jugando muy bien, con presupuestos bajos en Manresa. Desde mañana vuelve a medirse al Unicaja en un play off por el título en el que el equipo del Bages ha dejado fuera a un Euroliga como el Baskonia. En 2022, Unicaja y Manresa se vieron en los cuartos de final de la BCL y el equipo catalán avanzó. Esta vez es otra coyuntura, pero no se puede minusvalorar a lo que hay enfrente.
Un malagueño, Alfonso Sánchez, fue entrenado por Pedro Martínez y conserva aún relación con él. No fue muy extensa en el tiempo, pero sí dejó bastante huella en un jugador que fue dirigido, entre otros, por Sergio Scariolo, Pablo Laso o Aíto García Reneses. "Sí, para mí Pedro es superélite, de lo mejor. Mi experiencia con él fue espectacularmente buena. Él me saca de los pelos del Clínicas Rincón, yo llego final de temporada, para los dos últimos meses y medio. Yo ahí venía jugar Ourense en LEB Oro, un año en blanco parado por la rodilla y esa temporada jugando para Francis Tomé y con Ricardo Guillén de veteranos con los chavales lo hago bien en el Clínicas. Me contacta y me dice 'necesito un cupo nacional exterior, que tenga experiencia en ACB, que sepa de lo que va esto, tenemos una situación muy crítica'. Estaban peleando por la salvación y habían gastado muchos cambios de ficha. Llego directamente con DJ Seeley, que después jugó en Gran Canaria y Zaragoza y también en Euroliga", relata para Málaga Hoy el canterano cajista. Es finales de la temporada 2014/15. Después de un calvario de lesiones, le llega la oportunidad de regresar a la élite al alero malagueño.
"Tuve una conexión brutal con Pedro. Estaba con mucha confianza, con mucho protagonismo en ataque en LEB Oro y conseguimos la permanencia, fui con muchas ganas de volver a subirme al tren de la ACB. Estaba un poco en la UVI al equipo y mi misión era darle energía, positivismo. He vivido largas temporadas en Santiago y Sevilla, se hacen muy largas cuando estás ahí abajo toda la Liga, hace falta a veces algún fichaje que cambie las dinámicas, algún líder que tire", rememora Alfonso sobre aquella experiencia en Manresa y sobre su curiosa relación ahora: "Nos solemos escribir, hemos hablado bastante. Cuando anuncié mi retirada hablamos y me dio mucho cariño. Él fue clave en mi carrera, me volví a reenganchar tras las lesiones a la élite. Curiosamente, de lo que más hablo ahora con Pedro es de su perro. Estamos intentando asesorarle desde la distancia. Soy adiestrador canino profesional y técnico modificador de conducta. También instructor canino profesional en operaciones de seguridad y protección civil. En su momento, en la Copa intentamos vernos pero fue imposible, ahora por el play off está difícil, pero lo tenemos pendiente".
"Es un entrenador formativo siempre y cuando tu predisposición al esfuerzo y tu iniciativa a aprender es alta. Es un detallista puro y duro en el sentido de que te ofrecía muchas herramientas técnicas y tácticas que si tú eras receptivo y tienes ese hambre por progresar... Yo aprendía todo el día de Pedro. Situaciones para sacarle mucho partido, diferentes técnicas y tácticas. Yo llegué en un momento físico muy bueno tras las lesiones, en defensa estaba muy bien, con ayudas laterales, fintas y volver... gracias al trabajo que hice con Tomé tenía una predisposición a pegar bocados. El Pedro Martínez que tengo en mi memoria es eso, un entrenador formativo que trata con profesionales, que intenta mejorar al jugador pase lo que pase, esté como esté. Hay momento en que la competición, claro, está un paso por encima por la exigencia del club, una permanencia, un play off o la Copa... Pero la formación y la mejora siempre estaban presentes", recuerda Alfonso, que también destaca el trato humano del barcelonés: "Una de las cosas que puedo recalcar es que es buena persona, un buen tipo. Por ejemplo, tras esa experiencia en Manresa estuve en Valencia para hacer la pretemporada tras su llegada allí. Fue sincero conmigo, yendo de cara, desde primera hora me dio toda la información, me dijo cómo era la situación, 'que sepas que la dirección deportiva tiene otra planteamiento, tienes que venir a ganarte un puesto'. Había un planteamiento de poner a Lucic, el serbio, de cuatro y que yo entrara como tres. Finalmente ficharon a Jordi Trias de 4-5 como cupo y dejaron a Lucic de tres. Me lo dicen y justo esa mañana al mediodía ya me estaba llamando Luis Casimiro para el Betis. No es un título en mi palmarés ni en mi currículum sale, pero estuve en un equipo de Euroliga, tras dos rodillas rotas y con la mano con un dolor crónico. Hice un máster, me pegaba cada día con jugadores de Euroliga gracias a Pedro. Esa campaña es mi mejor temporada en ACB, casi 10 puntos por partido".
"Pedro tiene el término medio adecuado, por lo que yo viví. Trabaja quizá más calidad que cantidad", precisa Alfonso Sánchez sobre su experiencia con el que será rival del Unicaja desde mañana en el play off: "Trabajamos mucho una rutina defensiva, no es normal que cuando llegué y el equipo estaba en descenso hacíamos ejercicios de 1x1 a todo campo. Eso en ACB jugándote las habichuelas a final de temporada no es normal, que el entrenador te dé herramientas para defender 1x1 desde arriba. Parecía un clínic, te daba herramientas desde el detalle de la defensa, dónde te posicionas para el rebote, cómo en este sistema de ataque. A mí me sorprendió estar en un equipo ACB y ver a Roger Grimau [actual entrenador del Barcelona] defendiendo a sus 36 años a todo campo en cada entrenamiento. Pedro necesitaba jugadores con esa hambre y metodología para ser mejor y ayudar a su equipo. Fue un entrenador súper formativo".
"Pedro tenía muy marcado la hoja de ruta de cada partido. Qué defensa en cada momento, con cada jugador en ataque las opciones a, b y c, pero al mismo tiempo confiaba en sus jugadores", prosigue Alfonso Sánchez, que pone como ejemplo un partido especial: "En Manresa nos jugamos la permanencia en el WiZink Center ante un Real Madrid que venía de ser campeón de Euroliga y nosotros dependíamos de nosotros, pero si perdíamos bajábamos. Planteó un partido de mucho contacto físico, desgaste, muchas posesiones, el Madrid traía cansancio acumulado, íbamos a rotar mucho y ellos ya tenían la primera posición pero nosotros nos jugábamos la misma vida. Las primeras jugadas siempre marcábamos un pick and pop para Sakic o Fotu. Nos juntó a ellos, Devin White, DJ Seeley y a mí y nos dijo 'los cinco tenéis que tirar 4-5 triples este partido. Quiero posesiones cortas, muchos tiros y podremos llegar al 3-4 cuarto cómodos en ese ritmo'. Tal cual lo dijo y preparó ocurrió. Fue el último partido oficial de Roger Grimau. No lo había dicho públicamente, pero dentro sabíamos que se retiraba y al final le hicimos un pasillo para hacerle un homenaje. El mérito fue espectacular en esa salvación, era nuestro capitán y ganarle allí al Madrid y la manera de conseguirlo.... Él dijo que era como si fuera un título".
Así fue la experiencia de un malagueño con Pedro Martínez. Desde la distancia pero involucrado, Alfonso Sánchez ve a este Unicaja capaz de todo. Él estaba en dinámica de primer equipo cuando en 2006 se ganó la ACB y tiene vibraciones similares. "Estoy muy conectado, he ido sólo una vez al Carpena, pero estoy todo el día con Berni, me cuenta y veo también. Este equipo engancha, es una pasada. Tiene un rollo espectacular, el equipo contagia, los que sabemos mucho o poco de baloncesto y los que no saben nos acabamos enganchando e identificando con ser del Unicaja, hace mucho tiempo que no pasaba. Los resultados acompañan, las lesiones no han incordiado, la dinámica. No tiene techo, lo veo capaz de todo", cierra Alfonso, un alumno más de Pedro Martínez, el primer obstáculo en la carrera hacia el título de la ACB.
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