El pulso de la BCL
El Unicaja gana sus tres primeros partidos por 20.6 puntos de media y constante que está por encima de sus rivales
500 espectadores más el lunes que en el primer partido
Pasados tres partidos, dos de ellos en casa, hay unos primeros inputs en el Unicaja y en su entorno para situarse en la Basketball Champions League, en la que deber ser un capo. El equipo le ha cogido rápido el pulso a la competición. Es su obligación ganar y quedar primero de grupo, pero ha comparecido a los partido con la mentalidad correcta para cumplir. Ganó por 17 puntos en Nizhny Novgorod, por 16 al Lavrio y por 29 al Dijon. Sus tres partidos más cómodos de la temporada, 20.6 de renta media. Puede bastarle un triunfo más en los tres partidos que quedan para amarrar la primera posición y evitar el play in, que supondría afrontar una eliminatoria en enero, en plena pelea, es de esperar que siga entonces en ella, por estar en la Copa del Rey en la ACB. Mejor hacer los deberes antes.
El Unicaja y sus aficionados han podido constatar que el nivel de los equipos es menor, que tras padecer los rigores de la mejor liga de Europa después es más cómodo competir en la BCL. Al menos en esta instancia, tampoco conviene hacerse trampas al solitario. Es cierto que en la primera fase de las temporadas de Eurocup apenas hubo problemas en este punto. Era paradójico oír a Nenad Markovic, técnico del Dijon, en la sala de prensa del Carpena, argumentar que su equipo no podía seguir el ritmo del Unicaja. “Jugaron con ritmo muy alto”, decía. Pudo correr, algo que en la ACB cuesta más.
Uno de los grandes temores que había era la asistencia de espectadores en la BCL, con un cartel menos atractivo y con partidos en la primera mitad de semana. El club está trabajando para que no haya un aspecto desolador y lo está consiguiendo, los packs mensuales de 3x2 ayudan pero hay también otros factores. El lunes hubo 4.919 espectadores en el Martín Carpena, 500 más que en el debut de la competición. Había, por ejemplo, casi un centenar de personas del Club Baloncesto Ciudad de Lucena, que al final se hacían fotos con Rubén Guerrero, Alberto Díaz y Jaime Fernández en la pista. Es parte de la estrategia del club, de seguir sembrando en Andalucía.
Los jugadores agradecen que el público esté de vuelta y que acudan a la BCL. “Jugar ante este público te da fuerza extra. Agradecemos a todo el que viene y nos apoya. Es como un gran estallido para el equipo. Tenemos que tener el próximo partido con la misma actitud. Es especial tenerlos de vuelta tras el Covid, fue duro el año pasado jugar sin ellos. Nos dan fuerza y se lo agradecemos”, explicaba Francis Alonso tras el partido ante el Dijon.
“Veo a la gente feliz con esta competición, al principio quizá no sabían que esperar de ella, pero están viendo que es dura, que estamos jugando bien. Pero tenemos que jugar igual de bien en la BCL y la ACB”, señalaba Darío Brizuela, que admitía que “necesitábamos un partido así. Obviamente no estábamos contentos después de los últimos dos o tres partidos que jugamos. Todo el mundo anotó, pudimos correr, jugamos felices, disfrutamos. Hay que seguir así”.
La diferencia de nivel puede tener un efecto terapéutico para el equipo, pero la verdad, a estas alturas de la temporada, está en la ACB, donde las cosas no marchan bien. Hay que adecuarse al nivel físico y jugar el baloncesto que se pretende en otro contexto más exigente. En la BCL, ahora mismo, sobra donde en la Liga falta.
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