El Prometey ucraniano, rival del Unicaja, se retira de la BCL

Hace poco más de un mes, el Unicaja jugaba en Zaporizhia, en el corazón de Ucrania, ante el Prometey. Nadie, quizá solo Putin, pensaba que la ciudad fuera hoy muy conocida por albergar la central nuclear que ha estado en riesgo en las últimas horas por los ataques rusos. Desde hace unas semanas, el equipo estaba en República Checa entrenando y jugó este jueves ante el Cluj en la BCL en Nymburk, con derrota 81-92.

Según comunicó en Facebook el presidente Volodymyr Dubinsky, ha sido el último partido esta temporada del equipo ucraniano. "Queridos amigos y aficionados del Prometey. Hoy hay una guerra en nuestra Ucrania. Hemos tomado la decisión correcta de disolver todos los equipos y rechazar la participación del equipo masculino en la Champions League. Hoy todo nuestro dinero, medios y fuerzas están dirigidos a proteger a Ucrania, apoyando a nuestras Fuerzas Armadas y a la defensa del territorio. ¡Definitivamente vamos a ganar! ¡Todo será Ucrania! Y todas las otras cosas entonces. A partir de hoy, tomé una decisión por mí personalmente y ordené a todas nuestras empresas. Todos nosotros debemos y hablaremos sólo ucraniano. Esta es mi posición cívica final. ¡Gloria a Ucrania!", era el mensaje de Dubinsky. La liga de Ucrania ya se había suspendido semanas atrás. Mantener al equipo en la República Checa es una coste importante, en un equipo que tiene un elevado coste.

La guerra hace estragos y el deporte no es ajeno. A expensas de cómo reacciona la FIBA y la organización de la BCL con esta decisión, lo normal sería que el grupo K acabara con los tres equipos en liza, con lo que cual accederían dos equipos a la siguiente fase. Uno sería ya matemáticamente el Cluj (3-0). Con 1-2 va el Unicaja y con 0-3 el Oostende. El equipo malagueño se jugaría con los belgas el pase. La única opción de ser primeros para los de Ibon Navarro sería ganar los dos partidos y que el Cluj cayera con el Oostende.