Un recordatorio para grabarse a fuego (89-98)
resultado y crónica del Unicaja-Mónaco
El Unicaja cae derrotado ante el Mónaco tras dominar hasta el cuarto final, cuando el rival elevó el nivel físico y no pudo plantar cara, algo que habrá que corregir de manera indefectible el próximo verano
En el triste adiós a la Eurocup, el regreso del público fue la cara amable
El triste adiós a la Eurocup, mucho antes de los deseado o lo previsto, tuvo una pequeña alegría con el regreso del público al Carpena. El equipo de Katsikaris hizo un partido digno, liderando hasta que entró en el último cuarto ante el equipo que ha mostrado ser el más fuerte del grupo, presentando su candidatura al título. Pero, en el último cuarto, el Mónaco metió una marcha más que el cuadro malagueño, desprovisto de cinco jugadores por distintas lesiones, no pudo resistir (89-98). Afloraron también problemas estructurales clásicos de la plantilla, como la dificultad para defender a equipos con un plus físico y atlético como tiene este Mónaco, un boquete en el rebote, también con bajas pero con algún aliciente más competitivo, poder asegurarse el factor cancha en alguna ronda posterior si pasa los cuartos de final. El final fue algo deslucido, con los del principado distanciándose en el marcador. Los problemas de faltas que afectaron a Abromaitis y Nzosa no ayudaron. Y se notó la diferencia a favor del equipo rival.
No cabía exigir mucho más al Unicaja en un contexto así, al menos fue agradable, con ausencia de defensas agresivas, un tramo largo del partido. Tampoco se pueden sacar conclusiones muy importantes de un duelo así. Al descanso se habían metido 55 puntos, tras un explosivo segundo cuarto, con 37. Pero los problemas que evidenció el equipo ya se habían visto antes, sobre todo defensivamente. Cuatro jugadores anotaron 16 o más puntos, pero sólo hubo seis que anotaron en total, faltó más profundidad ahí.
Es un recordatorio de lo que hay que mejorar para la temporada que viene para competir en Europa. Añadir capacidad física y atlética es extremadamente necesaria para esta competición. Habrá que ver hasta dónde da para llegar con estos jugadores, más Díaz, Brizuela, Suárez, Mekel y Thomas, a los qu ese empezará a recuperar en las próximas semanas, para terminar la ACB. Pero el diagnóstico está claro. Talento hay para meter llamaradas anotadoras con cierta frecuencia. Admitiendo que faltaban varios de los mejores especialistas defensivos del equipo, hay que subir el nivel atrás de manera indefectible. Incluso cuando el Unicaja metía uno tras otro triple, se afanaba por demandarle a sus jugadores más intensidad en el 1x1. Con Jaime y Francis acumulando minutos en el exterior, Pablo Sánchez era el único relevo para dar un poco más de intensidad en el exterior. Alonso estuvo muy activo, sobre todo en el primer tiempo, en líneas de pase y forzando pérdidas, sin dejar de meter. Llevaba al descanso 14 puntos y cinco asistencias y el Unicaja ganaba (55-49). Exuberantes minutos de Nzosa, que metió sus primeros ocho tiros a canasta sin fallo. Añadiendo registros, además, como un tiro desde seis metros. Y no sólo continuaciones, también algunos movimientos interesantes. Está claro que da el nivel para ser ya importante en esta competición a sus 17 años. Firmó su tope de anotación. También Jaime Fernández, con todo el balón, y Axel Bouteille tuvieron rachas anotadoras impotantes para guiar al equipo a ventajas desde que se repuso a un mal primer cuarto inicial, en el que sufrió. Los anotadores necesitan sentirse válidos y funcionan con cierta ciclotimia. Si les valió para coger confianza, pues fenomenal.
Tras el descanso, el Mónaco le dio más seriedad a su defensa y castigó los problemas atrás del Unicaja. Katsikaris reconocía que, actualmente, es difícil competir con equipos de este perfil. Es una realidad con la que, con la recuperación de los efectivos que ayudarán a mejorar, habrá que lidiar hasta final de temporada. Pero es una enseñanza que no hay que olvidar cuando se confeccione el equipo en verano, hay queganar peso y músculo para ser competitivos al nivel que se pretende, para ser contendiente a las rondas finales de la Eurocup. La parte positiva es que de lo otro, el talento para meter, hay. Pero el baloncesto es un deporte de equilibrios. Este Top 16, de infausto recuerdo, lo ha mostrado.
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